Un equipo de astrónomos ha descubierto un “túnel interestelar” en nuestro vecindario solar, y podría formar parte de una red que se extiende por toda la galaxia.
Astrónomos afirman haber descubierto un “túnel interestelar” en nuestro vecindario solar que podría conducir a otros sistemas estelares.
Según se detalla en un nuevo estudio publicado en la revista Astronomy & and Astrophysics, el túnel forma parte de una enorme estructura de gas caliente con un radio de cientos de años luz que rodea nuestro sistema solar, conocida como la Burbuja Caliente Local. Es más, los hallazgos sugieren que podría conectarse con una burbuja cercana e incluso mayor.
A partir de los numerosos datos recogidos por el telescopio eROSITA, el primer observatorio de rayos X situado totalmente fuera de la atmósfera terrestre, los investigadores generaron un modelo tridimensional de toda la LHB, confirmando algunas características que los astrónomos habían predicho, pero descubriendo también otras totalmente nuevas.
Michael Freyberg, astrónomo del Max Planck Institute for Extraterrestrial Physics, dijo en un comunicado:
“Lo que no sabíamos era la existencia de un túnel interestelar hacia Centaurus, que abre una brecha en el medio interestelar más frío”.
El predecesor del telescopio espacial:
“Esta región destaca con gran nitidez gracias a la sensibilidad muy mejorada de eROSITA y a una estrategia de sondeo muy diferente a la de ROSAT”.
Vivir en una burbuja
La existencia del LHB, o simplemente la Burbuja Local, se propuso por primera vez hace más de cincuenta años para explicar la omnipresencia de la radiación de rayos X de fondo. Dado que el espacio entre los sistemas estelares está lleno de nubes difusas de gas y polvo conocidas como medio interestelar -el material que se fusiona para formar estrellas-, estas emisiones de rayos X de baja energía deberían haber sido absorbidas mucho antes de que pudiéramos detectarlas.
Pero, ¿y si nuestra zona cósmica estuviera vacía por alguna razón? Eso sería la Burbuja Local. Los astrónomos creen que se formó hace unos catorce millones de años, cuando una cadena de supernovas expulsó todo el material interestelar cercano, creando una cavidad de unos 1.000 años luz de diámetro. Como prueba, hoy podemos ver restos de estas supernovas.
La idea se ha enfrentado a retos; hace décadas, surgió la idea de que una interacción entre los vientos solares de nuestro Sol y la atmósfera exterior de nuestro planeta podría producir emisiones de rayos X similares, según los investigadores. Pero la idea se ha visto respaldada en los últimos años con observaciones de cúmulos de estrellas nacientes que se forman en la frontera de esta burbuja.
La punta del iceberg
Los autores sugieren que el túnel interestelar podría formar parte de toda una red del medio interestelar que se extiende por la Vía Láctea, formada por explosiones de energía liberadas por las estrellas.
Junto con el túnel interestelar, el modelado detallado de la Burbuja Local reveló un gradiente de temperatura a través de la estructura, con la región norte notablemente más caliente que la sur.
Esto sugiere que puede haber habido supernovas más recientes que expandieron la burbuja y recalentaron su material, quizá en los últimos millones de años.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Astronomy & and Astrophysics.
[FT: phys.org]
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Crédito imagen de portada: depositphotos.com
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