Posee más de 23 millones de dígitos, y como le llaman este número «es una bestia». Sin embargo, para los matemáticos, este último descubrimiento es algo demasiado hermoso, se trata del número primo más grande jamás encontrado.
Para simplicar las cosas, ha sido denominado como M77232917, debido a que está cifra gigantesca puede ser obtenida al calcular dos con la potencia de 77,232,917 y restando uno, generando una larga cadena de 23,249,425 dígitos. Cabe resaltar que en enero de 2016 se logró hacer otro gran descubrimiento relacionado, pero la actual cifra supera en casi un millón de dígitos al anterior registro.
El número pertenece a un raro grupo de los llamados números primos de Mersenne, que llevan el nombre del monje francés del siglo XVII Marin Mersenne. Al igual que cualquier número primo, un primo Mersenne es divisible solo por sí mismo y uno, pero se deriva al multiplicar dos juntos una y otra vez antes de quitar uno.
De acuerdo a las declaraciones de Chris Caldwell, profesor de matemáticas que dirige un sitio web con los números primos más grandes de la Universidad de Tennessee en Martin: «Estoy muy sorprendido de que se haya encontrado así de rápido; esperábamos que tomara más tiempo. Es como encontrar gatos muertos en el camino. No esperas encontrar dos tan cerca uno del otro».
Esta proeza fue lograda gracias a la colaboración de Great Internet Mersenne Prime Search (Gimps), aprovechando el poder computacional numérico de las diversas computadora de muchos voluntarios en el mundo. Luego del hallazgo, cuatro potentes computadora lograron verificar el número. Estas computadoras confirmaron el resultado, tomando entre 34 y 82 horas cada una.
El poder hallar el M77232917 tomó seis días completos de cálculos numéricos por computadora, utilizando el ordenador adaptado de Jonathan Pace, un ingeniero eléctrico de 51 años de Germantown, Tennessee. Pace compara a los número primos con los diamantes y con obras de arte, debido a gran valor y que son muy complicado de encontrar.
Según Curtis Cooper, profesor de matemáticas en la Universidad de Central Missouri: «Descubrir nuevos números primos, que son cosas que puedes tocar, es la realización de mi amor por las matemáticas. Ese es el atractivo para mí», dijo. Cooper estuvo trabajando durante 14 años en un proyecto similar, encontrando un número primo de Mersenne en 2016.
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