Una astronauta británica sugiere que podrían existir entidades extraterrestres “invisibles” viviendo ocultos entre nosotros.

Por muchísimos años ha existido la creencia de que entre nosotros viven seres sobrenaturales que no podemos ver. De hecho, también se piensa que fuera de nuestro planeta Tierra hay vida. Y que probablemente estas criaturas nos observan, nos estudien o nos hayan visitado en algún momento sin que nos demos cuenta.

¿Es posible que existan extraterrestres invisibles?

Aunque puede parecer un poco ilógico o una idea descabellada, lo cierto es que, cuando conocemos a profundidad esta teoría resulta bastante coherente. Una astrobióloga, química y astronauta llamada Helen Sharman ha propuesto una posibilidad que ha causado revuelo en un gran público de personas.

Sharman menciona que el mundo está repleto de formas de vida sobrenatural que habitan entre nosotros y son completamente imposibles de detectar. Pero, ¿Qué la ha llevado a pensar de esta manera? Parece que luego de una misión espacial en la estación MIR, en el año 1991 esta idea se instaló en su mente.

Los estudios de Sharman

La cosmonauta ha mencionado en más de una oportunidad que tal vez haya vida en un ecosistema de sombra completamente desconocido. ¿Qué quiere decir con esto? No significa que exista un reino de fantasmas, ella habla de criaturas con una bioquímica diferente a la nuestra que todavía no han sido descubiertas.

Helen Sharman, ex astronauta, en 2016. (Wikimedia Commons)

Estos seres no pueden ser estudiados y mucho menos observados porque se encuentran fuera de nuestra visión. En caso de que existan, la biosfera en la sombra donde habitarían sería casi imposible de ver porque es planteada como microscópica. Pero, hasta el momento esta hipótesis no es más que una conjetura.

¿Una teoría sin base?

Antes de que la astrobióloga diera su punto de vista sobre los extraterrestres invisibles se ha informado lo suficiente sobre el tema. De hecho, ha realizado estudios, pero no es la única, muchos otros investigadores OVNI tienen esta particular creencia.

Todas las personas que tienen la oportunidad de viajar al espacio han quedado desconcertadas porque, desde el espacio se ve que existe una biósfera desconocida. La capa atmosférica más alta está dotada con una especie de luminosidad muy deslumbrante.

Las sorprendentes fotografías captadas por tres investigadores

En el año 1957, el primer escritor sobre OVNIs llamado Trevor James Constable pudo capturar fotografías de unas extrañas masas que flotaban por toda la atmósfera. Claramente se puede ver, la presencia de una gran cantidad de posibles criaturas parecidos a las amebas, pero con gran tamaño, que hasta ahora no han sido estudiados (hasta donde sabemos).

Una posible bioforma invisible similar a un gusano filmada sobre el techo principal de la casa del autor. Cortesía: Trevor James Constable

¿Por qué no ha sido posible encontrarlos?

Todavía a muchas personas les parece que este supuesto descubrimiento carece de veracidad porque nadie ha logrado encontrar el enigmático ecosistema en la sombra. Esto se debe a que estamos frente a una especie de microbiología atmosférica que proviene del espacio y sigue siendo desconocida.

A pesar de que el avance tecnológico ha permitido que los científicos realicen grandes descubrimientos, no han podido lograr estudiar a plenitud el mundo microscópico. Además, un factor que dificulta grandemente este tipo de investigación es que en los laboratorios solo se pueden mantener con vida un porcentaje reducido de microbios.

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¿Qué tipo de estudios se pueden realizar?

Actualmente, se ha hecho posible realizar un seguimiento a las poblaciones de microorganismos que no son cultivables. Pero la desventaja de este estudio es que solo puede detectar subsistencia en el ADN. Esto es otra prueba clara de que en el mundo existen muchas formas de vida que se encuentran ocultas.

Sucesos extraños en el mundo

Fenómeno de Petrozavodsk.

Era una noche tranquila en Petrozavodsk, Rusia, el 22 de septiembre de 1977 cuando se reportó un acontecimiento bastante particular en varias regiones rusas. En el cielo nocturno se podía ver que una extraña estrella con aspecto de medusa se acercó poco a poco a la ciudad.

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La estrella esparcía una gran cantidad de destellos luminosos, daba la impresión de que eran parte de una lluvia. Lo más sorprendente de todo, es que este suceso no ocurrió una sola vez, un año más tarde se reportó nuevamente un caso similar.

La única diferencia es que en esta oportunidad la estrella con forma de medusa se convirtió en una especie de círculo muy brillante. Luego, empezó a dirigirse al Lago Onega. Para muchos científicos y estudiosos esta es una prueba de que en la capa alta de la atmósfera existen microorganismos desconocidos.

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