Dos astrofísicos de Estados Unidos aseguran que no solo los astros amarillos como el Sol son convenientes para engendrar y mantener la vida en su entorno.
Los científicos Manfred Cuntz, de la Universidad de Texas, y Edward F. Guinan, de la Universidad Villanova (Pensilvania) han establecido unos nuevos marcos para buscar vida extrasolar.
Los autores creen que siempre es más probable encontrar huellas de vida alrededor de las estrellas en un intervalo comprendido entre el tipo espectral G tardío (como el Sol) y hasta la mitad del ciclo de desarrollo del tipo K (normalmente más grandes y frías en comparación con el Sol y con el color convencional amarillo anaranjado). Según sus cálculos, los astros jóvenes tipo K ofrecen condiciones más apropiadas para los exoplanetas con vida.
En su investigación los astrofísicos toman en consideración cinco factores principales. Son la frecuencia en el Universo de diversas clases de estrellas, la compatibilidad de la expectativa de vida de cada astro con el ciclo de génesis de vida, las dimensiones de la zona potencialmente habitable en torno a la estrella, su radiación magnética y en rayos X, frecuencia con la que suceden las llamaradas y su intensidad.
El artículo fue publicado por la revista ‘Solar and Stellar Astrophysics’.
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