No es una novedad que el multimillonario Elon Musk es un fanático de Trump. Ahora en un nuevo movimiento de apoyo a su candidato, la red social añadió hashtags inamovibles de Trump 2024 en la parte superior de la lista de tendencias, anuncios de campaña en la pestaña Explorar y banderas estadounidenses en cascada cuando se hace clic en uno de los hashtags.
Es probable que Twitter también haya violado los derechos de autor al copiar una foto de Evan Vucci, fotógrafo de Associated Press, posterior al intento de asesinato y convertirla en un “hashmoji”, como informa The Verge.
Se trata de una situación deprimente, que pone de relieve un giro completo en los intentos anteriores de las empresas de redes sociales de mantenerse al margen de los asuntos políticos, y no es que hayan tenido mucho éxito en esa estrategia.
Adiós a la imparcialidad en Twitter
En lugar de tratar de proporcionar una “plaza digital” para todos, como Musk prometió antes de su adquisición de Twitter en 2022, ahora se ha inclinado totalmente a utilizar la plataforma para promover su propia visión polarizadora del mundo.
En resumen, Musk ha renunciado a la imparcialidad, y este último movimiento completa su descenso de años hacia las teorías conspirativas de grupos extremistas.
Todo un MAGA
A principios de esta semana, surgió la noticia de que Musk estaba donando hasta 45 millones de dólares al mes a un super PAC pro-Trump dirigido por conservadores de Silicon Valley.
En un tuit, felicitó al recientemente anunciado compañero de fórmula de Trump, el senador republicano JD Vance, calificándolo de “excelente decisión”.
Y ahora, al convertir Twitter en una plataforma no oficial -e increíblemente llamativa- de la campaña de Trump, Musk está cerrando el ataúd.
Aunque la red social nunca fue perfecta, Musk la ha dañado extraordinariamente al renunciar a la moderación de contenidos y permitir que florezca el discurso del odio.
Los números pintan un cuadro claro: X está perdiendo usuarios a medida que la gente busca pastos más verdes y menos infestados de bots y racismo.
La compañía también ha tenido grandes problemas con la caída en picado de los ingresos por publicidad, en gran parte impulsada por el terrible comportamiento y la mala gestión de Musk.
Como siempre, no está claro por qué Musk ha puesto todo su empeño en apoyar a un personaje controvertido como Trump. Además, los dos rara vez se han visto cara a cara. Y algo curioso es que Musk no era muy fan de Trump hace algunos años.
En 2020, por ejemplo, Musk llamó a Trump “frío perdedor”. Y en 2022, Trump calificó la adquisición de Twitter por parte de Musk como un acuerdo “podrido” y le acusó de ser “otro artista de la mierda”.
¿Se trata de una cuestión de alineación ideológica, o es que Musk simplemente persigue los beneficios por encima de todo lo demás?
Dado su historial hasta ahora, es probable que sea una mezcla de ambas cosas.
[FT: the byte]
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