Un equipo de arqueólogos ha descubierto un cementerio de mascotas de casi 2.000 años de antigüedad con los restos de perros, monos y decenas de gatos en el antiguo asentamiento de Berenice, una ciudad egipcia del mar Rojo que floreció hace 2.000 años.
Descubiertas tumbas de animales
Los arqueólogos realizaron el hallazgo cuando se encontraban excavando una antigua ciudad portuaria militar cercana en una zona conocida como el «Antiguo vertedero de basura romano». Como han observado los investigadores, la cuidadosa forma en que los animales fueron amorosamente enterrados y depositados demuestra que éste era expresamente un cementerio para mascotas. Curiosamente, los animales enterrados como parte de un ritual religioso o espiritual por lo general incluyen objetos enterrados con ellos, pero la mayoría de los animales hallados recientemente en Berenice no tenían ajuar funerario.
Según el Smithsonian, sólo algunos animales llevaban todavía collares de hierro cuando fueron depositados para su descanso definitivo, y las tumbas de dos gatos jóvenes incluyen cuentas de cáscara de huevo de avestruz. Algunos de los cuerpos de los animales fueron cobijados bajo esterillas o vasijas cerámicas, señal de que fueron enterrados deliberadamente en lugar de ser desechados como basura, según sostienen los arqueólogos.
Marta Osypińska, de la Academia Polaca de Ciencias y autora del informe sobre el hallazgo publicado en la revista Antiquity, explica que no es inusual descubrir animales enterrados en el antiguo Egipto, aunque la mayoría de ellos eran sepultados junto con sus dueños o cerca de ellos. En este caso, sin embargo, sólo se han descubierto unos pocos entierros dobles de este tipo: «Aparte de las inhumaciones animales individuales, tres de los enterramientos contenían dos animales,» comentaba Osypińska para IBT, añadiendo a continuación que, “Hasta ahora, la única especie encontrada en estos entierros dobles es el gato, y significativamente, siempre albergan un adulto y un pequeño.” En total se han descubierto los restos de 86 gatos en el cementerio de animales de Berenice.
La industria del culto a los animales en el antiguo Egipto
Osypińska sugiere que se mataban y momificaban gatos durante este período a un nivel casi industrial, aunque el asentamiento de Berenice indica que los animales domésticos también recibían entierros cuidadosos cuando morían de forma natural. Como Liz Leafloor informó anteriormente, millones y millones de momias de animales han sido descubiertas en los oscuros túneles de piedra excavados bajo la ubicación de la más antigua pirámide de Egipto. Los asombrosos montones de restos de animales conservados no sólo dan testimonio de un importante fenómeno cultural y religioso, sino que también nos hablan de la gigantesca industria que operaba para mantener una fuente de constantes ofrendas a los dioses.
Las catacumbas de Saqqara servían como lugares del entierro para las ofrendas de animales realizadas al dios con cabeza de chacal, Anubis. Millones de perros sacrificados y momificados a esta deidad canina eran sólo una parte de una práctica más amplia de cultos a animales sagrados. ¿Por qué perros? Durante la primera dinastía (3100-2890 a. C.) se creía los animales sagrados eran los avatares o manifestaciones de sus correspondientes dioses –en este caso, los cánidos eran vistos como la encarnación de Anubis.
Salima Ikram, arqueóloga y profesora de Egiptología en la Universidad Americana de El Cairo, explica que los egipcios creían que «matar al mejor amigo del hombre» garantizaba que Anubis acompañaría al difunto desde este mundo al más allá. Se creía de este modo que los perros eran ofrendas votivas para el dios con cabeza de Chacal. Cuanto mejor era la calidad de la ofrenda, mayor era el favor que el donante podía llegar a recibir de Anubis.
También se han hallado repetidamente figuras y dijes de bronce entre los montones de restos de animales. Estos valiosos objetos podrían haber representado la piedad personal, el cumplimiento de un voto, un regalo depositado en agradecimiento, o haber servido como soborno, según Ikram. Cabe reseñar, sin embargo, que ninguno de los restos de animales se ha encontrado decorado o preparado de igual manera que las antiguas momias humanas egipcias famosas en todo el mundo.
El asentamiento de Berenice, «en medio de la nada»
El reciente hallazgo podría no ser el primer descubrimiento que apunta a que los antiguos egipcios tenían animales domésticos, pero sin duda destaca la importante cantidad de tiempo que invertían los antiguos egipcios y romanos para cuidar de estos animales, como Steven Sidebotham, investigador de la Universidad de Delaware que dirigió las excavaciones de Berenice, sugiere: «Berenice se encontraba en medio de la nada», afirmaba Sidebotham, señalando que el lugar era tan remoto y duro que la mayor parte de la comida era importada desde cientos de millas de distancia. «Lo que lo hace único es que [a pesar] de las circunstancias muy duras en las que vivían estas personas, todavía conseguían encontrar el tiempo y el esfuerzo para tener con ellos animales de compañía», añadía el investigador [vía Smithsonian].
En definitiva, Osypińska escribe en su estudio publicado en la revista Antiquity que el cementerio de animales hallado en Berenice constituye un ejemplo único de tumbas de animales domésticos en la época romana. El cuidadoso tratamiento de los cuerpos sugiere una relación emocional entre seres humanos y animales domésticos, tal y como la conocemos hoy en día, un hecho que cuestiona abiertamente la falsa suposición de que tener mascotas es sólo un fenómeno moderno.
Este artículo fue publicado anteriormente en Ancient Origins en español y ha sido publicado nuevamente en CodigoOculto.com con permiso.
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