¿Cuántas veces hemos escuchado la frase «la realidad supera la ficción»? Pues, una vez más así es, y es que pronto podremos usar una armadura estilo «Iron Man», que será capaz de aumentar la fuerza física de las personas, además de volverlos incansables.

Los exoesqueletos no son algo nuevo. Desde hace años se ha trabajado en este tipo de tecnologías especializadas para personas con problemas motores. Sin embargo, este nuevo prototipo parece sacado de una película de ciencia ficción.

Una armadura que nos vuelve súper héroes

El traje de SuitX aumentaría la fuerza y disminuiría el cansancio al mínimo. Cortesía: SuitX

El exoesqueleto se encuentra en desarrollo por la empresa californiana SuitX. Su fundador, el Director del Laboratorio de Robótica e Ingeniería Humana de la Universidad de California, Homayoon Kazerooni, declaró que está totalmente convencido que este producto estará disponible comercialmente en cualquier ferretería del mundo en pocos años.

Pero ¿De qué se trata esta «armadura estilo Iron Man»? En palabras sencillas, un exoesqueleto es un dispositivo externo que se encarga de sostener, cubrir y proteger el cuerpo de una persona, otorgándole niveles de fuerzas que ésta no es capaz de producir por sí sola.

Un ejemplo de ello son las personas con problemas motores que les impiden mover alguna extremidad, o el cuerpo en general. El exoesqueleto genera la energía necesaria para que el usuario sea capaz de realizar algún movimiento que le es imposible por medios convencionales.

Normalmente funcionan con baterías y a través de computadoras, incorporando motores e hidráulica. Aunque también existen otros modelos más «pasivos» que trabajan mediante muelles y amortiguadores.

Adrian Spragg, experto tecnológico en la consultora de gestión Accenture, explica que la combinación de humanos y máquinas nos abre un mundo nuevo de oportunidades.

Actualmente, este tipo de aplicaciones se limitan a la rama militar o médica. Sin embargo, en los últimos años se ha visto que se puede emplear en otras utilidades.

Empresas manufactureras se han abocado a este avance tecnológico, adquiriendo exoesqueletos para sus trabajadores.

También se han estado desarrollando otras versiones que puedan ayudar a personas comunes a realizar tareas del día a día; desde pintar una pared hasta ir al supermercado.

Trabajadores incansables

El guante de BioServo asumiría parte de la fuerza empleada para levantar o sujetar algo. Cortesía: SuitX

De acuerdo a un informe presentado el año pasado, las ventas de este tipo de armaduras se dispararon considerablemente.

Un estudio de ABI Research asegura que se espera que los ingresos mundiales por ventas de exoesqueletos se incrementen hasta 6.800 millones de dólares para el 2030.

Las armaduras de SuitX se encuentran en fase de pruebas por fabricantes automotrices de General Motors y Fiat. Kazerooni, afirmó que el principal beneficio de su producto es eliminar la fatiga muscular.

La empresa ha demostrado que el impacto muscular en espaldas, hombros y rodillas se disminuye hasta un 50%. Si el cansancio muscular desciende aún más, se suprimiría totalmente el riesgo de lesiones musculares.

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En pocas palabras, la producción en fábricas aumentaría. Además los costes de seguros serían mucho menores y los reposos laborales por lesiones se reducirían al mínimo. Eso quiere decir que los costos operativos se reducirían drásticamente.

Otro producto que se encuentra probando en la compañía General Motors es un guante exoesqueleto a batería desarrollado por la empresa sueca BioServo.

«Iron Hand», un claro guiño al súper héroe de Marvel, posee sensores y motores en cada falange de los dedos, los cuales responden automáticamente al nivel de fuerza que la persona aplica a su mano al levantar o agarrar algo. De esta manera, el guante asume parte del esfuerzo necesario.

BioServo asegura que serán capaces de hacer que el guante aumente la fuerza de la mano hasta en un 20% por períodos de tiempo prolongados.

Una nueva era industrial

Los exoesqueletos ayudarían a la industria a mejorar en casi todos sus aspectos productivos. Cortesía: SuitX

MyPlanet, una empresa canadiense de software que ha realizado diversos estudios sobre la implementación de exoesqueletos, afirmó a través de su director, Jason Cottrell, que este es solo «el comienzo» de un nuevo mercado.

Cottrell argumentó que las industrias como la manufacturera y la agricultura siempre han requerido mucha mano de obra que genera una gran cantidad de agotamiento físico y riesgo de lesiones permanentes.

Los nuevos dispositivos soportarán la estructura de una persona mientras realizan el trabajo, cambiando totalmente el funcionamiento industrial.

Otra empresa que ha decidido probar los exoesqueletos es Delta Airlines; la aerolínea anunció en 2019 que se encontraba probando un dispositivo de cuerpo entero desarrollado por Sarcos Robotics, de Utah.

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El personal de manipulación de mercancías, mantenimiento y apoyo serían los encargados de probar el traje, ayudándolos a levantar pesos de hasta 90 kilogramos durante las 8 horas de jornada laboral.

Pero la función de estos dispositivos no se limitaría sólo a la fuerza física; los sistemas más avanzados utilizan Inteligencia Artificial, los que permiten a los trajes aprender y adaptarse por sí solos a las tareas.

(Public domain)

Sandra Wachter, investigadora principal de Inteligencia Artificial en la Universidad de Oxford, comentó que estos trajes son una gran herramienta, siempre y cuando se usen con precaución.

La profesora aseguró que este tipo de avance tecnológico es positivo para la salud, seguridad y trabajo. Las máquinas deberían facilitar la vida de las personas.

Sin embargo, existen ciertos inconvenientes; la robótica puede usarse para vigilar a los trabajadores.

Los trajes pueden registrar cada movimiento de las personas: ¿A qué velocidad haces tu trabajo? ¿Cuántas veces te detienes al día? Esos datos pueden ser comparados para ser puntuados, lo que significaría nuevos métodos de despidos.

Obviamente aún falta mucho para ver «Iron Man’s» caminando por la calle; las baterías actuales no tienen la capacidad de resistir prolongadamente su funciones y los rangos de movimientos son limitados. Además está el factor precio, pues cada traje podría costar hasta 45.000 dólares. Pero no cabe duda de que muchos se animarán a probar los exoesqueletos y quizá algunas compañías los adquiera para «aumentar» la producción de sus trabajadores.

Por: Erick Sumoza, redactor de CodigoOculto.com