Muchas personas en el mundo han contado experiencias sobre los pactos con el diablo. Es común encontrar relatos donde se pide dinero, belleza e incluso salud a cambio de vender el alma. Sin embargo, en el XIX vivió un escritor que fue capaz de hacer un pacto con “satanás” a cambio de éxito literario. ¿Quién fue este hombre? ¿Cómo consiguió fama? Esta es su historia.
El sueño de todo escritor es ser leído, y que sus obras trasciendan el espacio junto al tiempo. Nadie quiere ser olvidado, al contrario, cualquier artista desea contribuir con su granito de arena. Los autores sienten la necesidad de atraer lectores, quienes consumen las obras publicadas. Pero, ¿hasta qué punto llegaría un escritor para que lo lean?
Manuel Fernández y González se salió de los límites, hasta el punto de encontrar el camino fácil para conseguir el éxito literario. Esa misma ambición la han tenido las personas que han decidido vender su alma al diablo a cambio de favores:
- Riquezas
- Fama
- Salud
- Poder
- Amor
Incluso mucho se ha dicho de celebridades que le han vendido su alma al diablo, los rumores siempre están allí. No es de extrañar comentarios sobre sectas cuyos ritos son inhumanos, al parecer le sirven al ser de las tinieblas.
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Sin embargo, hay personas que no creen en demonios ni en ángeles, ven estos temas como simples alucinaciones e inventos para asustar a las personas. Pero lo que hizo Manuel Fernández y González, puede dejar boquiabierto a cualquier persona.
¿Quién es Manuel Fernández y González?
Manuel Fernández y González nació en 1821, Sevilla. Creció bajo el seno de una familia militar, su padre era capitán de caballería con ideas liberales, no obstante, al trasladarse a Granada fue detenido. Por lo tanto, el joven Fernández pasó parte de su niñez en Granada.
Manuel Fernández y González. (Wikimedia Commons)
A los 12 años escribió interesantes versos, y ya a los 14 años había publicado su primer libro de poesía. También prestó servicio militar, eso no es todo, comenzó a desarrollarse en el teatro al crear la obra El bastardo y el rey, que obtuvo una buena acogida.
Estudió filosofía y derecho en la Universidad de Granada, donde paralelamente desarrollaba su faceta como escritor. Creó cerca de trescientas novelas, contenidas en más de quinientos volúmenes; la temática que regía sus obras era el histórico y costumbrista.
Por otro lado, se destacó por ser el rey de las novelas por entrega, dictándole a sus escritores fantasmas o negros literarios tres novelas al mismo tiempo. Todos le pedían obras y nadie quedaba decepcionado. Sí, ganó mucho dinero, pero esto lo hizo tener una vida llena de excesos, desordenada.
Según cuenta Hernández Girbal, biógrafo del escritor, en un libro titulado Una vida pintoresca (1931), Manuel tuvo un encuentro con un ser espiritual, quien le sugirió crear un libro que le cambiaría la vida para siempre.
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El pacto con el diablo de Fernández y González
Una noche de invierno, Fernández y González se encontraba caminando por la Ronda de Atocha, bastante cerca del cementerio San Nicolás. El frío inundaba las cuencas terrestres, mientras que él se frotaba las manos y veía el cielo nublado, ni los rayos lunares podían iluminar el entorno.
El sonido de los coches a caballo se escuchaba a lo lejos, de pronto, todo había quedado en silencio, no cualquier silencio, sino uno espectral. Sin previo aviso, se le acercó un individuo enigmático, era alto y delgado, tenía la piel pálida.
Aquel sujeto afirmaba llamarse el “Barón del Destierro” —uno de los nombres usados para hacer referencia al diablo—. Este le propuso al asustado Fernández que escriba un libro que lo convertiría en rico.
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En ese entonces, al escritor nadie lo conocía, era un don nadie. Pese a la desconfianza que sentía, decidió hacerle caso al sujeto. Entonces, escribió una obra con el argumento proporcionado por el diablo, bajo el título Luisa o el ángel de redención.
La novela fue publicada en el diario La discusión, obtuvo un éxito innegable: fueron vendidos más de 200.000 ejemplares. En pocas palabras, su fama comenzó al publicar la obra, eso no esto, obtuvo mucho dinero en ganancias.
Uno de los personajes de la novela se llamaba el Barón del Destierro. Sin embargo, a partir de su fama, la personalidad del escritor cambió bruscamente. Se convirtió en alguien egocéntrico, vanidoso, soberbio e insoportable. Parecía tener amigos leales, pero en realidad tenía enemigos por doquier.
Un final triste
¿Qué haría alguien pobre con mucho dinero obtenido de la noche a la mañana? Fernández y Hernández gastó toda la fortuna en una vida descontrolada. Sí, fiestas a diario, préstamos de dinero, prostitutas; y un sinfín de acciones que le pasaron cuenta después.
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El 6 de diciembre de 1888, el afamado escritor murió solo y abandonado bajo la tela de la pobreza absoluta. Nadie lo recordaba, ni siquiera los amigos de parranda y tampoco los que disfrutaron de la fortuna con préstamos.
Para algunos historiadores esto sucedió porque la calidad literaria de Fernández y Hernández no era tan buena. Creaba obras en grandes cantidades, pero tenían incoherencias históricas, además, utilizó los mismos recursos literarios hasta cansarse.
No obstante, otros creen que el mismísimo diablo le jugó una mala pasada. Consiguió la perdición de un escritor que jamás pensó volverse millonario con sus novelas.
Un artículo escrito por Eduar Pájaro Peña, colaborador de CodigoOculto.com
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