Cosmonautas rusos han descubierto bacterias viviendo en el exterior de la Estación Espacial Internacional (EEI). Se ha podido confirmar y determinar, debido a que dichas bacterias no se encontraban en el casco exterior cuando la estación fue lanzada en 1998.
Las muestras del casco de la ISS fueron tomadas con hisopos de algodón durante una caminata espacial realizada por el programa espacial ruso. Los hisopos se recogieron de partes de la estación espacial donde se descargan los desechos de combustible durante el funcionamiento del motor.
Después de que estas muestras fueron enviadas de regreso a la Tierra, científicos de Rusia descubrieron algo curioso.
«Resulta que de alguna manera estos hisopos revelan bacterias que estuvieron ausentes durante el lanzamiento del módulo ISS», dijo el cosmonauta ruso Anton Shkaplerov, según la agencia de noticias rusa TASS.
«Es decir, han venido del espacio exterior y se han asentado a lo largo de la superficie externa. Están siendo estudiados hasta el momento y parece que no representan ningún peligro», agregó.
El origen de los microorganismos aún no está totalmente confirmado, sin embargo, han declarado que es poco probable que sea cualquier tipo de bacteria extraterrestre. TASS también señala que las bacterias fueron probablemente traídas a la EEI a través de la tableta PC de la tripulación y otros equipos que estaban contaminados con bacterias terrestres.
Sin embargo, a pesar de que no es completamente extraterrestre, este sigue siendo un hallazgo fascinante. Los cosmonautas también mostraron que las bacterias terrestres habían logrado sobrevivir en el exterior de la estación espacial a pesar de estar dentro de un vacío espacial durante varios años, navegando a una altitud de hasta 435 kilómetros (205 millas) en la órbita baja de la Tierra
También vale la pena recordar que las temperaturas fluctúan enormemente en la estación espacial. Las temperaturas en el ISS pueden variar entre 121 °C (250 °F) en su lado soleado y debajo de -157 °C (-250 °F ) en su lado oscuro.
Cualquiera que sea el origen de la bacteria, seguro que tuvo un paseo infernal.
Esta es una evidencia más que indica que la vida puede prosperar en el espacio, y por qué no, posiblemente también venir del espacio.
Este artículo fue publicado en CodigoOculto.com
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