Algunas personas manifiestan haber sido ayudadas por una extraña presencia en situaciones críticas, cuando su vida pendía de un hilo. Un fenómeno sorprende al que se ha denominado como «Factor del Tercer hombre».
Estas presencias que según los testigos se manifiestan, en ocasiones simplemente se perciben, en otras son siluetas, algunas veces tan sólo son voces que les dan indicaciones pero siempre son entendidas como benignas. Acompañan a los testigos, les animan y les imbuyen de esa sensación de que no están solos, de que pueden seguir adelante.
Un caso asombroso
Tal vez, algo parecido fuera lo que vivió Ron Difrancesco el 11 de Septiembre de 2001. El día en el que sucedió el dramático acontecimiento de las torres gemelas que todos conocemos.
Nuestro protagonista, por aquel entonces, trabajaba en una empresa financiera que se situaba en la planta 84 del edificio sur y a consecuencia del impacto del primer avión en la torre norte y la intranquilidad de todos sus compañeros de trabajo, Ron llamó a su mujer para decirle que no pasaba nada y que iba a continuar en su puesto de trabajo.
Pero pronto recibió él una llamada de un amigo suyo que mientras observaba por televisión lo que estaba sucediendo consiguiendo convencerle de que saliera de allí así que Ron volvió a llamar a su mujer para notificarle el cambio de planes y se dirigió hacia el vestíbulo en el que se encontraban los ascensores.
Buscando una salida
Es entonces cuando el segundo avión impactó contra su planta y a partir de ese momento todo fue caos pero cuando consiguió liberarse de los escombros se encontró con un pequeño grupo de supervivientes que buscaban la forma de salir del edificio.
Tratan de bajar por las escaleras pero durante su marcha, se encontraron con otro pequeño grupo que ascendía que les recomendaron hacer lo mismo puesto que más abajo todo estaba incendiado. El plan cambió y todos comenzaron a caminar escaleras arriba tratando de alcanzar la azotea para ser rescatados pero en un momento dado Ron, que tenía sus dudas, decide cambiar de dirección y volver al plan original debido a que cada vez hay más y más humo también a medida que ascienden.
Cada vez había más humo y era tan denso que casi no se podía ver, la gente se echaba al suelo buscando aire y Ron hizo lo propio pero poco a poco iba va dando cuenta de que ese iba a ser su final, de que no conseguiría salir de allí.
Sucedió lo imposible
Sin embargo, en ese momento apareció una presencia que le hablaba. No era ninguna de las personas que estaban ahí con él. Le levantó del suelo y le insistió para que se pusiera en marcha. Ron no podía verla pero la notaba y la oía.
Le fue guiando a través de los escombros mientras continuaban bajando las escaleras, le dijo por dónde debía pasar y en un punto totalmente incendiado le instó a que cruzara corriendo tapándose la cara con las manos. Ron no quería pasar por esos lugares pero la voz le convenció.
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Y cuando llegó a una zona libre de fuego… nada. La presencia desapareció.
Debe escapar
Ron continuó bajando a toda prisa hasta que llegó a la planta del suelo y justo cuando corría hacia la salida, se escuchó un tremendo estruendo y perdió el conocimiento. Se trataba del momento en el que el edificio colapsó pero afortunadamente consiguió ser rescatado despertando posteriormente en un hospital.
¿Fue salvado?
Ron, de arraigadas creencias cristianas se muestra convencido de que un ángel le salvó por algún motivo y según mantiene, no fue él el que estuvo tomando las decisiones clave sino que se limitó a seguir indicaciones.
¿Sería esto posible? ¿Fue guiado por una extraña presencia? ¿Se intoxicó con el humo tal vez? ¿o puede tratarse de un mecanismo de supervivencia del cerebro que desconocemos? Nuestra compañera Sonia Gupta del canal AEnigma explora este caso en detalle en el siguiente video:
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MILAGROS DE DIOS! GLORIA A DIOS SANTO PADRE.