¿Se trata de un tornillo alienígena o de una criatura marina fosilizada? Este es el gran dilema al que se enfrentó un equipo de investigadores rusos en la década de 1990 después de descubrir un extraño objeto en Kaluga. Conozcamos mejor esta interesante historia en donde las suposiciones y la lógica no consiguen ponerse de acuerdo.
El descubrimiento que encendió el debate
En la década de 1990, un equipo ruso que investiga la actividad paranormal y los ovnis, conocido como el Grupo Kosmopoisk, examinaba los restos de un meteorito en Kaluga. Fue entonces cuando se toparon con un extraño objeto con forma de tornillo incrustado en una roca. El análisis paleontológico reveló que la roca tenía nada menos que 300 millones de años de antigüedad, o incluso más.
¿Un tornillo de 300 millones de años de antigüedad? Parece imposible, puesto que, en ese pasado remoto, no habían formas de vida inteligentes en la Tierra ni la tecnología necesaria para fabricar tornillos. ¿O sí? El equipo de investigadores vio en este descubrimiento una clara prueba de que no estamos solos en el universo.
Por décadas, se ha desarrollado la teoría de que antiguos alienígenas visitaron nuestro planeta en ovnis. Estos seres extraterrestres contaban con tecnología avanzada y dejaron evidencia de su existencia en miles de ubicaciones terrestres. Según el equipo ruso, ese tornillo de más de 300 millones de años era una prueba más.
¿Una criatura fosilizada?
Izquierda: restos fosilizados de un crinoideo completo. Derecha: segmentos fosilizados de crinoideos. (WIkimedia Commons)
La otra cara de la moneda presenta una explicación más lógica desde el punto de vista científico. Para muchos estudiosos, el tornillo de una pulgada encontrado en Rusia en una piedra no es más que una criatura marina fosilizada llamada crinoide. Hace 300 millones de años, los crinoides abundaban en los lechos marinos primitivos y en otros paisajes prehistóricos.
Los crinoides pueden tener un aspecto alienígena, pero en realidad son criaturas terrestres al 100%. Son una especie animal que evolucionó hace millones de años, y se caracterizan por tener una boca en la superficie y varios brazos de alimentación alrededor. De hecho, actualmente existen unas 600 especies de crinoides, pocas en comparación con las que hubo en el pasado.
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La semejanza entre un crinoide y un tornillo
Por curioso que parezca, los brazos de un crinoide tienen una similitud enorme con la superficie surcada de un tornillo. Hoy en día, los científicos han encontrados cientos de fósiles de crinoides, enteros o en partes, cuyos brazos han dejado un dibujo casi perfecto en superficies rocosas.
Criatura fosilizada junto a un tornillo. (Public domain)
Por esta razón, muchos científicos concluyen que el supuesto tornillo encontrado en Rusia no es más que la forma invertida de un crinoide. Mientras el animal se disolvía con el paso del tiempo, la roca que se iba formado a su alrededor, quedaba grabada con las zanjas propias del brazo del crinoide. Una explicación creíble, probable y muy lógica.
Es más, los científicos que han hecho esta afirmación señalan que la criatura fosilizada bien pudo ser un lirio marino. Este es un tipo de crinoide de tallo alto que creció hasta su edad adulta y se adhirió al fondo marino. Ahora bien, es sabido que los tallos de estos crinoides son mucho más pequeños que el tornillo, además de tener marcas diferentes.
No es la primera vez que pasa
Sea como sea, no es la primera vez que se interpreta erróneamente una formación natural como si fuera una evidencia de vida extraterrestre. Para los amantes de la ufología, resulta sencillo ver manifestaciones de una supuesta vida extraterrestre en nuestro planeta. Para los científicos, en cambio, resulta muy sencillo rebatir dichas afirmaciones.
¿Se trata de un tornillo de 300 millones de años?
El Grupo Kosmopoisk no ha publicado información detallada sobre el material del supuesto tornillo, así que no ha sido posible determinar de qué está hecho. Por otro lado, resulta imposible saber si los alienígenas que visitaron nuestro planeta hace millones de años usaron tornillos para fabricar sus naves.
Creer o no creer
Reza un dicho que, para quien cree, ninguna prueba es necesaria, y para quien no cree, ninguna prueba es posible. Mientras no se pueda hacer más estudios al hallazgo ruso, no habrá nada que impida que el razonamiento superficial ande sin restricción. Por su parte, la lógica solo se cruzas de brazos y mantiene la frente en alto.
Artículo escrito por: Luisa Lugo, redactora de CodigoOculto.com
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