Estamos en tiempos de revelaciones, dice el estribillo, y una reciente noticia parece refrendarlo. De acuerdo a tres investigadores de Harvard y la Montana Technological University, entidades no humanas pueden vivir bajo tierra desde hace mucho tiempo, incluso antes que la humanidad. Se hace referencia a “ellos” como una civilización “sigilosa” y definida en la categoría de “criptoterrestres”.
Es sabido que la Harvard University es una de las instituciones de educación superior más respetadas del mundo, es por ello que cuando sus académicos realiza investigaciones, se convierten en una referencia de lectura obligada para la comunidad científica.
Debido a ello el mundo ha quedado totalmente sorprendido de que un equipo de científicos de Harvard y de la Montana Technological University hayan publicado un artículo en el que sugieren que una civilización “sigilosa” avanzada no humana podría vivir en la Tierra, mezclados entre nosotros o posiblemente ocultos en lugares inexplorados del planeta.
El fascinante, aunque sorprendente, informe especula que los avistamientos de OVNIs pueden reflejar actividades de seres inteligentes ocultos en sigilo aquí en la Tierra (por ejemplo, bajo tierra), y/o sus alrededores cercanos (por ejemplo, la Luna), y/o incluso “caminando entre nosotros” (por ejemplo, haciéndose pasar por humanos).
Criptoterrestres. ¿Viviendo ocultos en la Tierra?
Y aunque sus autores reconocen que la idea de los “criptoterrestres” ocultos a plena vista “probablemente será considerada con escepticismo por la mayoría de los científicos”, sostienen que la teoría “merece una consideración genuina en un espíritu de humildad epistémica y apertura”.
Estas hipótesis contribuyen a la creciente convicción de que el gobierno estadounidense ha coordinado un encubrimiento secreto de la actividad extraterrestre.
El año pasado, esto fue alimentado por el ex oficial de inteligencia David Grusch, quien hizo la asombrosa “revelación” de que las autoridades estadounidenses estaban en posesión de naves espaciales extraterrestres “intactas y parcialmente intactas”.
Al mes siguiente, tras una audiencia OVNI muy publicitada en el Congreso, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, anunció: “El público estadounidense tiene derecho a conocer las tecnologías de origen desconocido, la inteligencia no humana y los fenómenos inexplicables.
Schumer dijo:
“No sólo estamos trabajando para desclasificar lo que el gobierno ha aprendido previamente sobre estos fenómenos, sino para crear una vía para que las futuras investigaciones se hagan públicas”.
Inteligencias no humanas conviviendo con los humanos
Y aunque muchas veces las declaraciones sobre OVNIs son puestas en ridículo o denegadas por los gobierno y agencias espaciales, los investigadores de Harvard y Montana han propuesto una serie de posibles teorías para explicar este hecho.
En primer lugar, los autores se apresuran a subrayar la importancia del término inteligencia “no humana” (INH) frente a “extraterrestre“.
Señalan el hecho de que cuando se le preguntó a Grusch durante una entrevista en News Nation si el gobierno había estado “ocultando la existencia en este planeta de vida extraterrestre”, Grusch aclaró:
“Yo lo expresaría como inteligencia no humana [porque] no quiero denotar necesariamente el origen. No creo que tengamos todos los datos para decir: ‘Oh, vienen de un lugar determinado'”.
Ultraterrestres
Con esta base, el estudio de los científicos se centra en una amplia colección de posibilidades, agrupadas bajo la etiqueta de hipótesis “ultraterrestres“, que se centran todas en la teoría de que las INH podrían “estar ya [estar] presente en el entorno de la Tierra en algún sentido”.
Los autores citan al coronel retirado del ejército Karl Nell -que trabajó junto a Grusch en el UAP Task Force del gobierno estadounidense-, quien definió “ultraterrestre” como “cualquier forma de vida sensible, independientemente de su origen último, que haya residido en la Tierra o en sus alrededores -bajo tierra, bajo el mar, en el aire o en el espacio- durante un periodo de tiempo significativo en un estado semipermanente (aunque encubierto), excluyendo a los humanos de la civilización moderna y sus antecedentes conocidos”.
Otros argumentan que, dado que los OVNIs desafían la explicación en términos convencionales, el único recurso es recurrir a explicaciones no convencionales. Y, en consecuencia, sugieren que los OVNIs podrían ser, de hecho, “ángeles” o “demonios”, o lo que generalmente consideramos patrimonio del folclore: hadas; elfos; gnomos; trolls, etc.
También dentro de esta amplia categoría ultraterrestre se encuentra la llamada hipótesis “interdimensional“, que sugiere que las INH podrían pertenecer a una dimensión diferente a la nuestra.
Del mismo modo, algunos sugieren que los OVNIs están, de hecho, vinculados a viajeros en el tiempo, con Harold Puthoff, del Institute for Advanced Studies de Austin, afirmando que podría haber un “antiguo grupo oculto, sociedad aislada de alta tecnología pre-diluviana… existiendo junto a nosotros en marcado sigilo”.
Pero el enfoque principal del estudio de Harvard-Montana es lo que se conoce como la hipótesis “criptoterrestre” que, según ellos, “sugiere que las INH responsables de los OVNIs podrían estar ya presentes en el entorno de la Tierra en algún sentido, en lugar de tener una explicación extraterrestre.”
Sin embargo, prosiguen:
“En lugar de existir en otras ‘dimensiones’ u otros ‘tiempos’, están presentes en un sentido relativamente más convencional (es decir, dentro de las dimensiones espaciotemporales estándar actuales) pero, sin embargo, están ‘ocultos’ de alguna manera (por ejemplo, viven bajo tierra).”
A continuación, los autores subrayan:
“Como en el caso de otras hipótesis ultraterrestres, debemos afirmar rotundamente que lo consideramos improbable. Sin embargo, no la consideramos imposible. De hecho, las nuevas observaciones parecen sugerir que podría tener cierta validez”.
Investigadores basan su teoría en el origen diverso de los OVNIs
La credibilidad de la teoría se basa en las pruebas cada vez más numerosas de que los OVNIs no sólo son aéreos, sino que también pueden desplazarse bajo el agua de formas que desafían toda explicación.
Los investigadores se remiten a un informe elaborado por el contralmirante retirado Tim Gallaudet, quien sostiene que un amplio conjunto de datos y relatos de primera mano muestran que los “Objetos Sumergibles No Identificados” (OSNI) actúan de formas que superan la tecnología humana e incluso desafían la comprensión científica de lo que es posible bajo el agua.
También señalan que el respetado catedrático de Stanford e investigador desde hace muchos años del fenómeno OSNI, el Dr. Gary Nolan, declaró en una entrevista que los OSNI proceden tanto de fuera de nuestra atmósfera como de debajo de nuestros océanos, y añadió que “las imágenes de sonar muestran que estas cosas se mueven a velocidades una docena de veces superiores a las de nuestros submarinos más rápidos”.
Un origen bajo Tierra
Por si la perspectiva de civilizaciones avanzadas acechando bajo nuestros mares no fuera suficiente, los investigadores señalan que algunos avistamientos de OVNIs implican naves y otros fenómenos, como “orbes”, que parecen entrar o salir de posibles puntos de acceso subterráneos, como volcanes.
Los investigadores escriben:
“El volcán Popocatépetl en el centro de México, por ejemplo, se considera un ‘punto caliente’ para tales observaciones, con numerosos eventos de este tipo capturados en cámara en 2023”.
Señalan que en un artículo, un observador fue citado sugiriendo que el volcán Popocatépetl funciona como un “portal” interdimensional, mientras que otros especulan que “algunos OVNIs podrían no sólo ser atraídos a tales lugares (por ejemplo, como un portal, o para fines tales como esconderse o reunir energía), sino que podrían venir del subsuelo”.
Citan al ex miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos Mike Gallagher, quien el año pasado postuló que una explicación potencial para los OVNIs es “una antigua civilización que simplemente ha estado escondida aquí, durante todo este tiempo, y que de repente se está mostrando ahora mismo”.
De hecho, en un artículo titulado “Secret UFO bases across the U.S.“, el estudioso de los OVNIs John Keel (1968) argumentó que, dado que los OVNIs “han estado constantemente activos en las mismas áreas durante muchos años, es bastante razonable especular que estos objetos se originan de alguna manera desconocida en estas áreas, en lugar de atravesar grandes distancias espaciales para hacer breves ‘visitas’ aleatorias y aparentemente sin sentido”.
Dicho de otro modo, “muchos de los miles de ‘platillos volantes’ y ‘luces fantasmales’ observados tienen más probabilidades de formar parte del entorno de la Tierra que de ser naves extraterrestres que vuelan desde algún punto distante”.
Si esto fuera cierto, explicaría por qué los OVNIs parecen interesarse tanto por la Tierra y despejaría todas las incógnitas sobre la logística de los viajes interestelares.
Además, los autores aportan ejemplos de testimonios grabados de fuentes respetadas que insisten en la existencia de las INH, quizá el más notable sea el de la que fuera ayudante de Albert Einstein, la doctora Shirley Wright.
Hablando en 1993 -en grabaciones que no se hicieron públicas hasta 2021- Wright afirmó que ella y Einstein habían ayudado a investigar el famoso accidente OVNI de Roswell y que éste “no sólo era un OVNI auténtico, sino que entidades biológicas habían sobrevivido al accidente y fueron sometidas a interrogatorio”.
Aún más notablemente, ella insistió en que estos eran en realidad “sólo los seres humanos, pero una forma avanzada”, y que muchos de sus “especies” en realidad “residen bajo tierra en nuestro planeta.”
El ex agente de la CIA John Ramírez supuestamente corroboró esta afirmación, revelando que las autoridades, de hecho, realizaron pruebas biológicas y “fueron capaces de secuenciar algo en esos cuerpos que se parece a un genoma”. Y a partir de ahí comprobaron el genoma humano y vieron las correlaciones”.
¿Criptoterrestres en el lado oculto de la Luna?
Para concluir su extraordinario artículo, los expertos de Harvard-Montana señalan que las INH podrían estar al acecho en otro hábitat cercano.
Los investigadores escriben:
“Un tercer lugar de intriga es la Luna, y en particular su lado oculto. De hecho, algunos observadores sugieren que la propia Luna es muy extraña, caracterizada, como ha señalado recientemente Avi Loeb, por numerosas y extraordinarias ‘coincidencias en cuanto a su tamaño, comportamiento y composición’.
Como resultado, algunos han especulado que todo el objeto puede ser una construcción artificial de las INH”.
Los investigadores señalan “pruebas fotográficas” de rasgos anómalos en la superficie del satélite, que algunos han tomado por bases lunares.
Además, denunciantes de la NASA como Karl Wolfe y Ken Johnston han afirmado que “existen pruebas fotográficas aún más concluyentes de posibles bases, pero que la NASA ha tratado activamente de negar, suprimir y ocultar dicha información”, escriben los autores.
El ex astronauta del Apolo Edgar Mitchell declaró en 2008:
“Sí, ha habido visitas de extraterrestres, ha habido naves estrelladas y cuerpos recuperados. No estamos solos en el universo, llevan mucho tiempo viniendo”.
Cuatro tipologías de criptoterrestres
Para concluir su estudio, los investigadores clasifican las diferentes subsecciones de posibles “criptoterrestres” en los cuatro grupos siguientes:
Criptoterrestres humanos
Una antigua civilización humana tecnológicamente avanzada que fue destruida en gran parte hace mucho tiempo (por ejemplo, por una inundación), pero que siguió existiendo en forma de remanente.
Criptoterrestres homínidos o terópodos
Una civilización no humana tecnológicamente avanzada que consiste en algún animal terrestre que evolucionó para vivir en sigilo (por ejemplo, bajo tierra), tal vez un homínido, o alternativamente una especie mucho más distante relacionada con nosotros (por ejemplo, descendientes de dinosaurios desconocidos e inteligentes).
Extraterrestres o criptoterrestres extraterrestres
Extraterrestres o nuestros descendientes intertemporales que “llegaron” a la Tierra desde otro lugar del cosmos o desde el futuro humano, respectivamente, y se ocultaron sigilosamente.
Criptoterrestres mágicos
Entidades que se parecen menos a extraterrestres autóctonos y más a ángeles, que se relacionan con el mundo habitado por los humanos de formas que (al menos desde nuestra perspectiva actual) son menos tecnológicas que mágicas, y que en las lenguas europeas se conocen con nombres como hadas, elfos, ninfas, etc.
No obstante, hay que subrayar que los autores de Harvard-Montana no afirman que los criptoterrestres existan, sino que podrían existir, y la idea no debe descartarse categóricamente.
Los investigadores dicen:
“Argumentamos que los OVNIs tienen una explicación criptoterrestre, sino simplemente que podrían existir, y el enfoque sensato es considerar todas las teorías válidas hasta que las pruebas demuestren de forma decisiva que deben ser rechazadas.
Por lo tanto, sugerimos a los científicos que mantengan la mente abierta e investiguen la [hipótesis criptoterrestre] como una teoría genuinamente viable”.
Los investigadores concluyen:
“La misión de la ciencia es investigar todos los aspectos de la existencia física, independientemente de hasta qué punto empujen los límites que circunscriben nuestras nociones de la realidad convencional.”
Los investigadores que realizaron el informe son:
- Dr. Michael Masters, coautor del estudio, profesor de antropología biológica de la Montana Technological University.
- Tim Lomas, coautor, del estudio, psicólogo de la Chan School of Public Health de Harvard.
- Brendan Case, director asociado de investigación del Institute for Quantitative Social Science de Harvard.
No cabe duda de que esta investigación va a dar mucho qué hablar en la comunidad científica e incluso me atrevo a decir que será rechazada por los principales investigadores del lado más convencional. Sin embargo, es un paso adelante muy importante en este momento clave de la historia en que estamos próximos a que algo grande sea revelado, algo que podría cambiar nuestro entendimiento sobre el origen del humano en este planeta.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Philosophy and Cosmology, y puede ser leído en su totalidad en Research Gate.
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