3I/ATLAS: se detecta la primera evidencia de una aceleración no gravitacional en su acercamiento al Sol
Publicado el 30 Oct 2025
© Imagen: GPT-5. Edición: codigooculto.com

El paso por el perihelio de 3I/ATLAS dejó un dato que, de confirmarse, lo convertiría en un objeto excepcional: una aceleración apreciable que no se explica solo con la gravedad. Sobre esa base, el artículo de Avi Loeb examina qué midieron los dinamistas del Laboratorio de Propulsión a Chorro de NASA (JPL), por qué esa señal importa y qué predicciones concretas se desprenden para las semanas y meses posteriores al perihelio, cuando observatorios solares y telescopios terrestres pueden poner a prueba hipótesis físicas específicas sin recurrir a conjeturas gratuitas.

Contexto y señal reportada

El análisis parte de un ajuste orbital comunicado por Davide Farnocchia (Jet Propulsion Laboratory), en el que emergen términos no gravitacionales distintos de cero en el plano orbital alrededor del perihelio de 3I/ATLAS, a una distancia aproximada de 1.36 unidades astronómicas del Sol. En ese marco, la solución sugiere dos componentes: una aceleración radial (en dirección opuesta al Sol) y otra transversal (perpendicular al radio-vector), de magnitudes comparables pero no idénticas. Que el mejor ajuste requiera ambos términos indica que la trayectoria real se aparta, aunque sea modestamente, del movimiento puramente kepleriano esperado para un cuerpo pasivo.

Más allá de los detalles de ajuste, el mensaje físico es claro: si la señal persiste con más datos, algo está ejerciendo un empuje adicional sobre 3I/ATLAS. La pregunta central pasa a ser, entonces, cuál es el agente de ese empuje y con qué eficiencia opera en el entorno térmico y radiativo del perihelio.

Qué significa “aceleración no gravitacional”

En cometas ordinarios, las aceleraciones no gravitacionales suelen atribuirse a un efecto cohete: la sublimación de hielos produce chorros de gas que, al escapar, transfieren momento lineal al núcleo. El patrón direccional y la tasa de producción determinan si la resultante empuja principalmente a favor de la velocidad orbital, en sentido radial o en una combinación de ambos. Detectar tal firma cerca del perihelio no sería, per se, extraordinario; lo extraordinario aquí es que se trate de un objeto interestelar con un conjunto de otros indicios atípicos medidos durante su acercamiento al Sol.

Magnitudes e indicios acompañantes

Según el artículo, la solución del JPL sitúa la aceleración radial en un valor del orden de centenares de kilómetros por día cuadrado y una componente transversal menor pero significativa. En paralelo, la fotometría de instrumentos solares (SOHO, STEREO y GOES-19) durante septiembre y octubre mostró un brillo que creció con una ley de potencia pronunciada con la distancia heliocéntrica, y un color que, cerca del perihelio, tendió a volverse azul-verdoso, incluso “más azul que el Sol“. Este último rasgo es llamativo, porque el polvo que suele dominar la reflectancia cometaria introduce tendencialmente enrojecimiento; una cromaticidad más azul sugiere procesos o composiciones que merecen escrutinio.

Que coexistan una aceleración no gravitacional y una evolución de brillo y color inusuales no prueba causalidad, pero sí invita a formular hipótesis contrastables que conecten dinámica, actividad y propiedades ópticas en un mismo cuadro físico.

Una pila de 134 imágenes del objeto interestelar 3I/ATLAS en su perihelio, tomadas por el satélite WFI3 de PUNCH el 29 de octubre de 2025

Una pila de 134 imágenes del objeto interestelar 3I/ATLAS en su perihelio, tomadas por el satélite WFI3 de PUNCH el 29 de octubre de 2025. Crédito de imágenes: kwalsh4a, Marshall Eubanks

Hipótesis de trabajo y predicciones

El artículo plantea dos familias de explicaciones:

La primera, conservadora, es la sublimación: si 3I/ATLAS estuviese expulsando volátiles con velocidades de eyección del orden de centenares de metros por segundo, la resultante acumulada podría generar la aceleración inferida. De ese escenario se deriva una predicción cuantitativa sencilla: para sostener el empuje neto durante semanas, el objeto tendría que perder una fracción apreciable de su masa en un horizonte de meses. En términos prácticos, ello implicaría la formación de una envoltura gaseosa y posiblemente un coma visible en las imágenes de alta sensibilidad posterior al perihelio. En noviembre y diciembre deberían detectarse, entonces, signos inequívocos de actividad persistente si el empuje proviene de un efecto cohete robusto.

La segunda familia de explicaciones es deliberadamente especulativa: un mecanismo artificial capaz de generar empuje. Loeb no lo postula como conclusión, sino como recordatorio de que, si los datos futuros descartaran la sublimación sostenida y aun así se mantuviese una aceleración no gravitacional con morfología incompatible con chorros naturales, la discusión debería abrirse a alternativas menos convencionales. Esta ruta exige estándares de evidencia más altos y, por ello mismo, hace hincapié en predicciones observacionales claras que permitan falsarla rápido.

Cómo y dónde poner a prueba las ideas

Una virtud del planteo es su énfasis en tests cercanos en el tiempo. Por un lado, las plataformas solares y helicentradas que ya monitorearon el incremento de brillo pueden seguir la evolución fotométrica y cromática de 3I/ATLAS tras el perihelio. Cambios en la ley de brillo, aparición de colas iónicas o anti-colas, o transiciones rápidas de color ofrecerían claves sobre la composición de volátiles, el tamaño de granos y la geometría de emisión.

Por otro, telescopios terrestres con buena resolución espectral pueden buscar firmas de emisiones moleculares características de la sublimación (por ejemplo, bandas de CN o C2) y cuantificar tasas de producción. La consistencia entre esas tasas y la magnitud del empuje dinámico exigido por el ajuste orbital es un chequeo decisivo: si el gas observado no alcanza para explicar la aceleración, la hipótesis cometaria estándar se tensiona. En sentido complementario, la ausencia sostenida de líneas de emisión, junto con una aceleración no gravitacional que se mantiene, también empujaría la interpretación hacia escenarios no habituales.

El artículo menciona además que, por pura geometría de trayectoria, 3I/ATLAS tendrá una distancia mínima a la Tierra en diciembre, lo que amplía la ventana para intentos fotométricos y espectroscópicos desde múltiples longitudes geográficas. Si la actividad cometaria fuese intensa, incluso misiones en ruta en el Sistema Solar podrían medir indirectamente los efectos de una gran pluma de gas, aunque ello depende de alineaciones y sensibilidades instrumentales concretas.

Nuevas imágenes de 3I/ATLAS antes del perihelio tomadas con diversos instrumentos. Panel izquierdo: pila de todos los fotogramas CCOR-1 de 3I/ATLAS (arriba) y una pila equivalente centrada en una estrella cercana en los mismos fotogramas (abajo). Panel derecho: pilas similares de todos los fotogramas HI1 (arriba), COR2 (en medio) y LASCO C3 Clear (abajo). Todas las pilas están alineadas con el norte hacia arriba. Se indican la velocidad heliocéntrica (+v) y las direcciones hacia el sol (⊙) o en dirección opuesta al sol (−⊙).

Nuevas imágenes de 3I/ATLAS antes del perihelio tomadas con diversos instrumentos. Panel izquierdo: pila de todos los fotogramas CCOR-1 de 3I/ATLAS (arriba) y una pila equivalente centrada en una estrella cercana en los mismos fotogramas (abajo). Panel derecho: pilas similares de todos los fotogramas HI1 (arriba), COR2 (en medio) y LASCO C3 Clear (abajo). Todas las pilas están alineadas con el norte hacia arriba. Se indican la velocidad heliocéntrica (+v) y las direcciones hacia el sol (⊙) o en dirección opuesta al sol (−⊙). Crédito de imagen: Q. Zhang y K. Dattams

Implicaciones si la aceleración persiste

Si nuevas soluciones orbitales confirman la aceleración no gravitacional y las observaciones independientes encuentran tasas de producción gaseosa capaces de explicarla, 3I/ATLAS pasaría al registro de cuerpos interestelares que, pese a su origen extrasolar, exhiben comportamientos cometarios clásicos en las cercanías del Sol. Eso ya sería relevante, porque contextualiza a 3I/ATLAS dentro de una población de cuerpos que traen hielos y volátiles desde entornos de formación externos, con lecciones sobre química y termofísica de discos protoplanetarios lejanos.

Si, en cambio, la aceleración se mantiene pero las firmas de sublimación resultan débiles, ausentes o inconsistentes con el empuje requerido, el caso forzaría un replanteo. En ese punto entrarían en juego hipótesis de baja probabilidad a priori y alto impacto explicativo, cuya evaluación tendría que apoyarse en series temporales de alta calidad, modelados de dispersión de luz que reproduzcan la cromaticidad medida y búsquedas sistemáticas de cualquier manifestación electromagnética o dinámica anómala asociada.

Cautela metodológica y criterio

El texto insiste en una norma de buena práctica: las anomalías no deben desecharse porque incomodan a las teorías vigentes. La disciplina progresa cuando un dato recalcitrante obliga a refinar modelos o a ampliar el espacio de hipótesis. Aquí, el camino responsable es simple de enunciar, aunque exigente en ejecución: seguir acumulando mediciones, publicar efemérides y soluciones con sus incertidumbres, propiciar replicación independiente y, sobre todo, derivar predicciones falsables. La anomalía, si es real, crecerá con la evidencia; si es un espejismo estadístico o sistemático, colapsará bajo el peso de nuevos datos.

Conclusión

La posible aceleración no gravitacional de 3I/ATLAS en su perihelio es una invitación a observar con disciplina: medir más y mejor, confrontar números y dejar que la naturaleza decida entre hipótesis. Si la sublimación explica todo, habremos aprendido sobre volatilidad y dinámica en un mensajero de otra estrella. Si no alcanza, la anomalía que quede nos dirá, con la misma elocuencia, que todavía no hemos hecho la pregunta correcta. En cualquiera de los dos casos, el resultado será valioso, porque la ciencia progresa precisamente cuando un objeto obliga a pensar de nuevo.

Referencias: First Evidence for a Non-Gravitational Acceleration of 3I/ATLAS at Perihelion (Fuente).

¿Te gustó este contenido? Te invito a compartirlo con tus amigos. Síguenos en nuestra Página de Facebook, para recibir a diario nuestras noticias. También puedes unirte a nuestro Grupo Oficial y a nuestra comunidad en Telegram. Y si crees que hacemos un buen trabajo, considera apoyarnos.

Por: CodigoOculto.com

Redacción CODIGO OCULTO

Redacción CODIGO OCULTO

Autor

La verdad es más fascinante que la ficción.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Síguenos y únete en nuestras redes sociales

Apoya nuestro trabajo

Con tu ayuda podremos seguir creando contenidos e informándote a diario. Apoya nuestro trabajo. ¡Gracias!

SUSCRÍBETE GRATIS A NOTICIAS

Síguenos en Telegram

Conócenos

Código oculto

La historia y sus misterios, civilizaciones antiguas, Ovnis, Vida extraterrestre, Complots. Información alternativa para liberar mentes. Leer más

Obras registradas

Safe Creative #1803242717113

Sitios recomendados

Exploración OVNI

También te podría interesar…