Por: Débora Goldstern.
“Hay muchos rumores sobre Max Schreck, el actor que interpreta al vampiro. Se dice que el actor fallecido repentinamente tenía un aura extraña a su alrededor; algunos incluso lo consideran un verdadero chupasangre”. Schnelle, Josef. El hombre que era Nosferatu, 2018.
En 2002 se cumplieron cien años del estreno de Nosferatu: Una Sinfonía del Horror. Película cumbre del llamado expresionismo alemán, Nosferatu se convirtió luego de su estreno en una obra de culto, y actualmente reseñada como uno de los mejores films de toda la historia del cine.
Aunque sus méritos son notables, la inolvidable actuación de Max Schreck dando vida al inmortal vampiro, hizo de su protagonismo una de las actuaciones más perturbadoras que se tenga memoria. Tal fue el impacto alcanzado por su memorable interpretación, que muchos comenzaron a interrogarse si tras Max Schreck se escondía un verdadero inmortal alimentado de sangre humana.
Cuando en el 2000 se estrenó La Sombra del Vampiro, estos rumores volvieron a dispararse, y nuevamente el nombre de Max Schreck se volvió tendencia.
Tratando de develar el mito, invito al lector me acompañe en la búsqueda de respuestas sobre uno de los actores más enigmáticos.
Ajusten sus cinturones, se avecina un viaje movido.
Max Schreck – Biografía de un actor atormentado
“Si el actor Max Schreck era un vampiro o no, jamás pudo ser aclarado, aunque una cosa sí es cierta. Hasta el día de hoy, a Max Schreck todavía lo rodea un halo de misterio y terror (tal como indica su apellido), convirtiendo a su vampiro en la película ‘Nosferatu’, en una ominosa presencia terrorífica, que todavía causa pavor al desfilar por la pantalla, pese al paso de los años”. Fuentes, Héctor. El actor Max Schreck y “Nosferatu”: Maldición y versiones de vampirismo real en un clásico del cine, 2018.
Oriundo de Berlín, Alemania, Maximilian Schreck vino al mundo el 6 de setiembre de 1879, siendo hijo del topógrafo y militar prusiano Gustav Ferdinand Schreck, y de Auguste Wilhelmine Pauline.
Según algunos de sus biógrafos, durante su travesía escolar Schreck fue blanco de crueles burlas a causa de su aspecto desgarbado, en un acoso constante. Tener el apellido Schreck tampoco ayudó, ya que en alemán su traducción alude al terror. Estos episodios terminarían por enmarcar su posterior temperamento, que con el tiempo lo harían un joven retraído, afecto a lo excéntrico, y de tendencia solitaria.
Tales características pueden explicar luego una extraña descripción que se le atribuye, visto así mismo, como habitante de un mundo remoto e incorpóreo, volviendo imposible una conexión con los demás. Hay quienes piensan estas tendencias parecieron acentuarse durante su paso por el servicio militar, en medio de la Primera Guerra Mundial. Se habla de estrés post traumático, aunque debido al hermetismo sobre la figura de Schreck en cuando a datos, sigue siendo una hipótesis por confirmar.
Aun así y contra todo pronóstico, Max Schreck cuando cumplió veinte años se inclinó por el mundo del teatro, decidido a convertirse en un actor de carácter. Aquello disgustó a su padre, aunque ello no impidió a Schreck entregarse a su nueva pasión. Pronto recibió atención de varias compañías teatrales, e incluso, fue apadrinado por el legendario director Max Reinhard, llamado uno de los renovadores del teatro moderno.
Fue a través de Reinhard, que Schreck conoció al dramaturgo y poeta alemán, el legendario Bertolt Brecht, llegando a protagonizar una de sus primeras obras. Su reputación iba en ascenso así como su atractivo físico, disputado por algunas bellezas de la época.
Aún sí, Schreck seguía sin cultivar demasiados amigos, y evitaba a la prensa. Aunque ahora disfrutaba de cierta fama, Schreck seguía siendo un hombre solitario, y hasta cierto punto desconcertante, que amaba perderse en los bosques dando largos paseos. También hacía gala de un humor extraño. Además de la escena teatral, Schreck comenzó a trabajar en el mundo del cine, que desde 1917 hasta 1922 lo tuvieran participando de varios films. Cuando el productor Albin Grau lo seleccionó para interpretar a un singular vampiro, Max Schreck ignoraba estaba a punto de caracterizar al papel de su vida.
Nosferatu, y la reinvención de un mito
“La idea de adaptar al cine la novela Drácula, de Bram Stoker, partió de Albin Grau, que fue quien buscó a F.W. Murnau. El cineasta acababa de terminar El castillo Vogelod, una de las pocas películas que se conservan de esa etapa inicial de su filmografía. Según la visión de Grau, Nosferatu debía ser una gran obra de propaganda ocultista, que sirviera para difundir sus ideas. Y, de hecho, la promocionó como una película erótico-ocultista-espiritista-metafísica o, en otras ocasiones, tan solo como una película ocultista”. Vidal Arranz, A. Murnau, el ocultismo y el vampiro, 2021.
Fue durante 1922 cuando el productor Albin Grau decidió reclutar a Max Schreck para trabajar en un flamante proyecto llamado Nosferatu. Aunque esta idea partía del inmortal Drácula de Bram Stoker, Grau impulsaba una nueva visión teniendo en mente la creación de un vampiro más cercano al ocultismo, del cuál era practicante.
Cuando en 2019 publiqué Decodificando Nosferatu. Simbología Ocultista, tras el vampiro inmortal, hice mención del vínculo de Grau con la misteriosa logia Fraternitas Saturni, donde alcanzara el grado de gran maestre. Además de Max Schreck como actor principal, Grau incluyó al director Friedrich Wilhelm Plumpe, más tarde conocido como F.M. Murnau, y que ya por ese entonces llevaba rodando más de nueve películas. Nosferatu se convertiría en la número diez. Al principio Schreck estuvo reacio en aceptar la propuesta debido a sus compromisos teatrales, pero luego sintió la necesidad de participar. Grau otorgó al solitario actor gran libertad creativa para encarnar al Conde Orlok. Schreck se imaginó así mismo como un vampiro similar a un roedor, muy lejos del estereotipo conocido en cuanto a Drácula.
En The Nosferatu Story. The Seminal Horror Film, Its Predecessors and its Enduring Legacy, el historiador cinematográfico alemán Rolf Giesen, describe en su libro la increíble transformación adoptada por Schreck para su papel en Nosferatu.
“El actor creó “una nariz ganchuda artificial, cejas pobladas [y] dientes tallados como de rata que se sostenían en su lugar gracias al labio superior.
Llevaba una gorra calva, orejas postizas, garras que parecían garras y hombreras ‘de sepulturero’, y su piel estaba cubierta de pintura grasa. Schreck no era precisamente un actor de método; entre tomas charlaba amablemente con los periodistas que cubrían la producción y pasaba tiempo con su esposa Fanny, que tenía un papel menor en la película. Aun así, Schreck no podía quitarse bien el elaborado maquillaje entre tomas, y su apariencia vampírica no podía dejar de desconcertar al equipo y a los coprotagonistas”.
Hay cierta discusión sobre si Max Schreck siguió el llamado método actoral, que en todo momento le impedía salirse de su papel, caracterizado como un vampiro a tiempo completo. Otros creen su actuación puede considerarse del tipo intuitivo. Ciertamente su increíble vestimenta y maquillaje, tuvieron un alto impacto durante aquel rodaje mítico.
Comenzaron a escucharse extraños rumores. Se decía Schreck evitaba sociabilizar con sus compañeros, y se comportaba en forma extraña. Por momentos Schreck parecía extralimitarse en su actuación, asumiendo ser un vampiro real, como aquel episodio donde amenazara con chuparle la sangre a un pobre gato negro. Todos estaban azorados por su comportamiento, y hasta evitaban quedarse a solas con Schreck. Tampoco ayudó, el propio Murnau sugiriera que el sueldo de Schreck se pagaba con litros de sangre, y que incluso había dado al actor una suma extra por morder en la escena final a su estrella femenina. Aunque se dice nada de esto era cierto, y respondía a cierto marketing promocional, la leyenda solo se acrecentó.
Cuando Nosferatu fue finalmente estrenado en ese 1922, la actuación de Max Schreck fue alabada como una de las actuaciones más memorables e impactantes. Nadie quedó diferente. Su realista interpretación marcaría un antes y después. A partir de este hito, su carrera despegó, y se convirtió en un actor muy requerido, aunque sin volver a encontrar un film a su altura. Max Schreck fallece en 1936 luego de sufrir un ataque al corazón.
¿Fue Max Schreck un vampiro?
En el 2000 se conoció La Sombra del Vampiro un film del neoyorkino Edmund Elias Merhige. Protagonizada por William Defoe encarnando a Max Schreck, el guión pasa revista a la extraña atmósfera que rodeó Nosferatu. Una de los interrogantes lanzadas por la película, es si Schreck fue más que un actor protagonizando un film, dando a entender pudiera haberse tratado de un vampiro real.
Sin embargo, estos enigmas llevaban dando vuelta desde 1953 cuando el realizador e historiador griego Adonis A. Kyrou publicara, El Surrealismo en el Cine. Escribió:
“En el papel de vampiro, los créditos mencionan al actor de music-hall, Max Schreck; sin embargo, se sabe bien que esa atribución es un encubrimiento deliberado… Nunca nadie ha estado dispuesto a revelar la identidad del actor, a quien el brillante maquillaje transforma en irreconocible. Han habido varias conjeturas, algunas ni siquiera mencionan a Marnau… ¿Quién se esconde detrás del personaje de Nosferatu? ¿Tal vez, será el mismo Nosferatu?”.
Otro escritor Thomas G. Aylesworth menciona en Monsters from the Movies, 1972:
“La película acredita a un autor alemán llamado Max Schreck, pero ¿quién podrá creerlo? Schreck, después de todo, significa terror en alemán”.
¡Aparentemente toda la evidencia que uno necesita!
También se llega a dudar de Max Schreck como protagonista de Nosferatu, que como señala C. Robinson en Hidden Cinema, 1989, fue estelarizada por Alfred Abel, recordado por su trabajo en otra joya expresionista, Dr. Mabuse, el jugador, 1922.
El Regreso de Nosferatu
Para este 2024 se anuncia el estreno de Nosferatu. En esta nueva remake la dirección corre a cuenta del director checo Robert Eggers, actualmente considerado uno de los padres del nuevo terror gótico. Como protagonista estelar se cuenta con el actor sueco, Bill Skarsgård quién tendrá la responsabilidad de llevar adelante el papel que consagrara a Max Schreck.
Conclusión
Si Nosferatu rompió los moldes de su época, a través de su increíble realización, su actor Max Schreck dotó a su papel de una nueva narrativa, en base a su fenomenal caracterización. Schreck logró comprender el mito del inmortal vampiro mejor que nadie volviéndolo insuperable.
Bibliografía
Artículos:
- Córdoba, Gabriela. (en línea). https://murtuusinanima.wordpress.com/2012/03/05/piel-de-vampiro-o-lesiones-porfiricas/ (Consultado: 29/07/2024).
- Die geheime Geschichte von Max Schreck. (en línea).
https://the-avocado.org/2020/09/22/the-max-schreck-history-thread/ (Consultado: 29/07/2024). - La Sombra de Albin Grau. (en línea). https://e-pursimuove.blogspot.com/2012/08/la-sombra-de-albin-grau.html (Consultado; 29/07/2024).
Markus, Sam. The True Story Behind Nosferatu. (en línea).
https://www.grunge.com/221990/the-true-story-behind-nosferatu/ (Consultado: 29/07/2024). - Sánchez, Fernando. La surrealista leyenda del vampiro real que atemorizó el rodaje de la película ‘Nosferatu’ hace más de 100 años. (en línea).
https://www.fotogramas.es/famosos-celebrities/a46297887/nosferatu-max-schreck-vampiro-real-rodaje-murnau/ (Consultado: 29/07/2024). - Stuermer, Ariane. Schreckgespenst mit Hasenzähnen. (en línea). https://www.spiegel.de/geschichte/90-jahre-nosferatu-a-947500.html (Consultado: 29/07/2024).
- Vidal Arranz, Aleteia. Murnau, el ocultismo y el vampiro. (en línea).
https://eldebatedehoy.eldebate.com/noticia/cultura/15/06/2021/nosferatu/ (Consultado: 29/07/2024).
Libros:
- Aylesworth, Thomas Guibbons. (1972). Monsters from the Movies: Estados Unidos: Lippincott
- Berritúa, Luciano. (2009). Nosferatu. Un film erótico. Ocultista. Espiritista. Metafísico. Valladolid: Divisa
- Eickhoff, Stefan. (2008). Max Schreck – Gespenstertheater. Alemania: Belleville-Verlag.
- Kyrou, Adonis A. (2005). Le surréalisme au cinéma. Francia: Ramsay.
- Robertson, James C. (1993). The Hidden Cinema: british film censorship in action 1913-1972. Gran Bretaña: Routledge
Un artículo escrito por Débora Goldstern, colaboradora de CodigoOculto.com
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