Para un connotado investigador nuestra realidad no sería lo que pensamos, sino que plantea que podría ser creada por “humanos del futuro”.

Rich Terrill, informático del Jet Propulsion Laboratory de NASA, cree que nuestro universo podría muy bien ser una simulación con habitantes artificialmente inteligentes que creen en su mundo.

Terrill dijo:

“Vivimos a una generación de esos dioses que crean estos universos”.

Lo que Terrill quiso decir es que nuestra realidad fue creada por gente del futuro. Y no es el único.

El matemático, filósofo y físico Nick Bostrom, de la Universidad de Oxford, piensa lo mismo.

Bostrom dijo:

“Aunque el mundo que vemos es ‘real’ en cierto sentido, no se sitúa en un nivel fundamental de la realidad. Vivimos en un programa informático creado por algún tipo de raza superinteligente”.

En sus afirmaciones, Bostrom parte del “principio copernicano”. El astrónomo que popularizó la idea de que el Sol era el centro del sistema solar afirmó que la Tierra “no es nada especial”.

Técnicamente, podríamos estar en cualquier planeta del mismo tamaño, orbitando cualquier estrella del mismo tamaño, y el universo nos parecería casi igual que ahora.

Bostrom afirma:

“Si los extraterrestres o los humanos del futuro crearan una Tierra virtual con un superordenador, no hay ninguna razón por la que no pudieran hacer un millón de ellas. Así que los números están en nuestra contra. Puede haber miles de millones de mundos simulados y como mucho uno ‘real’. El principio copernicano dice que, sobre esta base, es más probable que nos encontremos en una de las simulaciones que en la realidad”.

¿Es nuestra realidad creada por humanos del futuro?

¿Podremos saber alguna vez si la hipótesis de la simulación es correcta? Bostrom cree que siempre existe la posibilidad de que algún día podamos encontrar una pista deliberada o accidental oculta en la simulación.

Pero esto es lo peor. El astrónomo de Harvard Abraham Loeb afirma que si confirmáramos que nuestra “realidad” no es real, ya nada importaría. Todas las leyes y el propio sistema comenzarán a derrumbarse inmediatamente. Comenzará la desintegración de la sociedad.

Preston Greene, profesor asociado de Filosofía en la Nanyang Technological University, en Singapur, va aún más lejos. Sostiene que si los científicos encontraran la forma de confirmar que nuestro universo es una simulación, el juego podría haber terminado.

En un artículo publicado en The New York Times, escribió:

“Si pudiéramos demostrar que vivimos dentro de una simulación, eso podría obligar a nuestros creadores a detener la simulación, a destruir nuestro mundo”.

Pensar en el “creador” del universo simulado acerca mucho la ciencia moderna a la teología.

Las nuevas teorías nos acercan a las primeras nociones de la humanidad sobre un mundo en el que un creador nos vigila desde más allá del universo. Por qué nos creó, sólo podemos adivinarlo. Y quizá sea mejor que nunca lo entendamos.

[H/T: anom]

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