¿Y si los humanos no somos la única forma de vida inteligente en el universo? ¿Qué pasaría si existieran seres superiores que nos trataran como nosotros tratamos a los animales? Esta es la premisa de “El Planeta Salvaje“, una película animada de ciencia ficción de 1973 dirigida por René Laloux, considerada una película de culto.

El Planeta Salvaje de 1973

Portada de la película de 1973. Crédito de imagen: Dominio Público / Wikimedia Commons

Suena insólito, pero es real: algunos cines argentinos exhiben como una especie de regalo de reapertura “El Planeta Salvaje” (1973). La película, basada en la novela “Oms en série”, se desarrolla en un futuro en el que los humanos, llamados oms (palabra inventada derivada de la francesa “homme”, «hombre»), son enviados a Ygam y se convierten en una raza subyugada por los draags, una raza alienígena humanoide.

Los draags son mucho más avanzados que los oms, tanto tecnológica como espiritualmente. Viven mucho más tiempo que los humanos y pasan la mayor parte de su tiempo en un estado de meditación trascendental. Los oms, por su parte, son considerados como animales inferiores y son tratados como mascotas o, en algunos casos, como esclavos.

Asimismo, los niños de estos humanoides gigantes aprenden por medio de unos audífonos que transmiten el conocimiento directamente a su cerebro. En la película, uno de los oms retenidos como mascota por una niña llamada Tiva, se apodera de uno de estos dispositivos para ir ganando conocimientos que, con el tiempo, usará para escapar de su cautiverio y convertirse en una suerte de Moisés para sus pares salvajes.

Portada de la primera edición de la novela. Crédito de imagen: Dominio Público / Wikimedia Commons

Cabe resaltar que esta historia nació en una época donde se disparó la creatividad del odontólogo Pierre Pairault publicó entre 1955 y 1959 una docena de novelas de ciencia ficción con el seudónimo Stefan Wul. La mayoría de esas novelas son desconocidas para los que estamos fuera de Francia; de hecho, “Oms en série” apenas pudo leerse en inglés a partir del 2010, 53 años después de su publicación.

Eso no evitó que se volviera una novela de culto, sobre todo después de que inesperadamente se adaptara al cine en 1973 con el título “La Planète Sauvage”. La película sigue la trama de la novela, pero se toma ciertas libertades, creando un universo visual e icónico gracias al director René Laloux y al ilustrador Roland Topor. Entre ambos desarrollaron uno de los filmes más importantes de la animación lisérgica.

Implicaciones filosóficas

Los draags tratan a los oms de la misma forma como los humanos tratan a los animales. Crédito de imagen: Daiga Ellaby / Unsplash

La película tiene grandes implicaciones que llevan a sus espectadores a reflexionar, derivando del trato que sufren los humanos, similar al que le damos a los animales, incluso a otros humanos, cuando el racismo y clasismo entran en la ecuación.

Asimismo, también nos brinda dos puntos de vista: al ser humanos, es normal que empaticemos mucho más con los oms; sin embargo, los draags tampoco es sociedad malvada en sí misma. Sencillamente, es irreflexiva en su perspectiva de los oms, de la misma forma que lo es un humano al pisar una hormiga, por ejemplo.

Tampoco se enfoca en el tema bélico; de hecho, hace más hincapié en el espiritualismo y las supersticiones. De la misma forma, tampoco se tocan temas religiosos o en la creencia de algún ente superior.

Un vistazo ufológico

Existen paralelismos en la película con diferentes teorías ufológicas. Crédito de imagen: Wall Alphacoders.

La película toca una teoría que ha sido constante dentro de la ufología: el zoológico galáctico. En dicha hipótesis, los humanos no seríamos más que animales en cautiverio dentro de una enorme jaula como la Tierra, bajo la vigilancia de entidades superiores.

El máximo impulsor de dicha teoría fue Rudolf Steiner, quien mantenía que la energía que generaban las emociones humanas negativas serviría de alimento para dichas criaturas. Asimismo, el ex sacerdote católico y ufólogo español Salvador Freixedo se explayó más en el tema en su libro “La Granja Humana”. Si bien “El Planeta Salvaje” no muestra a ninguna entidad alimentándose de los oms de ninguna forma, algunas personas encuentran paralelismos con la teoría.

De igual forma, cuando hablamos de las abducciones alienígenas, vemos como las víctimas, en su mayoría, vuelven con estrés postraumático después de ser sometidos a experimentos que generan amnesia, desorientación o incluso cicatrices.

Para nuestra suerte, la película se encuentra disponible, incluso en YouTube, así que podremos disfrutarla completa. Ciertamente, es cuanto menos curiosa y sobretodo, muy recomendable. Asimismo, te aseguramos que te hará reflexionar en varios temas.

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