No es la primera vez que tratan de ocultar un hecho grande e importante, que obviamente no les conviene que se sepa. Pero en esta ocasión se trata de un factor de interés mundial y que podría cambiar todo lo que conocemos. Existen indicios de que misteriosas “dificultades” impidieron a un laboratorio nuclear publicar datos sobre el primer “objeto interestelar” conocido que llegó a la Tierra.
El Laboratorio Nacional de Los Álamos se ha visto acosado por retrasos en sus intentos de localizar registros que puedan estar relacionados con la supresión de información sobre una visitante extrasolar.
Casi un año después de que el U. S. Space Command confirmara de forma un tanto aleatoria que los científicos habían identificado correctamente el primer objeto interestelar conocido que aterrizó en nuestro planeta, misteriosas dificultades siguen impidiendo la divulgación de información sobre el acaparamiento y la supresión por parte del gobierno de datos relacionados con la visita extrasolar.
El objeto interestelar llegado a la Tierra
En 2019, los investigadores de la Harvard University Amar Siraj y Avi Loeb publicaron un estudio preimpreso sobre su aparente descubrimiento de que un meteorito interestelar había aterrizado cerca de Papúa Nueva Guinea en 2014. Este fue, en retrospectiva, el primer objeto conocido de otra estrella en entrar en nuestro sistema solar. (Otro objeto interestelar, ‘Oumuamua -un objeto de casi medio kilómetros de ancho que, según se cree, podría ser una pieza de tecnología alienígena- fue avistado en 2017). Los investigadores, sin embargo, se vieron obstaculizados en sus intentos de confirmar el descubrimiento, porque los datos relevantes habían sido recogidos por los sensores del Departamento de Defensa utilizados para rastrear explosiones nucleares y, por lo tanto, estaban clasificados.
El año pasado, tras varios retrasos burocráticos, el U. S. Space Command emitió un memorando en el que afirmaba que John Mozer, su científico jefe, había utilizado datos del Departamento de Defensa para confirmar que los investigadores tenían razón sobre el origen del meteoro. Sin embargo, esto seguía dejando abierta la cuestión de si el gobierno había suprimido durante años la información sobre este trascendental descubrimiento y, en caso afirmativo, por qué.
Ocultamiento de información sobre el “objeto interestelar”
El sitio web Motherboard presentó solicitudes a diferentes organismos federales en virtud de la Ley de Libertad de Información. Una de ellas se presentó ante el Departamento de Energía en abril de 2022, y buscaba correos electrónicos de dos científicos del Laboratorio Nacional de Los Álamos, que entre otras cosas diseña armas nucleares, en los que se mencionaran los términos asteroide, meteorito o escombro. Solicitamos una tramitación acelerada, dado el interés del público por saber por qué el gobierno no comparte datos sobre cuerpos extraterrestres que transitan por nuestro sistema solar.
Varios días después, el DoE informó a Motherboard de que la solicitud se había remitido a la National Nuclear Security Administration, y varios días después, un especialista en información gubernamental nos informó de que no habíamos demostrado la necesidad imperiosa de una tramitación acelerada. Dos meses después, otro corresponsal nos informó de que la solicitud se estaba tramitando y, tres meses después, nos dio una fecha estimada de finalización: noviembre de 2022. En noviembre, esa fecha se trasladó a diciembre; en diciembre, respondieron a Motherboard que la fecha estimada de finalización no podía cumplirse porque la solicitud se había devuelto a Los Álamos para obtener “información adicional”.
Actualmente estamos en marzo de 2023, y Motherboard no tiene constancia de que los científicos de Los Álamos hayan mencionado asteroides, meteoritos o desechos. En enero, dieron a conocer “el problema está en la oficina del programa”. Recientemente, esta semana, respondieron a Motherboard que no hay fecha estimada de finalización y que “ha habido algunas dificultades que la Los Alamos Field Office (NA-LA) de la NNSA y/o el Laboratorio tendrán que resolver”.
Laboratorio Nacional Los Alamos. Crédito: Youtube / Los Alamos
Aún se desconoce cuáles son esas dificultades, así como el contenido de cualquier correo electrónico de un periodo de tiempo definido en el que dos científicos concretos de Los Álamos hablen de asteroides, meteoritos o desechos. Sin embargo, sigue abierta la posibilidad de que los registros, que probablemente no sean especialmente sorprendentes, se hagan públicos a tiempo para el estreno en julio de Oppenheimer, el nuevo biopic de Christopher Nolan sobre el científico de Los Álamos más famoso de todos.
A pesar de lo que parece ser un consenso bipartidista de que la lentitud de las respuestas a las solicitudes de la FOIA hace que la vital ley de transparencia sea prácticamente inútil, así como de las demandas ocasionales, nadie en una posición de autoridad parece particularmente inclinado a hacer algo al respecto.
Ojo al piojo:
Todo empezó con ‘Oumuamua. Se trató de negar, desacreditar todo lo relacionado al primer visitante interestelar. ¿Existe una relación entre ‘Oumuamua y el meteorito caído en Papúa Nueva Guinea? Además, no olvidemos que recientemente Loeb ha revelado que una nave nodriza podría encontrarse en el Sistema Solar y tendría la capacidad de enviar drones a explorar. ¿Todo está conectado? Si es así, esto es demasiado preocupante.
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