Horten Ho 229, construido por los Nazis en la Segunda Guerra Mundial. Ha tenido una gran influencia en la aviación de combate actual.

El Horten Ho 229 es uno de los prototipos de aviones bombarderos más enigmáticos surgidos de la Segunda Guerra Mundial, se considera la primera ala volante con dos motores y con una ingeniería que lo volvía difícil de detectar por radares. Un proyecto secreto innovador de los Nazis tomado por EE. UU. durante la Operación Paperclip, al final de la guerra. Su diseño de ala volante furtiva todavía se nota vigente en recientes desarrollos de aviación militar de alta tecnología.

Fue construido por Reimar y Walter Horten en 1944, su diseño no se parecía a ningún otro avión de la Segunda Guerra Mundial. Tenía una cualidad de avión furtivo, con materiales absorbentes de ondas de radar (RAM), esto lo hacía invisible para sistemas de detección.

Crédito: FockeWulf FW 190 / Wikimedia commons

Características insólitas

• Marco de acero y plywood (madera contrachapada);
• Podía llegar hasta 16.000 m de altura;
• Velocidad máxima de 977 km/h;
• Capaz de viajar una distancia de 1.900 km;
• Peso vacío de 10.138 lb;
• Equipado con cuatro cañones;
• Podía cargar 4.408 lb en bombas.

Este tipo de ala volante es difícil de construir bien, ya que, eliminando la cola, el bombardero podría desestabilizarse en el aire. No obstante, si se logra un prototipo óptimo la aeronave es excepcional: la forma plana y delgada ofrece menos resistencia y la hace más ligera y veloz. Asimismo, la falta de aletas de cola, evita el rebote de las ondas de radar.

El Horten Ho 229 en el Instituto Smithsoniano. Crédito: Erik Charlton / Flickr.

Horten Ho 229 y su influencia en diseños actuales

Se dice que el famoso avión furtivo B-2 Spirit de la empresa Northrop fue influenciado por el Horten Ho 229, aunque hay que tener en cuenta que esa empresa Northrop ya venía trabajando en prototipos de alas volantes de ataque. Sin embargo, ninguno fue tan exitoso como el prototipo de los Nazis.

El B-2 Spirit, de 1988, muy similar al Horten Ho 229, contiene tecnología furtiva y es capaz de penetrar una fuerte artillería antiaérea. Todavía se encuentra en servicio (Public domain).

Otro diseño parecido es el del Lockheed F-117 Nighthawk. Fue desarrollado como un proyecto negro (Black Project) ultrasecreto de Skunk Works, una división de la corporación Lockheed Martin (de la Fuerza Aérea de EE. UU.):

El F-1117 Nighthawk (public domain).

Entre los recientes desarrollos de alta tecnología está un diseño de la misma Northrop, con una ingeniería de alas en forma de flecha y la inclusión de armas láser:

Crédito: Northrop Grumman.

Otro ejemplo de la influencia del bombardero Nazi se puede observar en el concepto usado por el MIT y la NASA para construir nuevos tipos de alas de avión. En esta última investigación se observa la forma plana y aerodinámica clásica, y está enfocada en alas ensambladas con cientos de diminutas piezas. Estas nuevas alas son flexibles y pueden cambiar de forma para adaptarse a los tipos de vuelos:

Crédito: Eli Gershenfeld, NASA Ames Research Center.

El científico de la NASA, Al Bowers, es un gran admirador del Horten Ho 229 y ha construido prototipos basados en los principios de los Horten. Un ejemplo es el Prandtl-d, un ala volante explorador que podría llegar a Marte.

Rusia también está trabajando en nuevos aviones de combate con claras influencias del ala volante, como este proyecto de avión de combate capaz de disparar y lanzar ojivas nucleares ¡desde el espacio!:

Imagen de dominio público.

Este prototipo de ala volante de los Nazis fue innovador en 1944 y una de las piezas tecnológicas más importantes confiscadas por el ejército de EE. UU. durante la Operación Paperclip. Como vimos en estos posteriores diseños, ha ejercido una gran influencia.

Referencias: AirSpaceMag / WarHistoryOnline / BBC.

Tenemos algo para decirte: Visítanos en Facebook. Únete a la discusión en nuestra comunidad en Telegram. Y si te es posible, apoya nuestro trabajo invitándonos un café. ¡Te lo agradecemos!