Heracleion, también conocida como Tonis, fue una antigua ciudad egipcia situada cerca de Alejandría cuyas ruinas están localizadas en la Bahía de Abu Quir, actualmente a 2,5 kilómetros de la costa y aproximadamente a 30 metros por debajo del agua. Su origen legendario se remonta al siglo XII a. C., y es mencionada por historiadores griegos antiguos.
Heracleion fue construido originalmente sobre varias islas del delta del Nilo y estaba comunicada internamente por canales. Su gran número de muelles y su fondeadero eran solo comparables con su ciudad hermana: Naucratis. Finalmente Alejandría acabó reemplazando a Heracleion como ciudad más importante.
Franck Goddio, arqueólogo subacuático francés, descubrió en el río Nilo en el año 2000 los restos de la «Atlántida egipcia», las ciudades de Tonis-Heracleion y Canopo, hundidas hace más de 1000 en el Mediterráneo.
Profundizando en la historia, Heracleion jugó un papel fundamental en el gran tapiz del pasado de Egipto. Al servir como puerta de entrada al Mediterráneo, la ciudad era un nexo de comercio internacional y un crisol cultural. Comerciantes de Grecia, Egipto y más allá convergieron aquí, intercambiando bienes e ideas y dejando su huella indeleble en el patrimonio de la ciudad.
El redescubrimiento submarino de la ciudad ha sacado a la luz una asombrosa variedad de artefactos y reliquias, cada una de las cuales es una pieza del rompecabezas que nos permite reconstruir el pasado. Desde colosales estatuas de dioses y faraones hasta joyas y cerámica intrincadamente adornadas, cada hallazgo cuenta una historia de la otrora vibrante existencia de Thonis. Es como si nos hubieran dado una ventana a una época pasada, permitiéndonos ser testigos de la vida cotidiana y las aspiraciones de sus habitantes.
Uno no puede evitar maravillarse ante la artesanía y el arte de los antiguos egipcios, conservados notablemente bien a pesar de siglos sumergidos bajo el mar. Estos hallazgos también arrojan luz sobre las prácticas espirituales y culturales de la ciudad, ofreciendo un vistazo a las creencias y rituales de su gente.
Heracleion o Tonis
Profundizando en la historia, Heracleion o Tonis jugó un papel fundamental en el gran tapiz del pasado de Egipto. Al servir como puerta de entrada al Mediterráneo, la ciudad era un nexo de comercio internacional y un crisol cultural. Comerciantes de Grecia, Egipto y más allá convergieron aquí, intercambiando bienes e ideas y dejando su huella indeleble en el patrimonio de la ciudad.
El redescubrimiento submarino de la ciudad ha sacado a la luz una asombrosa variedad de artefactos y reliquias, cada una de las cuales es una pieza del rompecabezas que nos permite reconstruir el pasado. Desde colosales estatuas de dioses y faraones hasta joyas y cerámica intrincadamente adornadas, cada hallazgo cuenta una historia de la otrora vibrante existencia de Heracleion. Es como si nos hubieran dado una ventana a una época pasada, permitiéndonos ser testigos de la vida cotidiana y las aspiraciones de sus habitantes.
Los esfuerzos arqueológicos en curso en Heracleion continúan arrojando nuevas revelaciones, pintando una imagen más completa del pasado de esta antigua ciudad. Los investigadores reúnen meticulosamente las pistas que encuentran, esforzándose por descubrir los secretos enterrados bajo las olas.
El redescubrimiento de Heracleion es un testimonio de la perdurable curiosidad de la humanidad. Sirve como recordatorio de las historias no contadas que permanecen ocultas bajo la superficie de la Tierra y en lo profundo de nuestros océanos. A medida que nos aventuramos más en los reinos de lo desconocido, ¿quién sabe qué otros tesoros y misterios nos aguardan, esperando ser desenterrados y llevados a la luz de la comprensión?
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