Definitivamente vivimos en una época de muchas revelaciones y hechos curiosos y sorprendentes que hasta hace unos 5 o 10 años no habríamos creído posible su divulgación. Y a qué viene esta presentación; pues científicos han publicado una investigación que admite que la vida extraterrestre podría estar viajando en meteoritos para colonizar el cosmos e incluso dicen cómo podríamos detectarlos. ¿Te parece familiar? Te digo lo que esto significa: panspermia. Te lo explico en las siguientes líneas.

Una teoría marginal llamada “panspermia” sugiere que las formas de vida pueden extenderse a nuevos planetas haciendo “autostop” en meteoritos. Una nueva investigación traza una hoja de ruta para descubrir dónde podrían residir estos hipotéticos alienígenas que saltan de planeta en planeta.

¿Cómo encontrar a los extraterrestres?

Si la vida es capaz de propagarse de planeta en planeta -un concepto conocido como “panspermia”-, entonces podríamos ser capaces de detectarla, incluso si no sabemos lo que estamos buscando, según sugiere una nueva investigación.

Los astrónomos están a la caza de vida más allá de la Tierra. Aunque hay varios lugares prometedores dentro del sistema solar, la gran abundancia de exoplanetas significa que lo más probable es que encontremos vida en un planeta en órbita alrededor de otra estrella. Según la NASA, hasta la fecha hay más de 5.000 exoplanetas confirmados, y la cifra no deja de aumentar.

Pero estas búsquedas de vida extraterrestre se enfrentan actualmente a un gran obstáculo: no sabemos exactamente qué estamos buscando. Sólo conocemos un tipo de planeta capaz de albergar vida, y sólo conocemos un tipo de vida: la Tierra y la vida basada en el carbono que se encuentra en ella. Pero, según los astrónomos, la vida puede adoptar un número asombroso de formas en toda la galaxia. Aunque podríamos tener mucha suerte y encontrar una réplica exacta de la Tierra con exactamente el mismo tipo de vida, es más probable que nos encontremos con situaciones difusas, poco claras y llenas de matices que tardaremos muchos años en desentrañar.

Una nueva alternativa

Un par de astrónomos han propuesto recientemente una alternativa a este planteamiento, centrándose menos en el aspecto que tendría la vida y más en lo que haría. En concreto, proponen una estrategia de detección basada en el concepto de panspermia, la idea de que la vida puede comenzar en un planeta y extenderse a otros haciendo autostop en meteoritos.

La vida podría ser transportada por todo el cosmos por medio de meteoritos. Crédito de imagen: Public domain

Aunque la panspermia está fuera de la corriente principal de la investigación científica, tampoco es una pseudociencia pura y dura. Se han encontrado meteoritos marcianos en la Tierra y los científicos se sorprenden a menudo de la resistencia de los seres vivos y de los entornos extremos en los que pueden sobrevivir.

Una de las características clave de cualquier tipo de vida es su capacidad para cambiar el equilibrio natural de un planeta. En la Tierra, por ejemplo, tenemos mucho más oxígeno en nuestra atmósfera del que tendríamos si no hubiera vida, y los observadores lejanos notarían mucho más verde en nuestras masas terrestres del que habría en caso contrario.

No sabemos exactamente qué propiedades de un exoplaneta cambiaría la vida alienígena, pero si esa vida es capaz de panspermia, intentaría hacer los mismos cambios en todos los planetas que encontrara a medida que se extendiera de mundo en mundo. A veces fracasaría, si no se dieran las condiciones adecuadas para que la vida prosperara, pero otras veces lo conseguiría, haciendo que el nuevo planeta se pareciera a su mundo original. Entonces, ese nuevo planeta servía de punto de partida para una nueva ronda de panspermia.

Mientras más mundos conozcamos, más fácil será reconocer la vida

En su nuevo estudio, los investigadores idearon una prueba estadística en la que, si medimos suficientes propiedades de suficientes planetas, podemos identificar potencialmente un grupo de planetas cercanos que comparten características similares. Dado que estos planetas, cada uno de los cuales orbita alrededor de una estrella lejana, no tendrían ninguna otra razón para ser similares entre sí, este cúmulo destacaría de la colección de todos los exoplanetas.

La vida en la Tierra podría haber llegado en un meteorito. Crédito de imagen: NASA’s Goddard Space Flight Center/Chris Smith

Este descubrimiento no sería una prueba irrefutable de la existencia de vida, pero sí un indicio importante de que algo extraño está ocurriendo en esos planetas, y que la causa podría ser la propagación de la vida entre las estrellas.

Los investigadores reconocen que su trabajo tiene limitaciones. En primer lugar, supone que la panspermia es posible, lo cual es una hipótesis no contrastada. En segundo lugar, su técnica sólo funciona si podemos recopilar suficientes datos sobre un gran número de exoplanetas. Pero la ventaja de su técnica es que es “agnóstica”, lo que significa que puede identificar una firma potencial de vida sin mayores suposiciones sobre cómo funciona esa vida.

Los hallazgos de la investigación pueden ser leídos en el sitio web de pre-impresión arXiv, y aún no ha sido revisada por pares.

Fuente: livesci

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Crédito imagen de portada: depositphotos.com