Hay una señal que llega a la Tierra cada hora desde el espacio, que tiene a los científicos desconcertados, al no poder explicar del todo qué o quién la está emitiendo.
Su hipótesis de trabajo, detallada en un estudio publicado en la revista Nature Astronomy, es que la fuente es probablemente un tipo de estrella de neutrones llamada púlsar que emite señales de radio cuando gira sobre su eje.
Pero de ser cierto, eso sólo plantea más preguntas. Con un intervalo de 54 minutos, el objeto, llamado ASKAP J1935+2148, sería la estrella de neutrones de giro más lento jamás documentada por un margen asombroso. Es tan lenta, de hecho, que debería ser imposible – añadiéndose a una pequeña pero creciente lista de estos aparentes restos estelares que desafían toda explicación.
Manisha Caleb, del Instituto de Astronomía de la University of Sydney y autora principal del estudio, dijo en un comunicado sobre el trabajo:
“Es muy inusual descubrir una candidata a estrella de neutrones que emita pulsaciones de radio de esta forma. El hecho de que la señal se repita a un ritmo tan pausado es extraordinario”.
Un pulsar que no encaja en su concepto
Las estrellas de neutrones se forman tras una supernova, una explosión épica que se produce cuando una estrella masiva se queda sin combustible y colapsa bajo su propia gravedad.
La masa que no es expulsada al espacio queda comprimida en una fracción del tamaño original de la estrella, lo que las convierte en los objetos más densos del universo que no son agujeros negros.
Las estrellas de neutrones también tienen campos magnéticos ridículamente potentes, que envían corrientes de partículas al espacio a lo largo de sus polos. En el caso de los púlsares, su rotación hace que estas corrientes de partículas también giren, lo que a los astrónomos les parece una señal repetitiva.
ASKAP J1935+2148 parece encajar en esta categoría, salvo que debería ser imposible que una estrella de neutrones girara tan despacio como lo hace y aún así enviara pulsos. Para hacerse una idea de lo anormal que es esto, los púlsares no suelen tardar más de unos segundos -como mucho- en completar una rotación. (Mientras tanto, la estrella de neutrones más rápida que se conoce gira a una velocidad de vértigo de 716 veces por segundo).
Emisión estelar
El misterioso objeto también presenta tres estados de emisión diferentes, “cada uno con propiedades totalmente distintas de los demás”, explica Caleb. Está la señal de radio intensa, que dura entre 10 y 50 segundos, luego un estado más débil en el que emite un pulso 26 veces más débil que dura sólo un tercio de segundo y, por último, un estado de reposo.
Durante un periodo de ocho meses, los investigadores observaron que los estados de emisión activos evolucionaban, lo que sugiere que puede haber cambios físicos en la zona que produce las emisiones.
Si no se trata de una estrella de neutrones, los investigadores creen que podría ser una enana blanca, el tipo más común de remanente estelar, altamente magnética. Esta posibilidad tampoco está exenta de dilemas: si la enana blanca está realmente tan magnetizada, los astrónomos ya deberían haber detectado otras como ella en las cercanías por lo potentes que son. Pero hasta ahora no se ha detectado ninguna.
Una investigación más profunda del objeto, dijo Caleb, “podría incluso llevarnos a reconsiderar nuestro conocimiento de décadas sobre las estrellas de neutrones o enanas blancas; cómo emiten ondas de radio y cómo son sus poblaciones en nuestra galaxia, la Vía Láctea”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Nature Astronomy.
[FT: scimex]
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Crédito imagen de portada: depositphotos.com
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