Puede parecer imposible, sin embargo una nave espacial ha descubierto que la Tierra ha estado recibiendo tormentas de polvo desde Marte.
La nave espacial Juno de la NASA descubrió accidentalmente un extraño fenómeno mientras volaba a Júpiter: nubes de polvo en rápido movimiento, alejándose de Marte, están bombardeando todo el sistema solar interior, incluida la Tierra.
Un equipo de científicos de la NASA se dieron cuenta por primera vez de este fenómeno cuando corrientes de partículas, que originalmente confundieron con una fuga de combustible, bloquearon las cámaras de mapas estelares de Juno, según informa un comunicado de prensa.
Resulta que los senderos inusuales eran en realidad trozos de la propia Juno junto con el polvo marciano, azotando todo el sistema solar interior, que los despedazó. El peligroso descubrimiento, además de ser un acto inusual de agresión interplanetaria, podría ayudar a la NASA y a otras agencias a trazar cursos más seguros a través del sistema solar.
Marte, culpable de «bombardear» el sistema solar interior
Los científicos ya sabían que había nubes de polvo en órbita alrededor del Sol, pero asumieron que provenían de asteroides o cometas distantes y gradualmente se abrieron camino hacia el sistema solar interior.
Pero la investigación de la NASA , publicada el martes en The Journal of Geophysical Research: Planets, utilizó las cámaras de Juno para rastrear la distribución y trayectoria de las nubes de polvo y reveló que el culpable es en realidad Marte. Y hay tanto polvo, descubrieron los científicos, que incluso llega a la atmósfera de la Tierra.
Un nuevo video de la NASA describe el hallazgo:
Afortunadamente, Juno y sus paneles solares están bien, a pesar del polvo que se desprende de ellos mientras bombardea la nave espacial a velocidades extremadamente altas.
Juno, que actúa como un canario proverbial, podría ayudar a mantener a salvo las futuras naves espaciales ahora que la NASA comprende mejor estos polvos cósmicos y de dónde provienen. Las pequeñas partículas aún pueden tener un gran impacto, por lo que las agencias espaciales probablemente intentarán usar esta investigación para evitarlas por completo la próxima vez que lancen una misión.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en The Journal of Geophysical Research: Planets.
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