Como si se tratara de avión supersónico impulsado por vientos de alta velocidad, la Tierra es constantemente bombardeada por una corriente de partículas cargadas procedentes del Sol, conocida como viento solar. Un evento similar ocurrido en 2023 cambió todo el campo magnético de la Tierra.

El 24 de abril de 2023, la sonda espacial Magnetospheric Multiscale Mission (MMS) observó que, aunque la velocidad de transmisión del viento solar era rápida, la velocidad de Alfvén durante la intensa eyección de masa coronal era aún mayor. Normalmente, el viento solar viaja más rápido que la velocidad de Alfvén. Esta anomalía provocó que el arco de choque de la Tierra desapareciera temporalmente, lo que permitió que el plasma y el campo magnético del Sol interactuaran directamente con la magnetosfera.

Poderosa ráfaga solar cambió el campo magnético de la Tierrra

Una abrumadora ráfaga solar procedente del Sol golpeó la Tierra con suficiente fuerza como para cambiar todo su campo magnético, según han descubierto unos investigadores.

Astrofísicos del Goddard Space Flight Center de la NASA detectaron una explosión originada en abril de 2023 que perturbó su magnetosfera natural durante dos horas.

Al igual que un avión supersónico que es azotado por intensos vientos de alta velocidad, la Tierra es bombardeada perpetuamente por una corriente de partículas cargadas procedentes del Sol, conocidas como viento solar.

Normalmente, la Tierra se desplaza por el sistema solar con un campo magnético en forma de cola en su parte nocturna durante las interacciones con el viento solar. Los expertos suelen comparar esta forma con la de una manga de viento.

Tormenta solar “eliminó” la cola de la Tierra y le dio “alas”

La poderosa tormenta solar hizo que la típica cola magnética de la Tierra fuera sustituida por alas.

Una eyección de masa coronal en abril de 2023 hizo que a la Tierra le crecieran alas de Alfvén. (Esta CME, con la Tierra ilustrada a escala, tuvo lugar en 2021). Crédito de imagen: NASA / GSFC / SDO

Las observaciones de la MMS de la NASA establecen cómo pudo ser.

Fue el resultado de un fenómeno poco frecuente durante una eyección de masa coronal (CME por sus siglas en inglés) -donde ocurren estallidos de plasma y energía magnética a gran escala desde la corona del Sol, la parte más externa de su atmósfera. A más de 1.8 millones de grados Fahrenheit, la corona es mucho más caliente que la superficie del Sol.

Las alas llevan el nombre del físico sueco Hannes Alfvén, que realizó importantes contribuciones a la comprensión de la física del plasma.

Durante la singular transformación, formaron un conducto que unía la magnetosfera con la CME. Esta conexión facilitó la transferencia de plasma entre la Tierra y el Sol.

Las CME pueden viajar desde el Sol a velocidades que oscilan entre menos de 249 km por segundo y casi 3.057 km/s.

Las CME más rápidas dirigidas hacia la Tierra pueden llegar en sólo 15-18 horas, mientras que las más lentas pueden tardar varios días.

A medida que se alejan del Sol, las CME aumentan de tamaño, y las más grandes pueden alcanzar dimensiones que cubren casi una cuarta parte de la distancia entre la Tierra y el Sol en el momento en que llegan a nuestro planeta.

Se produjeron fluctuaciones atmosféricas más densas y rápidas de lo que se creía

Una enorme erupción solar, de más de 30 veces la longitud del diámetro de la Tierra, se desprendió del Sol el 1 de julio de 2002. El descubrimiento más reciente de la NASA se produjo como resultado de un raro fenómeno durante una eyección de masa coronal. Crédito de imagen: NASA / WireImage / Getty

Este acontecimiento único indica que el viento solar produjo fluctuaciones en la atmósfera más rápidas y densas de lo que se creía.

Miles de millones de toneladas de material coronal habrían sido expulsadas en una medida anómala, al interactuar las alas recién formadas de la Tierra con los intensos vientos solares.

El descubrimiento de esta CME aporta valiosos datos sobre la formación y evolución de las alas de Alfvén.

Se ha sugerido que estos procesos también pueden ocurrir alrededor de otros cuerpos magnéticamente activos de nuestro sistema solar y más allá.

Los investigadores proponen que unas alas de Alfvén similares podrían explicar las auroras de la luna Ganímedes de Júpiter y sugieren investigar si la Tierra experimenta en el futuro fenómenos aurorales similares relacionados con las alas de Alfvén.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Geophysical Research Letters.

[FT: phys]

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