La historia que ahora vamos a reseñar, lleva cautivando al público desde mediados de los noventa. Edificado como un relato irresistible, el caso de un hallazgo revolucionario en el interior del imponente Gran Cañón o Cañón Colorado norteamericano a inicios del siglo XX, sigue despertando suspiros especialmente en la comunidad internauta, catapultado como uno de los enigmas favoritos.
Sin embargo, los estudiosos más ortodoxos ven tras el mismo la confirmación de un gran hoax, que no merece mínima atención. En lo personal este expediente imposible, supo cautivar desde siempre mi interés, y por años perseguí sus entretelones, donde verdad y mentira parecen mezclarse en un continuo sin fin.
Una reciente pista acerca del caso, detonó nuevas alarmas, y me puso en guardia ¿Pequeño avance dentro de la niebla de datos? Tal vez. Propongo al lector una nueva lectura sobre un enigma, que, de comprobarse, sacudiría el pasado histórico de los Estados Unidos. ¡Atended Infieles!
Rumores forteanos sobre hallazgos imposibles en el Gran Cañón Colorado
“La mayoría de nosotros estamos familiarizados con la última escena en la popular Indiana Jones, película de aventuras arqueológicas Los Cazadores del Arca Perdida, en la que un importante artefacto histórico, el Arca de la Alianza del Templo en Jerusalén, se encierra en una caja y se coloca en un gigantesco almacén, que nunca se volverá a ver, lo que garantiza que no haya historia. Los libros tendrán que ser reescritos, y ningún profesor de historia tendrá para revisar, la conferencia que ha estado dando durante los últimos cuarenta años”. David Hatcher Childress. Encubrimientos Arqueológicos. Nexus, vol.2, no 13, 1985.
El descubrimiento de una bóveda egipcia oculta en el interior del Cañón Colorado, se reveló por primera vez durante 1909, cuando el popular Phoenix Gazette, periódico editado desde Arizona, publicara intrigante noticia, Exploraciones en el Gran Cañón. Misterios de la inmensa y rica caverna que salen a la luz. Hallazgos notables indican que los pueblos antiguos emigraron desde Oriente. Verdadera Herejía.
Según lo narrado por el artículo, un arqueólogo del prestigioso Instituto Smithsonian, G.E. Kincaid, mientras se encontraba explorando las inmediaciones del Gran Cañón tras la búsqueda de minerales, se topó con una inmensa ciudadela subterránea. El encuentro con el increíble sitio, sucedió luego de visualizar una cueva, donde Kincaid observó escalones que lo condujeron hacia una bóveda cristalina cubierta por momias. El arqueólogo un tanto azorado, narró al periódico aquellos cuerpos tenían vinculación con el antiguo Egipto faraónico, remontado los mismos a los tiempos de Ramsés.
Además de estas urnas funerarias, Kincaid menciona otras cámaras interiores, cuyas vastedades parecen extenderse hacia los subsuelos del recinto, en corredores interminables. Otros de los nombres implicados en el informe es el de S.A. Jordan, vinculado también al Smithsonian. Y aquí la narrativa sufre un giro, aumentando en necesidad. Ya no se trata tan sólo de evidencias egipcias, sino que la India, y hasta el Tíbet formarían parte del increíble hallazgo. Luego de estas denuncias sobreviene silencio, y el sorprendente artículo se pierde en las brumas del tiempo. Habrá que esperar casi un siglo, para asistir a su resurrección. Veamos.
En Búsqueda de la Cueva de Kincaid. ¿Narrativa Pulp o Verdad Incómoda?
“El Smithsonian ha negado públicamente la historia por completo (más de cien años después) y ha negado cualquier registro que verifique la existencia de Kinkaid o el profesor Jordan. “La historia también afirma que un arqueólogo del Smithsonian llamado SA Jordan regresó con Kincaid para investigar el sitio. Sin embargo, Arizona Gazette parece haber sido el único periódico que alguna vez publicó la historia. Ningún registro puede confirmar la existencia de Kincaid o Jordan”. Naturalmente, la comunidad académica sigue la línea del partido sin cuestionar”. David Hatcher Childress, 1995.
La existencia de una maravillosa cueva oculta en las entrañas del fabuloso Cañón Colorado, despierta como digo un sinfín de reacciones. Para los escépticos tratamos una narrativa fantástica, muy acorde a la época de ese entonces, tal como lo fundamenta Brian Dunning en su artículo, Explorando la Cueva Kincaid.
Escribe:
“Sostengo que, como pieza del folclore estadounidense, es una obra de exquisita elegancia; encajando en la ficción popular de su época con la precisión de un artesano, y componiendo una maravillosa caja de rompecabezas de investigación documental histórica”.
Para Dunning es nada menos que la era de oro del Pulp Fiction, género precursor del llamado realismo fantástico. Los norteamericanos sienten devoción por estos relatos, donde el orientalismo como escenario prevalece.
RECOMENDADO: Heliópolis: la «Ciudad de la Creación» en el antiguo Egipto
Otra cuestión más espinosa, sugiere, los norteamericanos anhelan un pasado histórico diferente, donde la ecuación indígena no los atormente. El fastidio escéptico encuentra más argumentos a su favor, al tratar de establecer la identidad en cuanto a Kincaid y Jordan, que parecen nunca haber existido, según postura inflexible del propio Smithsonian, negando cualquier vínculo pasado con tan esquivos protagonistas. La polémica sin embargo prevalece, si damos oídos a ciertos rumores. En un vídeo que circula por Internet, Artefactos Egipcios en el Gran Cañón, se sugiere G.E Kinkaid fue miembro del Marine Corps (Cuerpo de Marines), y que una vez jubilado pasó a prestar servicios para S.A. Jordan como arqueólogo bajo su mando. Esto puede indicar porque el Smithsonian, no reconoce a Kincaid como uno de sus propios miembros.
El sitio también agrega cuando la noticia del descubrimiento se imprimió:
“Nubar Pasha quién fuera primer ministro de Egipto, cumpliendo su mandato desde enero de 1884 hasta junio de 1888 de inmediato contactó con el Departamento de Estado de EE. UU. Según se dice, el mandatario pidió todos los artefactos egipcios encontrados en el Gran Cañón fueran devueltos a Egipto. También solicitó el Smithsonian, no publicara más información sobre la presencia de egipcios en el Gran Cañón”.
Así se habría dado inicio a la actual conspiración.
En cuanto a S.A. Jordan, el estudioso Mark Andrew Carpenter en su artículo, La zona prohibida del Gran Cañón: Leyendas y mentiras, argumenta halló evidencias dentro de los archivos del Smithsonian, que indican S.A. Jordan fue en realidad David Starr Jordan. Este académico, cuenta Carpenter, estuvo trabajando a las órdenes del Smithsonian como explorador reputado por cerca de treinta años, desde 1880 hasta 1910. Una de sus excursiones, habría tenido como objetivo el Cañón Colorado.
Jordan también presidió la Universidad de Stanford. Sin embargo, su adhesión a la Eugenesia, ciencia racista muy de moda a principios del siglo XX, le valió más tarde amplio rechazo, cuando se descubrió su implicancia en esterilizaciones masivas. Jordan buscaba tras estos programas mejorar la raza, idea luego adherida más tarde por el nazismo. Estas creencias determinaron Jordan evitara ser mencionado, en posteriores revisiones históricas. Ahora se entiende mejor la negativa del Smithsonian, a realizar cualquier mención de uno de sus miembros más impopulares.
Retomando la pista del misterioso Kinkaid, voy a referirme a un aporte personal. En 2013 entrevisté al norteamericano Steve Shaffer, reconocido Cazador de Tesoros oriundo de Utah. Con un grado en Arqueología, Shaffer, un gran estudioso del pasado histórico de su país, al ser consultado sobre Kinkaid me hizo la siguiente revelación.
“La ciudad perdida en el Gran Cañón de Arizona siempre me ha intrigado. Sin embargo, no fue hasta que me presentaron al “Huevo Kincaid,” que presentí la validez de la historia. El huevo fue traído de vuelta desde el Gran Cañón por Kincaid, y dado a su hija Kathy Kincaid, que vivía en Idaho, en el noroeste de Estados Unidos. El objeto está tallado en cuarzo y posee el sello personal del rey Tut. La historia de la ciudad y la descripción dada por GA Kinkaid en cuanto a su contenido es extraordinaria, y muy convincente. Si el informe es cierto, entonces los primeros visitantes que tallaron los pasos de los túneles hasta el nivel del río, lo hicieron cuando el flujo de agua era de unos 2.000 pies (600 metros), mucho más alto que el actual. Esto significaría que la erosión de la barranca desde ese momento no pudo haber tomado millones de años. Tendrían que ser re-evaluadas esas teorías”.
El Gran Cañón y la Conexión Oriental
“Ir al Cañón es un peregrinaje a través de inmensos períodos de tiempo, y un paisaje extasiado como ningún otro en el planeta. Es un fenómeno geológico que reduce la importancia de su cuerpo físico a cero, mientras extiende su conciencia psíquica al infinito divino. Todo hindú debería peregrinar a este fantástico templo de la naturaleza. Y de hecho, muchos lo hacen”. Himalayan Academy. Los “templos hindúes” de la naturaleza a la vista en el Gran Cañón, 1997.
Uno de los interrogantes más destacados acerca del Gran Cañón, es la abundancia de sitios con denominaciones que remiten al antiguo oriente. Mencionamos tras estas inocentes referencias de términos como Templo de Shiva, Templo de Isis, Templo de Ra, etc., emerge la sombra racial, que buscaba desviar la atención sobre los antiguos pobladores norteamericanos. Sin embargo, existe una impensada conexión espiritual, que merece también atención.
Quién primero reparó en esta visión fue el destacado geológo, explorador, y estudioso orientalista norteamericano Clarence E. Dutton, 1841-1912. Autor de uno de los primeros Atlas sobre el Gran Cañón, Dutton bautizó muchos sitios del Gran Cañón como homenaje a la tradición oriental, que tanto admiraba.
RELACIONADO: El Misterio del Lago Titicaca – Una civilización perdida hallada bajo sus aguas
Un autor más contemporáneo el espiritualismo Drunvalo Melchizedek en su libro El Antiguo Secreto De La Flor De La Vida, Volumen II, 1995, menciona una interesante conexión refiriendo el meridiano de Giza conectaría en su paso con la sagrada región de las Cuatro Esquinas, reverenciada por los Hopis, e integrada por Utah, Colorado, Nuevo México y Arizona ¿Casualidad?
John Rhodes y una pista inquietante
“El Sipapu es una puerta a través de la cual las almas de las personas salen del inframundo y finalmente regresan a él. La leyenda dice que las almas de todos los humanos estaban encerradas en la Tierra hasta que los animales, al enterarse del encarcelamiento, comenzaron a cavar. Primero un Coyote y finalmente un tejón cavaron un agujero en forma de cueva lo suficientemente profundo como para liberar las almas. Cuando la Tierra termine con ellos, las almas deben regresar a través de la puerta en forma de arco, lo que lleva a la especulación de que los puentes naturales pueden representan para los indios americanos la puerta entre la vida y la muerte”. SHOKTEK. Túnel del Gran Cañón al Inframundo.
En 2019 John Rhodes destacado investigador norteamericano, realizó un importante aporte al misterio del Gran Cañón al localizar un viejo artículo de 1868, publicado por Nashville Union, que titulado como, Una Extraña Historia. Descubrimiento de una caverna en Palisade. New York, menciona similar historia a la conocida, con momias egipcias incluidas, que de comprobarse daría un importante giro a lo ya sabido.
John Rodhes también está convencido, la puerta hacia el inframundo Hopi conocido como Sipapu, tendría su localización nada menos que en el Gran Cañón Colorado. Nuevamente Mundo Subterráneo Profundo ¿Estaremos ante la verdadera realidad? Hasta Aquí.
Conclusión
En este peregrinaje por los misterios del Gran Cañón logramos atar varios puntos, aunque el enigma prosigue. Continuará.
Bibliografía
Sitios web
- Above Top Secret
Túnel del Gran Cañón al Inframundo.
‘https://www.abovetopsecret.com/forum/thread37174/pg1 - Ancient Origins
Carpenter, Mark Andrew. La zona prohibida del Gran Cañón: Leyendas y mentiras.
‘https://www.ancient-origins.es/lugares-antiguos-americas/zona-prohibida-gran-canon-eeuu-007083?ao-amp=1 - Biblioteca Pléyades
Andrews, Jack; Anway, Susan. El Gran Cañón Colorado.
‘https://www.bibliotecapleyades.net/egipto/esp_egipto_grandcanyon_sp.htm - Ciber Space Orbit
Ewen, Mac; Treta Barry. Antiguos Tesoros Egipcios en el Gran Cañón. ¿Información arqueológica suprimida y paradoja metafísica?’https://www.cyberspaceorbit.com/text/0000tx09x.html - Crónica Subterránea
Goldstern, Débora. Steve B. Shaffer. Cazador de Tesoros Antiguos. Entrevista Exclusiva.
‘https://cronicasubterranea.blogspot.com/2013/07/steve-b-shaffer-antiguo-cazador-de.html?m=1 - Eye of the Psych
Coppens, Philip. Canyonitis: ver evidencia del antiguo Egipto en el Gran Cañón.
‘https://www.eyeofthepsychic.com/egyptiancanyon/ - Elece.Net
Obiwan. La misteriosa caverna “egipcia” del Cañón del Colorado.
‘https://www.elece.net/la-misteriosa-caverna-egipcia-del-canon-del-colorado/ - Hinduism Today
Hismalayan Academic. Los “templos hindúes” de la naturaleza a la vista en el Gran Cañón.
‘https://www.hinduismtoday.com/magazine/august-1987/1987-08-nature-s-hindu-temples-on-view-at-grand-canyon/ - One Light
Hatcher Childress, David. Encubrimiento Arqueológico.
‘http://www.onelight.com/hollow/giant/canyon.html - Skeptoid
Dunning, Brian. Explorando la Cueva de Kinkaid.
‘https://skeptoid.com/episodes/4556 - UCLA Ciencias Sociales
Lal, Vinay. Ambientes del hinduismo en el salvaje oeste de América: perspectivas desde dos ciudadelas, el Gran Cañón y Las Vegas.
‘https://southasia.ucla.edu/diaspora/hinduism-wild-west/
Artículo escrito por Débora Goldstern, colaboradora de CODIGO OCULTO.
¿Te gustó este contenido? Te invito a compartirlo con tus amigos. También puedes seguirnos en nuestra Fan Page, para estar al tanto de todas las noticias que publicamos a diario. También puedes unirte a nuestro Grupo Oficial y a nuestra comunidad en Telegram.
0 comentarios