Una de las historias, acerca de alienígenas y OVNIs más interesantes de los últimos tiempos, es la del “platillo volador” Ryxerton. Este fascinante relato tiene como protagonista a un ingeniero mexicano, quien asegura haber sido abducido por extraterrestres y le ordenaron construir la nave espacial.
Ya han pasado varios años desde que fue construido, por eso hoy día luce una apariencia de abandono, pero aún se encuentra en pie. Sobre la superficie del platillo volador pueden verse algunas inscripciones extrañas, así como varios magnetos pegados en distintas partes de su estructura.
A lo largo de los años, muchas personas se acercan a curiosear los alrededores del paraje solitario donde reposa Ryxerton. Quizá lo hacen buscando una explicación de quién lo hizo o para qué. Pero, lo cierto es que no hay letreros ni avisos que den alguna indicación al respecto, solo hay dudas en el ambiente.
La orden de construir Ryxerton provino de Venus
El platillo volador Ryxerton, se encuentra ubicado en la zona más desolada de la carretera Tampico – Mante, y fue construido por el ingeniero Jesús Gilberto Rivas Vidaña. En palabras de este hombre, unas extrañas criaturas grises de un poco más de un metro de estatura, procedentes de Venus lo secuestraron.
Durante su cautiverio, ocurrido a comienzo de los años 70, los seres de misterioso aspecto le dieron instrucciones precisas para que fabricara la nave espacial. Siguiendo al pie de la letra la orden dada por los extraterrestres, el ingeniero mexicano cumplió con su misión.
A la derecha: vista aérea de Ryxerton. A la izquierda: inscripciones al interior del platillo volador de Jesús Gilberto Rivas Vidaña.
Erigió una columna de concreto de aproximadamente 9.6 metros de altura, la cual serviría como una base para colocar encima la estructura del platillo volador. La edificación fue hecha con una leve inclinación que apunta hacia una constelación del cosmos en particular. Según las declaraciones de su creador.
El platillo volador como una “clínica” de medicina alternativa
¿Qué utilidad recibió Ryxerton, el platillo volador? Por algún tiempo el mexicano Jesús Rivas, utilizó el interior del OVNI como una especie de clínica donde se practicaba medicina alternativa. Cabe destacar que los métodos aplicados por el ingeniero mexicano, eran considerados “como muy novedosos”.
Para curar a sus pacientes, usaba bioenergía y los colocaba en posiciones determinadas con el fin de alinearlos con las fuerzas que emanan del universo. Algunas personas que visitaron la clínica, llegaron a mencionar que Jesús Rivas siempre hablaba de las técnicas que los “venusinos” le enseñaron para sanar enfermedades.
Un elemento curioso en esta historia, que ha llamado poderosamente la atención tanto de pacientes como de visitantes, tiene que ver con la tecnología y los equipos que usaba el especialista mexicano.
De acuerdo con el testimonio de varios conocidos, en la clínica se empleaban pantallas multimedia y un conjunto de técnicas de streaming. Ambos mecanismos tecnológicos, no debían existir en las décadas de los 70, 80 ni 90. Más bien, son adelantos que pertenecen a este siglo.
¡Ryxerton no es el único platillo volador construido en la Tierra!
Los materiales utilizados para fabricar Ryxerton, consisten en concreto, metal, fibra de vidrio, cristal y magnetos. Pero, éste no sería el único OVNI construido en la Tierra, pues hay uno similar que cuenta con los mismos materiales.
Lo construyó un norteamericano llamado George Washington Van Tassel, en California y lo bautizó con el nombre de Integraton. Sin embargo, este otro “platillo” ha sido utilizado para otros fines muy diferentes a los médicos.
Centro histórico y turístico del Integraton, abierto al público. Crédito: Jessie Eastland / Wikimedia common
Familiares abogan por el rescate de la obra
El hombre que construyó el platillo volador en México, murió hace más de 10 años, desde entonces su majestuoso platillo quedó abandonado. Por consiguiente se ha deteriorado considerablemente, sobre todo a causa del vandalismo. Pero muchas personas abogan por el rescate de Ryxerton.
Un hijo de Jesús Rivas comenzó una campaña publicitaria, pidiendo a las autoridades del país que la obra sea rescatada. En ese mismo orden de ideas, otras personas también han hecho una petición similar. Solicitando al gobierno que, tanto el lugar como el platillo volador, sean convertidos en una atracción turística.
La idea es bastante buena y aceptable, tomando en cuenta una creencia muy popular en la localidad de Tampico. Allí, los habitantes de la ciudad aseguran que ellos tienen la protección de los extraterrestres, quienes los han visitado durante años.
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