Aunque han pasado 700 años desde la muerte de Dante Alighieri, el estremecedor poema épico sigue manteniendo especial relevancia en la historia de la literatura universal. Dante aborda grandes interrogantes de la vida y sobre cuánto control tenemos sobre nuestro propio destino, hasta las razones por la que los ricos y poderosos parecen salirse siempre con la suya.
Dante Alighieri nació en Florencia en 1265. Durante sus años de estudio coincidió con el poeta Guido Cavalcanti, representante del movimiento poético Dolce Stil Novo. Aunque unos quince años menor que él, Dante estableció una íntima amistad y se convirtió en su discípulo. En 1274 vio por primera vez a Beatriz Portinari, cuando ella contaba ocho años y él tan sólo uno más. El apasionado y platónico enamoramiento de Dante tendría lugar al coincidir de nuevo con ella nueve años más tarde.
A los 21 años Beatriz se casó con Simone dei Bardi, pero falleció cuatro años después. Es entonces cuando nació en Dante el germen de La Divina Comedia, pues personificó a Beatriz como la pureza. Quince años se dedicó Dante Alighieri a escribir una obra a la cual denominaría Comedia, pues en su tiempo les llamaban así a las obras con final feliz. Años más tarde, cuando Giovanni Boccaccio recibió el encargo de escribir sobre la obra, le sumó el adjetivo “Divina”, porque esta obra trataba temas no terrenales.
En los 33 cantos que componen cada una de las 3 partes del poema, los cuales, junto con el canto introductorio, suman 100, el número perfecto según el pensamiento medieval viaja por los 9 círculos del Infierno, las 7 cornisas del Purgatorio y los 9 cielos del Paraíso.
Con el tiempo el reconocimiento de la Divina Comedia fue creciendo hasta llegar a ser la obra maestra de la literatura italiana.
La Divina Comedia
Los personajes principales de la Divina comedia son esencialmente: Dante, el poeta que representa la condición humana. Virgilio, poeta de la antigüedad clásica que representa el pensamiento racional y la virtud; y Beatriz, el amor platónico de Dante, quien representa la fe.
El alter ego del poeta Dante, se encuentra perdido en medio de una selva oscura. Al amanecer se encuentra con una montaña iluminada, donde es asediado por tres animales simbólicos: un leopardo, un león y una loba. El alma de Virgilio acude en su auxilio y le comunica que su amada Beatriz le ha encomendado guiarlo hasta las puertas del paraíso. Para eso, deberán pasar primero por el infierno y el purgatorio.
Virgilio acompaña al peregrino en la primera parte de la travesía a través de nueve círculos infernales, en los cuales Dante es testigo de los escarmientos que sufren los pecadores impíos.
LECTURA RECOMENDADA: Experiencias Cercanas a la Muerte: Visiones del Infierno
En la segunda parte, el poeta peregrino conoce el Purgatorio, lugar en que las almas pecadoras, pero arrepentidas, purifican sus pecados para ascender al cielo.
En la tercera parte, Dante es recibido por Beatriz a las puertas del paraíso, pero Virgilio tiene la entrada prohibida por haber sido pagano. Dante conoce el firmamento y es testigo de la victoria de los santos y la gloria del Altísimo.
Iluminado y convertido por la revelación, Dante regresa a la Tierra y decide plasmar las experiencia de su viaje en un poema como advertencia y consejo de la humanidad.
El Infierno
La primera parte de la Divina comedia es el infierno. Los poetas Dante y Virgilio recorren el lugar donde yacen los cobardes, a los que el autor tilda de inútiles. Los poetas llegan al río Aqueronte y se encuentran con Caronte, el barquero infernal, encargado de llevar a las almas hasta la puerta del infierno. El infierno está distribuido por nueve círculos, donde los condenados están clasificados según sus culpas. Dante crea el mundo que les espera a los pecadores después de la muerte, y sus descripciones son fascinantes y repugnantes que ha inspirado pinturas impactantes.
Dante ha elaborado un castigo adecuado para cada pecado y algunas criaturas míticas también participan en los tormentos. Los codiciosos arrastran piedras pesadas en círculos interminables, y los herejes son encerrados en tumbas en llamas. Los asesinos están siempre cubiertos de sangre hirviendo y los aduladores están enterrados en heces. A pesar de la terrible depravación del infierno la descripción no deja de ser cautivadora.
Primer círculo
El primer círculo es el limbo o anteinfierno, lugar donde se encuentran las almas que, aunque virtuosas, no conocieron a Cristo o murieron sin ser bautizadas, incluido el propio Virgilio. Su condena es no poder gozar de la vida eterna. Sólo los patriarcas de Israel se han librado de permanecer en este círculo.
Segundo círculo
La entrada del segundo infierno es custodiada por Minos, legendario personaje de la mitología griega encargado de examinar a las almas y determinar los castigos. Este infierno está reservado para quienes cometieron el pecado de lujuria. El castigo de estos pecadores es ser llevados por un viento incesante al igual que en la vida se dejaron llevar por la pasión. Allí se encuentra Francesca de Rímini, una mujer noble de Italia que, tras su trágico final, se convirtió en el símbolo del adulterio y la lujuria.
Tercer círculo
Este infierno es custodiado por Ciacco y por Cerbero, un monstruo de tres cabezas que pertenecía al dios Hades. El lugar está reservado al pecado de la gula y los pecadores están echados a tierra, inmersos en el fango bajo una lluvia pesada y maloliente, frecuentemente mordidos y arañados por Cerbero.
Cuarto círculo
Reservado al pecado de la avaricia y los despilfarradores. El lugar está presidido por Pluto que representa a un demonio de la riqueza. Los pecadores están separados en dos grupos opuestos que empujan pesos a través de un círculo. Cuando llegan a mitad círculo se insultan. El esfuerzo continuo e inútil de rodar unos pesos simboliza la inutilidad de la avaricia y de su prodigalidad.
Quinto círculo
Infierno destinado a los iracundos, perezosos, soberbios y envidiosos. El encargado de este círculo es Flegias, hijo del dios Ares y rey de los lápitas, es el barquero que lleva las almas por la laguna Estigia hasta la ciudad infernal de Dite. Según el pecado cometido, algunos son inmersos en el pantano y se hacen del mal entre ellos. Los otros son obligados permanecer sumergidos sin posibilidad de levantarse.
Sexto círculo
Un ángel socorre a los poetas abriendo las puertas de la ciudad para avanzar al círculo de los incrédulos y herejes, condenados a los sepulcros ardientes. En este infierno se encuentran a los nobles epicúreos Farinata degli Uberti, gibelino y adversario de Dante, y Cavalcante Cavalcanti, de la casa güelfa.
Séptimo círculo
Reservado a los violentos, entre quienes se incluyen a los tiranos. El guardián es el Minotauro de Creta. Los poetas son llevados por el centauro Neso a través de un río de sangre. El círculo se divide en niveles circulares, según la gravedad del pecado: violentos contra el prójimo, violentos y suicidas, y violentos contra Dios. En el primer aro, los violentos contra el prójimo son arrojados en el río de sangre hirviente Flegetonte, a una profundidad según el grado de culpa (tiranos hasta los ojos, homicidas hasta el cuello y ladrones hasta el pecho). En el segundo aro, los violentos contra sí mismos y suicidas son convertidos en árboles, mientras que los derrochadores son perseguidos y mordidos por perras. En el tercer aro, reservado a los violentos contra Dios y la Naturaleza, los blasfemadores, sodomitas y usureros; yacen en diversas formas bajo una lluvia de fuego.
Octavo círculo
Reservado a los fraudulentos y seductores. Se divide en diez niveles concéntricos. Es el lugar de castigo para los rufianes, aduladores, cortesanas, practicantes de la simonía, adivinos e impostores, barateros (corruptos), hipócritas, ladrones, consejeros del fraude, cismáticos y promotores de discordia y, finalmente, falsificadores y alquimistas. Los castigos según el pecado pueden ser desde correr en círculos azotados por demonios, inmersión en estiércol, confinamiento en fosas, inmersión en brea hirviente, mutilaciones por espadas, mordeduras de serpiente, etc.
Noveno círculo
Después de atravesar los pozos del infierno, Dante y Virgilio llegan finalmente a la entrada del noveno y último círculo. Situado en la parte inferior del embudo, este último círculo es el hogar de los peores pecadores de todos.
Reservado a los traidores. Los poetas tienen un encuentro con los titanes y el gigante Anteo, quien los conduce en brazos al último infierno. Este lugar tiene cuatro fosas dispuestas de la siguiente manera: pecadores que traicionaron a sus parientes, a la patria, a sus comensales y a sus benefactores. En el centro de este último círculo se encuentra el mismo Lucifer. Los gigantes (criaturas enormes y violentas que devoran humanos) son condenados a la inmovilidad en el pozo, los traidores de los parientes son inmersos en el hielo con la cara dirigida hacia abajo, mientras que los traidores a la patria son inmersos en el hielo con la cara hacia arriba. Los traidores a los benefactores son sumergidos completamente en el hielo. En este lugar se encuentran Judas Iscariote, Bruto y Casio, quienes son continuamente masticados por Lucifer.
Lucifer según Dante
Dante observa que la apariencia de Lucifer ha sufrido una inversión completa, recordándonos cómo se ha transformado su físico. Una vez considerado entre los ángeles más bellos, ahora es el más feo. tiene tres caras y tres bocas, cada una mordiendo lentamente a Brutus, Cassius y Judas. Sin embargo, Lucifer y los tres traidores guardan silencio y la escena es solemne. El silencio puede ser interpretado de muchas maneras. En cierto sentido, el silencio es reverencial y respetuoso. A lo largo del relato, los otros pecadores explican las circunstancias que los llevaron a sus crímenes; pero los pecados de Lucifer, Brutus, Cassius y Judas no requieren explicación. En cierto modo, mantener en silencio a estos personajes es una insinuación de que sus crímenes son imperdonables.
Debido a que Lucifer es tan grande, es imposible ignorar las grandes lágrimas de sangre que brotan de sus seis ojos tal vez para transmitir remordimiento. Su forma física nos recuerda cuán bajo ha caído el diablo. Las lágrimas toman el lugar de las palabras.
Tras salir del infierno, Dante aprendió las razones que llevan a la putrefacción en la sociedad como la avaricia, el mal uso del poder, las divisiones políticas. Tras entrar en el purgatorio, pasa de la fatalidad a la esperanza: algunos errores pueden ser corregidos y podemos aprender de ellos.
Mientras que, en el infierno, los pecadores repiten obstinadamente los mismos argumentos sin reconocer su error y sufren el mismo castigo por toda la eternidad, las almas del purgatorio quieren corregir lo que hicieron mal, obteniendo la posibilidad para cambiar.
Bibliografía
Sitios web:
- La humanidad en los fosos del infierno: el diablo en el infierno de Dante
https://www.thecollector.com/lucifer-dante-inferno/ - Representaciones del infierno: dibujos de Sandro Botticelli del infierno de Dante
https://www.thecollector.com/botticelli-dante-inferno-drawings/ - ¿Sabes cómo es el infierno según Dante?
https://culturizando.com/sabes-como-es-el-infierno-segun-dante/ - La Divina comedia de Dante Alighieri
https://www.culturagenial.com/es/divina-comedia/ - Dante Alighieri
https://www.biografiasyvidas.com/monografia/dante/divina_comedia.htm - Por qué “La divina comedia” sigue siendo tan relevante 700 años después de la muerte de Dante
https://www.bbc.com/mundo/noticias-57936063 - Dante Alighieri
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/dante.htm
Gracias por leernos. Te invitamos a seguirnos en nuestra Página de Facebook, para estar al tanto de todas las noticias que publicamos a diario. También puedes unirte a nuestra comunidad en Telegram.
0 comentarios