Nuevos estudios realizados han hecho posible calcular las características del hipotético «Planeta X» que podría encontrarse situado en los confines de nuestro Sistema Solar.
Científicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) en Pasadena (EE.UU.) anunciaban el pasado enero las conclusiones de un estudio que respaldaba la existencia del popularmente llamado Planeta X o Planeta 9, un mundo gigante escondido en los confines del Sistema Solar. Los resultados, basados en cálculos matemáticos, han llevado a otros investigadores a intentar saber más sobre ese hipotético mundo. Estos son algunos de los últimos estudios:
La Universidad de California Santa Bárbara ha modelado la atmósfera del elusivo mundo y han concluido que sería de color azul intenso y con una masa de entre 5 y 20 veces la de la Tierra. En lugar de asumir que el planeta se comporta como un cuerpo negro, el equipo estadounidense ha utilizado la órbita predicha del planeta, así como una gama de masas y estructuras interiores plausibles, en modelos que tratan el cuerpo como los planetas gigantes de nuestro Sistema Solar.
De esta forma, los autores encuentran que el Planeta X probablemente es, como se esperaba, bastante frío con una temperatura efectiva de 35-50 grados Kelvin como máximo (para referencia, Neptuno tiene alrededor de 60 K). Debido a esta temperatura, los autores especulan que el metano puede condensarse fuera de la atmósfera, cambiando los espectros de reflexión y emisión del planeta. Esto haría que el hipotético Planeta X se muestre mucho «más azul» que otros como Urano y Neptuno en bandas de energía infrarroja.
En otro estudio reciente, informa la revista NOVA de la American Astronomical Society, los científicos que predijeron en enero pasado la existencia de este planeta -Konstantin Batygin y Mike Brown, del Caltech- han estimado con más certeza su órbita y ubicación.
Mediante la realización de un enorme conjunto de simulaciones y después de comparar los resultados con las observaciones reales de la distribución de los Objetos del Cinturón de Kuiper, los autores han estrechado el rango de las características orbitales del Planeta X.
Brown y Batygin encuentran que las órbitas permitidas por el Planeta X tienen perihelios (el punto más cercano del cuerpo al Sol) de 150 a 350 UA (unidades astronómicas, el número de veces de la distancia Sol-Tierra), semiejes mayores de 380 a 980 UA, y masas de 5 a 20 veces la terrestre. De esta forma, los investigadores descartan aproximadamente dos tercios de la órbita del planeta 9, estrechando su posición hasta situarla en algún lugar cerca del afelio (el punto más alejado de la órbita del planeta alrededor del Sol).
Finalmente, Renu Malhotra, del Lunar and Planetary Laboratory en la Universidad de Arizona, y sus colaboradores, han presentado una prueba más de la conformación de las órbitas del Sistema Solar por el hipotético planeta Nueve. Los autores señalan que los cuatro objetos de período más largo del Cinturón de Kuiper tienen unos períodos orbitales muy particulares que pueden estar causados por un misterioso cuerpo masivo.
Los autores encuentran que un planeta distante en órbita podría estar influyendo en esos objetos. Si esto es correcto, limitan significativamente los parámetros de la órbita del Planeta X, así como dónde podría estar actualmente dentro de su órbita.
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