Un nuevo estudio considera que la vida extraterrestre es más probable de lo que se pensaba alrededor de las estrellas más comunes del universo, las estrellas enanas M.
Las estrellas más comunes del universo son más pequeñas y frías que nuestro Sol, pero pueden ser mucho más violentas en cuanto a actividades e intensa radiación ultravioleta. Se han encontrado muchos mundos rocosos alrededor de estas estrellas enanas M, pero su comportamiento temperamental hizo que los investigadores cuestionaran su idoneidad para la vida. Un nuevo estudio sostiene que es posible que estos mundos conserven realmente una atmósfera (si siguen una determinada evolución).
El equipo responsable del estudio modelizó planetas desde su origen fundido hasta la formación de una corteza rocosa y una atmósfera. Las simulaciones mostraron que la primera atmósfera que se formaba era destruida por la estrella, pero podía formarse una segunda y los planetas podrían conservarla.
Joshua Krissansen-Totton, profesor asistente de la Universidad de Washinton, dijo en un comunicado:
“Una de las cuestiones más intrigantes en la astronomía de exoplanetas es: ¿Pueden los planetas rocosos que orbitan estrellas enanas M mantener atmósferas que podrían albergar vida?
Nuestros hallazgos dan motivos para esperar que algunos de estos planetas sí tengan atmósferas, lo que aumenta significativamente las posibilidades de que estos sistemas planetarios comunes puedan albergar vida”.
Una idea diferente de habitabilidad
La idea es que, siempre que los planetas estén en la zona habitable y no demasiado cerca de la estrella, deberían ser capaces de formar agua en su atmósfera con suficiente rapidez. Al principio, el planeta fundido estaría cubierto de hidrógeno, que sería expulsado por la estrella, pero en los planetas con una temperatura moderada, el hidrógeno se combinaría con el oxígeno para formar agua.
El agua y otros gases más pesados formarían entonces una atmósfera que, según las simulaciones, sería estable a lo largo del tiempo. Estos planetas más fríos, donde la lluvia se forma rápidamente, tienen una atmósfera más estable.
Los siete planetas del sistema TRAPPIST-1 son ejemplos perfectos de mundos rocosos alrededor de una enana M. El Telescopio Espacial James Webb (JWST) los está estudiando actualmente, pero hasta ahora sólo se han publicado datos sobre los mundos más cercanos – y, como era de esperar, es poco probable que tengan atmósfera.
Krissansen-Totton explica:
“Para el JWST es más fácil observar los planetas más calientes y cercanos a la estrella porque emiten más radiación térmica, que no se ve tan afectada por las interferencias de la estrella. Para esos planetas tenemos una respuesta bastante inequívoca: No tienen una atmósfera densa.
Para mí, este resultado es interesante porque sugiere que los planetas más templados pueden tener atmósferas y deberían ser cuidadosamente escrutados con telescopios, especialmente dado su potencial de habitabilidad”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Nature Communications.
[FT: UW]
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