Existen muchas historias relacionadas a la ufología, unas más extrañas que otras; pero esta implica a un policía que se encontraba desaparecido y fue encontrado más tarde en estado de shock. El policía reveló que había sido secuestrado por extraterrestres.
Encuentro cercano
Esta misteriosa historia ocurrió en Argentina, cerca de la ciudad de General Pico, en marzo de 2006 con el policía Luis Sergio Pucheta, de 31 años y con el grado de cabo.
Ese día, la rutina de Pucheta cambió ligeramente, ya que un compañero le pidió que cubriera parte de su jurisdicción en su día libre. Cabo Pucheta comenzó a patrullar a las 19:30, recorriendo alrededor de 80 kilómetros hasta llegar a un lugar conocido como “El cruce de las Cañas”.
Allí, observó un extraño resplandor en el bosque, pensando inicialmente que podría tratarse de cazadores furtivos. Detuvo el vehículo, se quitó el casco y bajó de la moto.
Dio una vuelta pero no pudo ver ni oír nada hasta que, unos minutos después, cuando estaba a punto de volver a subirse a la moto, aparecieron dos extrañas luces rojas que le deslumbraron y paralizaron inmediatamente. Las luces estaban a unos 50 metros de distancia.
A pesar de tener 31 años, estar en buena forma física y tener experiencia, la situación le sorprendió. No tuvo tiempo de desenfundar su arma ni de reaccionar. Sólo podía mover las manos; una extraña sensación de hormigueo recorría su cuerpo.
Pocos segundos después, se encontró desarmando su radio, su pistola y su teléfono móvil. No recuerda cuándo ni por qué lo hizo. Desesperado, llamó a Marcelo Villegas, a quien reemplazaba en la patrulla, y le dijo: “Vení a Las Cañas, sabés lo que está pasando“, y luego se desconectó.
Villegas informó del incidente al teléfono de emergencias 101 y, en menos de 10 minutos, el jefe del Comando Radioeléctrico estaba en el lugar.
El policía había desaparecido
En la punta del enorme cañaveral, a unos 800 metros, encontraron la moto abandonada. Un poco más allá, la radio y la pistola desmontadas estaban esparcidas por los alrededores. Todo estaba allí excepto Pucheta; parecía que se había esfumado.
Debido a lo inusual del caso, se estableció un perímetro para preservar la zona y se avisó a todas las unidades disponibles para que buscaran al agente desaparecido.
Un grupo de policías comenzó a caminar campo a través, siguiendo las huellas de Pucheta. La distancia entre las huellas empezó a aumentar: un metro, dos metros, hasta siete metros. Pucheta dijo más tarde que sintió como si algo le hubiera agarrado y tirado hacia arriba.
Todo el cuerpo de policía, encabezado por su jefe, buscaba a este agente que había desaparecido en extrañas circunstancias.
A las 2 de la madrugada empezó a llover y una fuerte tormenta azotó la zona, complicándolo todo, sobre todo porque el viento borró las huellas.
Policía reapareció a 30 km
Al día siguiente, alrededor de las 16 horas, en un lugar conocido como “El Triángulo”, apareció Pucheta, a unos 30 km de donde se lo vio por última vez. El propietario de las tierras, Luis Alberto Barbero, lo encontró sentado junto al camino de tierra, vestido como cuando desapareció, con el rostro oculto entre los brazos.
Barbero intentó comunicarse, pero Pucheta no respondió ni pronunció palabra. Como no mostraba ninguna reacción, Barbero llamó al número de emergencias con su teléfono móvil.
Minutos después llegaron todas las unidades de la zona, junto con una ambulancia y varios medios de comunicación. Pucheta mencionó algo en su cabeza que le decía:
“Si te quedas aquí, volveremos a por ti”.
Poco a poco, el joven agente recuperó la compostura. Cuando pudo valerse por sí mismo, abrazó a su superior, el comisario inspector Roberto Ayala, y rompió a llorar desconsoladamente.
Policía dio que fue sometido a “exámenes dolorosos”
Al llegar al centro médico, le detectaron quemaduras en los pies con ampollas, y pequeños puntos entre ellas, que duraron algún tiempo. Pucheta insistió en que le llevaran a una habitación oscura porque la luz le provocaba un intenso dolor. Esta fotosensibilidad o fotofobia duró un tiempo.
Anteriormente, Pucheta siempre se había distinguido por un comportamiento intachable y no tenía ningún problema mental. Además, se supo que unos días antes de su desaparición había declarado haber visto luces extrañas en el cielo de la misma zona.
Pucheta llegó finalmente a la conclusión de que los extraterrestres que vio le habían abducido y que durante su cautiverio había sufrido algún tipo de terrible experiencia traumática que afectó a su psique, pero que nunca pudo recordar.
Sin embargo, recordó algo:
“Sentí como si estuviera dentro del vientre de mi madre y entonces empecé a recordar cosas de mi infancia. Fue como si fuera mi vida a cámara lenta, no sé cuánto duró”.
Durante la investigación se descubrieron muchas cosas extrañas. Una fue que durante todas esas 18 horas mientras le buscaban, Pucheta no comió ni bebió nada, esto se descubrió en el hospital.
Pero por alguna razón su cuerpo no mostraba signos de deshidratación. Otra cosa extraña fue la lluvia. Cuando Puchetta fue encontrado, su ropa estaba completamente seca y ni siquiera sucia, pero dos horas antes había llovido copiosamente en la zona.
Pudo ver dos seres de baja estatura y ojos rojos
Según la información publicada por el periódico local, el policía dio una extraña versión de lo ocurrido. Aseguró que fue contactado por dos seres de baja estatura, con los ojos rojos, que le dieron órdenes sin dirigirse a él. Indicó que intentó huir de los desconocidos, pero no supo explicar cómo llegó al lugar donde fue encontrado.
El cabo dijo:
“Eran pequeños, con los ojos rojos”.
Posteriormente, se abrió una investigación y fue expulsado del servicio. En mayo de 2013, por resolución 383, Pucheta fue jubilado obligatoriamente porque no podía volver a trabajar por el trauma de la experiencia. La desaparición de Pucheta sigue siendo un misterio. Todo apunta a que podría tratarse de una abducción, tema ampliamente debatido en todo el mundo.
Pucheta describe imágenes vagas de aquella noche, viendo el campo desde arriba, sintiendo que estaba a bordo de algo (posiblemente una nave) y presenciando cómo todo se iluminaba a su paso. Recuerda haber sentido un calor intenso al poner los pies en el suelo, lo que explica la causa de las quemaduras encontradas en sus pies.
Insiste en que no quiere volver a pasar por lo mismo y sigue evitando ir a Las Cañas. En relación con el incidente, menciona que teme volver al mismo lugar y vivir una situación similar.
Pueden ver el siguiente video para tener más detalles de este caso:
Este artículo fue publicado anteriormente en el sitio web anomalien.com y ha sido republicado por CodigoOculto.com.
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Hola, Esta es una experiencia real, que es absolutamente consistente con muchas que me han sido relatadas con la persona en estado de transe hipnotico, como parte de la sesion terapeutica por regresion hipnotica, que practico.
Generalmente los abducidos quedan con traumas, pero ya “reviviendo” la experiencia beajo el transe hipnotico, llegan a comprender las causas y propositos, eliminando el aspecto traumatico.