Una nueva investigación ha revelado que el objeto interestelar “3I/ATLAS” no posee cola visible ni huellas espectrales de gas a su alrededor. De confirmarse, esta reciente información determinaría que el sucesor de ‘Oumuamua no es un cometa.
En este artículo, el afamado físico Avi Loeb y otros investigadores, plantean una nueva visión del objeto espacial “3I/ATLAS“.
Según nuevos datos publicados en un artículo que se ha publicado recientemente en arXiv, 3I/ATLAS presenta “colores rojizos… sin que se detecte ninguna cola visible”. Los autores explican estas características como “probablemente debidas a la geometría de observación y a la baja producción de polvo”.
Podría 3I/ATLAS ser algo más que un cometa?
Cuando argumenté en un ensayo el 20 de julio de 2025 que la elongación prematuramente afirmada en las imágenes de 3I/ATLAS podría ser un artefacto resultante del movimiento del objeto, fui atacado por blogueros que insistían en que se trataba de una prueba de la cola de un cometa. Ahora que el polvo se ha asentado, literalmente hablando, podemos volver a preguntarnos: ¿podría 3I/ATLAS ser algo más que un cometa?
Esta posibilidad no se discute en el nuevo artículo. La frase final del resumen del artículo afirma:
“Es necesario continuar con la observación en torno al perihelio para seguir los cambios en la actividad y el color, lo que proporcionará información sobre la evolución de los materiales interestelares bajo la radiación solar”.
Estoy totalmente de acuerdo con esta necesidad imperiosa por una sencilla razón. Cuantos más datos recopilemos, más difícil será para los científicos ocultar las anomalías de 3I/ATLAS bajo el manto del pensamiento tradicional. Estamos acostumbrados a encontrar rocas heladas que presentan colas cometarias familiares en el sistema solar, pero un encuentro con objetos del espacio interestelar es una cita a ciegas a escala astronómica.

Mapas de intensidad de 3I/ATLAS a partir de conjuntos de datos apilados recopilados el 4 (fila superior) y el 29 (fila inferior) de julio de 2025, en los que no se aprecia ninguna cola cometaria. Las flechas indican las direcciones hacia el Sol, el norte, el este y el vector de velocidad negativo del cometa tal y como se ve en el plano del cielo. Crédito de imagen: Santana-Ros et al. 2025
“La verdad se revelará en los próximos meses”
En los últimos días ha aumentado el número de comentaristas que, a pesar de no ser científicos en activo, están dispuestos a denunciar de forma inequívoca las interpretaciones no cometarias de los datos sobre 3I/ATLAS. La verdad se revelará en los próximos meses, a medida que 3I/ATLAS se acerque al Sol y sus anomalías sean más fáciles de medir. Si sigue careciendo de moléculas basadas en el carbono o de una cola cometaria visible, ¿argumentarán los expertos en cometas que se trata de un cometa oscuro, como sugirieron recientemente para 1I/`Oumuamua?
Permítanme reiterar un punto que estos comentaristas evitan mencionar. En mi primer artículo publicado sobre 3I/ATLAS, demostré que una roca de 20 kilómetros de ancho, según se deduce del brillo de 3I/ATLAS, solo puede llegar al sistema solar interior desde el espacio interestelar una vez cada 10.000 años. Sin embargo, hemos descubierto 3I/ATLAS en la última década.
Además, como se muestra en un segundo artículo que escribí con Adam Hibberd y Adam Crowl, la trayectoria retrógrada de 3I/ATLAS está ajustada con precisión para situarse en el plano eclíptico (con una probabilidad del 0.2 %), y su hora de llegada está ajustada con precisión para acercarse inusualmente a Júpiter, Marte y Venus (con una probabilidad del 0.005 %). Esta mañana me han pedido en entrevistas de televisión y radio (incluidas las aquí, aquí y aquí) que clasifique 3I/ATLAS en la “escala de Loeb“, en la que “0” es un objeto definitivamente natural y “10” es un objeto definitivamente tecnológico. Por ahora, le doy a 3I/ATLAS una puntuación de 6, pero hay que tener en cuenta que esta puntuación depende del tiempo, ya que refleja los datos limitados de los que disponemos hasta ahora. Plantear la pregunta “¿Es 3I/ATLAS tecnología extraterrestre?” no debería censurarse por la sencilla razón de que debemos evitar dejarnos llevar por los prejuicios. En ciencia, cualquier pregunta es legítima, incluida si la COVID-19 proviene de una fuga en el Instituto de Virología de Wuhan en lugar del mercado húmedo de Huanan. El método científico permite todas las preguntas posibles, que posteriormente se responden recopilando datos y descartando posibilidades. Es anticientífico suprimir las preguntas impulsadas por la curiosidad sobre anomalías antes de recopilar datos concluyentes que las expliquen.
Los datos espectroscópicos presentados en el nuevo artículo sobre 3I/ATLAS, así como en tres artículos anteriores (aquí, aquí y aquí), no muestran las características esperadas para el gas atómico o molecular en una coma. El enrojecimiento observado en el espectro de la luz solar reflejada por 3I/ATLAS se interpreta comúnmente como polvo, pero también podría estar asociado con una superficie roja del objeto. Mi conversación con el profesor Brian Keating en The INTO THE IMPOSSIBLE Podcast expone los argumentos con gran detalle.
Aunque el audio del siguiente vídeo se encuentra en inglés, usted puede activar los subtítulos en español. En caso desconozca cómo hacerlo, puede consultar esta GUÍA.
Voces en contra
Un desarrollo desconcertante en las redes sociales es que los defensores de la Search for Extraterrestrial Intelligence (SETI) o de los Unidentified Anomalous Phenomena (UAP) están rechazando la posibilidad de que 3I/ATLAS sea tecnología extraterrestre. Esta resistencia contradice su compromiso fundamental de ser curiosos y agnósticos ante todas las anomalías que puedan estar asociadas con tecnologías extraterrestres. Afortunadamente, esta resistencia no tiene ningún impacto en mi investigación científica en curso, ya que he escrito cuatro artículos científicos sobre 3I/ATLAS (accesibles aquí, aquí, aquí y aquí).
En definitiva, el veredicto dependerá de los datos y no de las opiniones expresadas en las redes sociales. La ciencia es divertida siempre y cuando mantengamos una mente abierta y la veamos como una experiencia de aprendizaje y no como una herramienta para hacer alarde de virtudes.
Durante el último día, se han añadido nuevas cifras al último artículo que escribí hace una semana con Adam Hibberd y Adam Crowl, en el que se sugería sondear 3I/ATLAS con la nave espacial Juno cuando pase a una distancia de 54 millones de kilómetros de Júpiter el 16 de marzo de 2026. Las nuevas cifras muestran que dos impulsos de propulsión pueden llevar a Juno a menos de 25 millones de kilómetros de la trayectoria de 3I/ATLAS, utilizando solo 60 kilogramos de propelante, solo el 3 % del combustible inicial que Juno tenía a su disposición. Esperamos que la NASA dé seguimiento a nuestra propuesta en beneficio de la arqueología espacial interestelar. La exploración científica de nuestro vecindario cósmico es joven y aún nos queda mucho por aprender.
Los hallazgos de la nueva investigación titulada “Temporal Evolution of the Third Interstellar Comet 3I/ATLAS: Spin, Color, Spectra and Dust Activity⋆” han sido publicados en el servidor de pre-impresión arXiv.

Una animación gif que muestra a 3I/ATLAS viajando a través de un fondo de estrellas. Crédito de imagen: ESA
Autor: Avi Loeb – Fuente: medium
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Por: CodigoOculto.com
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