¿Es posible que así sea el fin de nuestro mundo? Un equipo de astrónomos han publicado una investigación advirtiendo que existe un 50% de posibilidades de que la galaxia de Andrómeda colisione con la Vía Láctea y se trague la Tierra en el proceso.
Puede que no nos guste pensar en el fin del mundo, pero un nuevo estudio nos ofrece una visión aterradora de lo que nos espera.
Según los astrónomos, existe un 50% de probabilidades de que la galaxia de Andrómeda, también conocida como Messier 31, colisione con la Vía Láctea en los próximos 10.000 millones de años y se trague a la Tierra.
Aunque parezcan malas noticias, una probabilidad del 50/50 es en realidad menos segura de lo que los científicos suponían hasta ahora.
Una nueva galaxia nacerá: Milkdromeda
Cuando se produzca la colisión, los planetas y las estrellas de las dos galaxias se unirán, creando una supergalaxia conocida como «Milkdromeda».
Existe una pequeña posibilidad de que nuestro Sol colisione con otra estrella, lo que podría alterar nuestra posición con respecto al Sol y poner en peligro la vida en la Tierra, si es que aún existe.
El nuevo estudio ha sido elaborado por un grupo internacional de astrónomos, entre los que se encuentran los profesores Alis Deason y Carlos S. Frenk, de la Durham University.
Los investigadores escribieron en su artículo:
“Se cree comúnmente que nuestra Vía Láctea está en curso de colisión con la galaxia vecina… prevista para dentro de unos cinco mil millones de años.
Pero no hay certeza de una colisión entre la Vía Láctea y Andrómeda”.
A 2.5 millones de años luz de distancia, Andrómeda es la gran galaxia más cercana a nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Los astrónomos saben desde hace tiempo que Andrómeda y la Vía Láctea están siendo atraídas por las fuerzas de la gravedad.
Se espera que se unan dentro de unos 4.500 millones de años y formen una gigantesca “galaxia elíptica”, con forma de círculo estirado, según informa la NASA.
Pero, según los autores del nuevo estudio, la naturaleza de la fusión podría depender de un “factor de confusión” pasado por alto.
Una poderosa influencia gravitatoria podría cambiar las cosas
En concreto, puede haber una fuerte influencia gravitatoria de otras galaxias de lo que se conoce como el “Grupo Local” que podría afectar a su dirección.
El Grupo Local es un conjunto de más de 30 galaxias al que pertenecen tanto la Vía Láctea como Andrómeda.
Otras galaxias del “grupo local” son la Gran Nube de Magallanes (LMC), la Galaxia del Triángulo (M33), Leo I y NGC 6822.
Utilizando las observaciones realizadas por los telescopios espaciales Gaia y Hubble, los investigadores estimaron los escenarios futuros en la evolución del Grupo Local durante los próximos 10.000 millones de años.
Los investigadores explicaron:
“Descubrimos que las siguientes galaxias más masivas del Grupo Local, M33 y la Gran Nube de Magallanes, afectan radicalmente a la órbita entre la Vía Láctea y Andrómeda.
Las incertidumbres en las posiciones, movimientos y masas actuales de todas las galaxias dejan margen para resultados drásticamente diferentes”.
50 % de posibilidades de una colisión entre galaxias
Concluyen que existe una probabilidad “cercana al 50%” de que no se produzca una fusión entre la Vía Láctea y Andrómeda en los próximos 10.000 millones de años.
Si se produce la colisión, existe por supuesto la posibilidad de que ocurra después de que nuestro Sol se haya quedado sin hidrógeno y haya muerto.
En el caso muy improbable de que la colisión entre la Vía Láctea y Andrómeda se produzca mientras los terrícolas aún viven en la Tierra, podríamos sobrevivir a ella.
Según la NASA, el Sol y los planetas que lo orbitan “sobrevivirán al choque, pero adoptarán nuevas coordenadas en el cosmos”.
Eric Bell, profesor de astronomía de la University of Michigan que no participó en el nuevo estudio, se mostró de acuerdo en que “muy probablemente no nos ocurrirá nada” en caso de colisión de galaxias.
Cuando se produzca la fusión, es probable que el Sol sea arrojado a una nueva región de nuestra galaxia, pero la Tierra y el resto del sistema solar no correrán peligro de ser destruidos.
Sin embargo, un peligro potencial de una fusión galáctica sería una colisión (o casi colisión) entre nuestra estrella y otra estrella, aunque hay una probabilidad extremadamente pequeña de que eso ocurra.
El profesor Bell dijo a MailOnline:
“Las colisiones de galaxias sólo serían peligrosas porque aumentarían ligeramente las probabilidades de colisión entre estrellas.
Incluso una colisión cercana con otra estrella -un ‘paso cercano’- afectaría a nuestra órbita, lo que sería ‘muy malo’.
El paso cercano cambia la órbita, acercándonos o alejándonos del Sol”.
Bell agregó:
“Nuestro destino dependerá de cómo cambie exactamente nuestra órbita.
Escaparíamos del sistema solar (en cuyo caso moriríamos lentamente congelados durante meses) o el Sol nos cocería (lo que podría ser muy rápido o tardar meses, dependiendo de la órbita en la que acabáramos)”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en el servidor de pre-impresión arXiv.
[FT: science.org]
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