Un equipo de investigadores ha descubierto huellas de dinosaurios similares en lo que ahora son partes de dos continentes diferentes: Brasil y Camerún.

Hace millones de años, un supercontinente conocido como Gondwana dominaba la Tierra. Esto permitió a los dinosaurios vagar libremente entre los dos continentes: África y Sudamérica.

Un grupo de paleontólogos de la Southern Methodist University (SMU) han descubierto huellas coincidentes de dinosaurios a ambos lados del océano Atlántico, lo que indica que los continentes de Sudamérica y África estuvieron unidos en el pasado.

Hace unos 120 millones de años, los dinosaurios atravesaron el supercontinente Gondwana, dejando tras de sí 260 huellas. Por aquel entonces, Gondwana formaba parte de la gran masa continental Pangea.

Una larga huella de ornitópodo en Passagem das Pedra, Cuenca de Sousa, conservada en depósitos de llanura aluvial del Cretácico Inferior. Crédito de imagen: Ismar de Souza Carvalho

Mismas huellas de dinosaurios en Brasil y Camerún

El equipo descubrió huellas de dinosaurios en lo que ahora son partes de dos continentes diferentes: Brasil y Camerún.

Louis L. Jacobs, paleontólogo de la SMU, dijo en un comunicado:

“Determinamos que, en términos de edad, estas huellas eran similares. En sus contextos geológicos y de placas tectónicas, también eran similares. En cuanto a sus formas, son casi idénticas”.

Huellas dejadas por varias especies

Las huellas de dinosaurio se descubrieron en la región de Borborema, al noreste de Brasil, y en la cuenca de Koum, al norte de Camerún. Proporcionan pruebas irrefutables del puente terrestre que unió antaño los dos continentes.

Las huellas fosilizadas se descubrieron a más de 6.000 kilómetros de distancia. Se conservaron en los sedimentos de antiguos ríos y lagos.

Aunque la mayoría de las huellas fosilizadas fueron dejadas por individuos terópodos con tres dedos, algunas pueden haber sido hechas por saurópodos u ornitisquios.

Los fósiles de polen hallados en los sedimentos de las huellas sugieren que tienen 120 millones de años.

Las huellas pueden revelar mucho sobre el comportamiento de los dinosaurios, desde sus especies hasta lo rápido que podían correr. Estas huellas de dinosaurio fosilizadas pueden permitir a los investigadores reconstruir la vida y el entorno de estas fascinantes criaturas.

L. Huella de terópodo de la Cuenca de Sousa, Cretácico Inferior del Nordeste de Brasil. Fotografía: Ismar de Souza Carvalho. R. Huellas de terópodo de la cuenca de Koum (Camerún). Crédito de imagen: SMU

La tierra desapareció

Cuando Gondwana empezó a separarse, el enorme puente terrestre entre África y Sudamérica desapareció lentamente hace unos 140 millones de años. Esto provocó la formación de grietas en la corteza terrestre. Al separarse las placas tectónicas, surgió magma del interior de la Tierra, creando una “nueva corteza oceánica”. Finalmente, el Océano Atlántico Sur rellenó el hueco entre los nuevos continentes.

Jacobs explicó:

“Una de las conexiones geológicas más jóvenes y estrechas entre África y Sudamérica era el codo del noreste de Brasil encajado contra lo que hoy es la costa de Camerún a lo largo del Golfo de Guinea.

Los dos continentes eran continuos a lo largo de ese estrecho tramo, de modo que los animales a ambos lados de esa conexión podían potencialmente desplazarse a través de ella”.

Curiosamente, las huellas de dinosaurio se encontraron en zonas con cuencas de medio graben, que son estructuras geológicas formadas durante el rifting. Según el comunicado de prensa, estas cuencas contienen sedimentos fluviales y lacustres antiguos, que proporcionan pruebas de los principales acontecimientos geológicos que se produjeron en la región.

Jacobs concluyó:

“Las plantas alimentaban a los herbívoros y sostenían una cadena alimentaria. Los sedimentos fangosos dejados por los ríos y lagos contienen huellas de dinosaurios, incluidas las de carnívoros, lo que documenta que estos valles fluviales pudieron proporcionar vías específicas para que la vida viajara a través de los continentes hace 120 millones de años”.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en SMU.

[FT: SMU]

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porcionar vías específicas para que la vida viajara a través de los continentes hace 120 millones de años», concluyó Jacobs.