Un grupo de astrónomos aficionados del proyecto Backyard Worlds: Planet 9 de la NASA han ayudado a descubrir un objeto subestelar que se mueve tan rápido que escapará de la Vía Láctea y se lanzará al espacio intergaláctico. 

Se trata del primer objeto hiperveloz es el primer objeto de este tipo que se encuentra con una masa similar o menor a la de una estrella pequeña, informa la agencia espacial en un comunicado.

La mayoría de las estrellas familiares orbitan pacíficamente alrededor del centro de la Vía Láctea. Pero los ciudadanos científicos que trabajan en el proyecto Backyard Worlds: Planet 9 de la NASA han ayudado a descubrir un objeto que se mueve tan rápido que escapará a la gravedad de la Vía Láctea y saldrá disparado hacia el espacio intergaláctico. Este objeto hiperveloz es el primero de este tipo encontrado con una masa similar o inferior a la de una estrella pequeña.

Backyard Worlds utiliza imágenes de la misión WISE (Wide-field Infrared Explorer) de la NASA, que cartografió el cielo en luz infrarroja entre 2009 y 2011. Se reactivó como NEOWISE (Near-Earth Object Wide-field Infrared Survey Explorer) en 2013 y se retiró el 8 de agosto de 2024.

Hace unos años, los científicos ciudadanos Martin Kabatnik, Thomas P. Bickle y Dan Caselden vieron en las imágenes de WISE un objeto débil y en rápido movimiento llamado CWISE J124909.08+362116.0 que desfilaba por sus pantallas. Las observaciones de seguimiento realizadas con varios telescopios terrestres ayudaron a los científicos a confirmar el descubrimiento y a caracterizar el objeto. Estos científicos ciudadanos son ahora coautores del estudio del equipo sobre este descubrimiento publicado en la revista Astrophysical Journal Letters.

Kabatnik dijo en comunicado:

“No puedo describir el nivel de emoción. Cuando vi por primera vez lo rápido que se movía, estaba convencido de que ya se había informado de ello”.

CWISE J1249 se aleja de la Vía Láctea a unos 2 millones de kilómetros por hora. Pero también destaca por su escasa masa, lo que dificulta su clasificación como objeto celeste. Podría ser una estrella de baja masa o, si no fusiona hidrógeno de forma constante en su núcleo, se consideraría una enana marrón, lo que la situaría en un punto intermedio entre un planeta gigante gaseoso y una estrella.

Las enanas marrones ordinarias no son tan raras. Los voluntarios de Backyard Worlds: Planet 9 han descubierto más de 4.000. Pero no se sabe de ningún otro que esté en camino fuera de la galaxia.

Un objeto con una propiedad única

Este nuevo objeto tiene otra propiedad única. Los datos obtenidos con el Observatorio W. M. Keck en Maunakea, Hawai, muestran que tiene mucho menos hierro y otros metales que otras estrellas y enanas marrones. Esta composición inusual sugiere que CWISE J1249 es bastante antigua, probablemente de una de las primeras generaciones de estrellas de nuestra galaxia.

Este concepto artístico muestra una hipotética enana blanca, a la izquierda, que ha explotado como supernova. El objeto de la derecha es CWISE J1249, una estrella o enana marrón expulsada de este sistema como resultado de la explosión. Este escenario es una explicación de la procedencia de CWISE J1249. Crédito de imagen: W.M. Keck Observatory / Adam Makarenko

¿Por qué se mueve este objeto a tan alta velocidad? Una hipótesis es que CWISE J1249 proceda originalmente de un sistema binario con una enana blanca, que explotó como supernova al extraer demasiado material de su compañera. Otra posibilidad es que procediera de un cúmulo de estrellas muy unidas, denominado cúmulo globular, y que un encuentro fortuito con un par de agujeros negros la lanzara por los aires.

Kyle Kremer, profesor asistente entrante del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de California en San Diego, dijo en un comunicado:

“Cuando una estrella se encuentra con un agujero negro binario, la compleja dinámica de esta interacción de tres cuerpos puede lanzarla fuera del cúmulo globular”.

Los científicos examinarán más detenidamente la composición elemental de CWISE J1249 en busca de pistas sobre cuál de estas hipótesis es más probable.

Este descubrimiento ha sido un trabajo de equipo a varios niveles, en el que han colaborado voluntarios, profesionales y estudiantes. Kabatnik da crédito a otros ciudadanos científicos que le ayudaron en la búsqueda, como Melina Thévenot, que “me dejó boquiabierto con su blog personal sobre cómo realizar búsquedas utilizando el lenguaje Astronomical Data Query Language”, afirma. El programa informático escrito por el científico ciudadano Frank Kiwy también contribuyó a este hallazgo.

El estudio está dirigido por Adam Burgasser, miembro del equipo científico de Backyard Worlds: Planet 9 y profesor de la Universidad de California en San Diego, e incluye como coautores a Hunter Brooks y Austin Rothermich, estudiantes de astronomía que comenzaron sus carreras astronómicas como científicos ciudadanos.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Astrophysical Journal Letters.

[FT: NASA]

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