Se dice que Punto Nemo, en el sur del océano Pacífico, es el lugar más remoto del planeta. Cuando los barcos pasan por él, se encuentran a 2.689 kilómetros de la tierra más cercana. Cuando la Estación Espacial Internacional (ISS) pasa por encima de ellos, los humanos más cercanos a los marineros son los astronautas a bordo de la estación, ya que están a sólo 400 kilómetros (por encima de sus cabezas.
Dado su aislamiento y el hecho de que las corrientes de la zona albergan pocos peces y pescadores, la zona se ha convertido en un cementerio de viejas naves espaciales. Además de viejos satélites, retirados de la órbita terrestre y en la zona, la estación espacial soviético-rusa Mir encontró su fin en el fondo del océano, en una zona especialmente acuática del mundo.
Fue aquí, en 1997, donde la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) detectó un extraño sonido de frecuencia ultrabaja. El sonido, detectado por hidrófonos colocados a lo largo del Océano Pacífico, era potente e increíblemente fuerte, entre los más altos jamás registrados bajo el agua.
Sonido de frecuencia ultrabaja
El ruido era un misterio, ya que era tan fuerte que fue captado por hidrófonos situados a 4.800 kilómetros de distancia. Algunos, entre ellos el oceanógrafo de la NOAA Chris Fox, especularon con que el “bloop”, como se conoció, podría haber sido causado por un animal marino.
Fox dijo a CNN:
“Hay muchas cosas haciendo ruido ahí abajo. Ballenas, delfines y peces, los estruendos de la Tierra”.
Ningún animal conocido es capaz de producir un sonido semejante, lo que llevó a algunas especulaciones de que podría tratarse de un calamar gigante, u otro monstruo marino desconocido. Sin embargo, en aquel momento Fox también sugirió lo que resultó ser la explicación real.
Una explicación
Fox agregó:
“Creo que puede estar relacionado con el deshielo. Siempre viene del sur. Sospechamos que es hielo de la costa de la Antártida, en cuyo caso es muy fuerte”.
La NOAA ha detectado sonidos similares al bloop con anterioridad, e incluso los ha utilizado para rastrear el iceberg A53a mientras se desintegraba.
El Pacific Marine Environmental Laboratory explica:
“Los sonidos de amplio espectro registrados en el verano de 1997 concuerdan con los terremotos de hielo generados por grandes icebergs al agrietarse y fracturarse.
Los terremotos de hielo tienen amplitud suficiente para ser detectados por múltiples sensores a una distancia de más de 5.000 km. Basándonos en el azimut de llegada, lo más probable es que el iceberg o icebergs que generaron ‘Bloop’ estuvieran entre el estrecho de Bransfield y el mar de Ross, o posiblemente en el cabo Adare, una fuente bien conocida de señales criogénicas.”
Aunque ha sido propuesto, es poco probable que un kraken gigante tenga su hogar en nuestro cementerio de naves espaciales.
Pueden escuchar el bloop a continuación:
Referencias: NOAA
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