Por CodigoOculto.com Un planeta ubicado a 111 años luz podría ser una «versión ampliada de la Tierra» y posiblemente albergaría vida extraterrestre, según una nueva investigación.
El exoplaneta distante ha sido denominado K2-18b y ha sido descrito como una potencial «supertierra», un gran planeta rocoso que podría sustentar la vida.
Este gran cuerpo espacial orbita dentro de la zona habitable de su estrella, lo que significa que existe la posibilidad de que pueda contener agua líquida en su superficie, que es un componente clave para la posibilidad de vida tal como la conocemos.
El nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Texas, Scarborough y la Universidad de Montreal, Canadá, se llevó a cabo utilizando datos del Observatorio Europeo Austral (ESO).
También descubrieron por primera vez que el planeta tiene un vecino, llamado K2-18c. Ambos planetas orbitan alrededor de la estrella enana roja K2-18, que está a 111 años luz de la Tierra en la constelación de Leo.
El autor principal, Ryan Cloutier, de la Universidad de Montreal, dijo: «Ser capaz de medir la masa y la densidad de K2-18b fue tremendo, pero descubrir un nuevo exoplaneta fue afortunado e igualmente emocionante».
Los investigadores se propusieron a descubrir si K2-18b era rocoso, como la Tierra o gaseoso como Neptuno. Para esto se usó el instrumento High Accuracy Radial Velocity Planet Searcher (Harps) para analizar K2-18b.
La herramienta logró medir la «velocidad radial» de las estrellas, que se ve afectada por la presencia de planetas.
Descubrieron que el planeta podría ser mayormente rocoso con una atmósfera gaseosa, como la Tierra, solo que más grande, aunque puede tratarse de un planeta principalmente acuático con una gruesa capa de hielo, sin embargo se necesita más investigación.
El planeta recién descubierto está más cerca de su estrella, lo que significa que es probable que sea demasiado caliente para mantener la vida.
La atmósfera de K2-18b será explorada más adelante por el telescopio espacial James Webb Space de la NASA cuando sea lanzado en 2019.
El coautor del estudio, el profesor René Doyon, también de la Universidad de Montreal, agregó: «Hay mucha demanda para usar este telescopio, por lo que debe ser meticuloso al elegir qué exoplanetas mirar. K2-18b es ahora uno de los mejores objetivos para el estudio atmosférico, está llegando a la cima de la lista».
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