El anuncio el pasado enero por parte de un equipo de astrónomos del Instituto de Tecnología de California-Caltech (Pasadena, EE.UU.) de la posible existencia de un nuevo y gigantesco planeta en los confines del Sistema Solar, popularmente llamado Planeta X o Planeta 9, llamó la atención del público en general y puso en guardia a la comunidad científica. El estudio se basaba en cálculos matemáticos sobre las órbitas de seis lejanos cuerpos del cinturón de Kuiper, que parecen girar en torno a un enorme objeto desconocido.
Ahora, un grupo de la Universidad de Lund, en Suecia, ha lanzado una nueva propuesta sobre la identidad de ese misterioso mundo. Según un estudio publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, se trata de un exoplaneta, es decir, un mundo más allá de nuestro Sistema Solar, que fue robado a su estrella original por nuestro Sol en su juventud, hace unos 4.500 millones de años, sin ser detectado desde entonces.
«Es casi irónico que mientras los astrónomos buscan exoplanetas a cientos de años luz de distancia, en otros sistemas solares, sea probable que haya uno escondido en nuestro propio patio trasero», dice Alexander Mustill, uno de los autores de la investigación.
Las estrellas nacen en cúmulos y con frecuencia pasan de unos a otros. Es durante estos encuentros que una estrella puede «robar» uno o más planetas en órbita alrededor de otra estrella. Esto es probablemente lo que sucedió cuando nuestro propio Sol capturó al Planeta 9, según Mustill.
En un modelo simulado por ordenador, los investigadores demostraron que el Planeta 9 fue probablemente capturado por el Sol cuando se acercaba mientras orbitaba otra estrella. «El Planeta 9 puede muy bien haber sido ’empujado’ por otros planetas, y cuando terminó en una órbita que era demasiado amplia en torno a su propia estrella, nuestro Sol pudo haber tenido la oportunidad de arrebatárselo a su estrella original. Cuando el Sol se apartó del cúmulo estelar en el que nació el Planeta 9, este quedó atrapado en una órbita alrededor del Sol», explica el astrónomo.
«Todavía no hay una imagen del planeta 9, ni siquiera un punto de luz. No sabemos si se compone de roca, hielo o gas. Todo lo que sabemos es que su masa es probablemente alrededor de diez veces la masa de de la Tierra», continúa.
Se requiere mucha más investigación antes de que se pueda determinar si el Planeta 9 es el primer exoplaneta en nuestro sistema solar. Si la teoría es correcta, Mustill cree que el estudio del espacio y la comprensión del Sol y la Tierra darán un salto de gigante. Además, quizás la definición de un planeta extrasolar o exoplaneta como un planeta situado fuera del sistema solar ya no sea viable.
¿Y por qué no un viaje hasta allí? «Este es el único exoplaneta que, siendo realistas, seríamos capaces de alcanzar con una sonda espacial», concluye.
El estudio ha sido publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
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