Recientemente un grupo de astrónomos han registrado misteriosos oscurecimientos parecidos a un tránsito en una joven estrella llamada RIK-210, localizada a unos 472 años luz, en la asociación Scorpius Superior.
Lo que desconcierta a los científicos es que este oscurecimiento no puede ser causado por el eclipse producido por una estrella compañera o una enana marrón. Describen su búsqueda de explicaciones plausibles en un artículo publicado en arXiv.
RIK-210 tiene alrededor de cinco a 10 millones de años, aproximadamente la mitad de la masa del sol y un radio de 1,24 radios solares aproximadamente. La estrella ha sido recientemente observada por la misión prolongada Kepler de la NASA, conocida como K2, durante su segunda campaña. Un equipo de investigadores dirigido por Trevor David del Instituto de Tecnología de California (Caltech) ha analizado los datos proporcionados por K2.
«Estos eventos de atenuación son variables en profundidad, duración y morfología», escribieron los científicos en el estudio.
El equipo encontró que los eventos de atenuación ocurren aproximadamente cada 5,67 días, en fase con la rotación estelar, observando que son profundos (a veces mayores que el 15 por ciento) y de corta duración en relación con el período de rotación. Además, la morfología de estos eventos es variable en toda la campaña de observación, mientras que el patrón de modulación de manchas solares se mantiene constante durante este período de tiempo.
Aunque tales oscurecimientos han sido documentados alrededor de estrellas variables maduras y los remanente estelares, no había sido observado previamente en una joven estrella que carece de disco protoplanetario, como es el caso de RIK-210.
En la búsqueda de explicaciones posibles para los eventos observados, los investigadores en un principio excluyen la posibilidad de que puedan ser causados por una compañera estelar eclipsante o una enana marrón. Esta hipótesis fue descartada ya que es incompatible con las mediciones de velocidad radial, así como con los datos de seguimiento de archivos y fotometría.
Los investigadores enfatizaron que los oscurecimientos pueden no deberse a un solo cuerpo esférico, debido a la morfología variable de estos eventos. Añaden, en base a la observación de profundidad y duración, que es improbable que estos eventos podrían explicarse por las características de la superficie de la estrella.
Según el equipo, la explicación más plausible de la naturaleza del oscurecimiento es que podría tratarse de una nube magnetosférica. Asumen que una nube de plasma, de forma análoga a las observadas en las estrellas de gran masa, o una columna de acreción de polvo, podrían naturalmente explicar la sincronía entre el período de rotación y los eventos de atenuación.
«Dado que la escala de tiempo de acreción es mucho más corta que el período orbital, este modelo podría explicar las profundidades variables y morfologías de los eventos de atenuación», indica el artículo.
Otras explicaciones tomadas en cuenta por los investigadores son: un flujo de acreción de gas residual y polvo, los restos de las últimas etapas de la formación de un planeta, el producto de una colisión de impacto gigante, un protoplaneta envuelto con una cola extendida, o uno o más cuerpos excéntricos que padecen una perturbación periódica de las mareas sobre cada paso por el periastro.
Con el fin de confirmar finalmente cuál de las hipótesis propuestas es cierto, el equipo cree necesario mantener la monitorización fotométrica y espectroscópica.
El estudio ha sido publicado en arXiv.
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