¿Y si el conocido “Astronauta de Palenque” no fuera un astronauta sino algo más sorprendente? El fantástico relieve de la losa que cubría la tumba de Pakal continúa guardando interesantes misterios. Podría ser un astronauta, sí, pero tal vez haya algo más…
Una misteriosa tumba
Al norte de Chiapas, en México, se encuentra la tumba de quien fue mandatario de Palenque en el s. VII d.C. K’inich Janaab’ Pakal o simplemente Pakal. El gobernante descansa en un enorme sarcófago de piedra situado en la cámara funeraria de una pirámide escalonada, con un nada desdeñable ajuar funerario que incluye una multitud de abalorios de jade. Asimismo, todo el lugar está decorado con relieves y esculturas exaltando su figura.
Queda claro que se trataba de alguien de extrema importancia en su sociedad, pero lo extraño, lo imposible, tiene que hacer su aparición y en este caso se presenta en el relieve que decora la pesada losa del sarcófago de Pakal…
Una extraña imagen
La imagen de la losa del sarcófago es tal vez una de las más importantes de todo lo que ahora es un yacimiento arqueológico y seguramente no le sea desconocida al lector. Según la propuesta popularizada por autores como Eric von Däniken o Charles Berlitz, en la representación se observarían notables similitudes con las modernas naves en las que llevamos a astronautas al espacio. Se trataría entonces de una nave o un cohete llevando a Pakal a algún lugar fuera de nuestro planeta. Idea muy enraizada en las ideas afines a la teoría del antiguo astronauta.
Se refiere por ejemplo que Pakal no aparecería en posición horizontal por casualidad, sino que precisamente se haría debido a las terribles fuerzas que el cuerpo tiene que soportar al despegar. Posición que por cierto, también adoptan los astronautas hoy en día.
Se indica también que parece haber fuego y humo asomando en la parte inferior de la imagen. Tal como sucedería con un cohete. Que el protagonista parece estar trabajando con lo que sería una consola de mandos, con interruptores y palancas y que incluso un conducto de forma tubular llegaría hasta su nariz, tal vez en algo que se asemejara a un soporte vital.
Se detallan muchas más similitudes extrañas, pero ésta no es la única polémica al respecto.
¿De quién fueron esos huesos?
Además de lo expuesto, existe otra controversia que propone que los, ahora, huesos engalanados que descansan en el sarcófago realmente no habrían pertenecido a Pakal. Es extraño, pero los registros muestran que el mandatario vivió hasta los 70 u 80 años ostentando el gobierno hasta el día de su muerte si bien, algunos estudios expusieron que los restos óseos encontrados habrían pertenecido a un varón de entre 40 ó 50 años. Un dato que expondría una diferencia de hasta 40 años, casi nada…
Entonces ¿de quién son los huesos? Las inscripciones de todo el recinto, el arte y el sarcófago refieren que quien descansa en el pétreo féretro es Pakal, pero éste no murió con 40 años. Y el sarcófago no se abrió desde que fue sellado hasta 1952, después de ser descubierto por el arqueólogo Alberto Ruz L’huillier.
Una teoría entonces propone que realmente no se trata del gobernante, pero los hay que refieren otro planteamiento más sorprendente…
¿Una máquina del tiempo?
Otra idea se añade a la ecuación… ¿y si la extraña máquina de Pakal en realidad no fuera un vehículo para desplazarse por el espacio? ¿Y si sirviera para otro fin?
A este respecto los hay que proponen que no, no sería una máquina para desplazarse por el espacio, se trataría en realidad de una máquina para desplazarse por el tiempo. ¡Una máquina del tiempo! Explicando con ello por qué los huesos del sarcófago tendrían 40 años menos de lo que deberían.
Así, quizás, no hubiera sido una civilización avanzada de fuera del planeta la que hubiera creado la maquinaria en la que aparece representado Pakal. Esta teoría abre la puerta incluso a plantearse si el gobernante no hubiera sido en realidad un viajero del tiempo venido desde nuestro propio futuro, que por algún motivo hubiera decidido pasar su vida entre los mayas, y que se hubiera traído esta tecnología consigo.
Una teoría intrigante desde luego si bien, no es la única de este tipo. Nuestra compañera Sonia Gupta del canal AEnigma, presenta esta y otras teorías extrañas en el siguiente video en el que explora las teorías más extrañas que pueden encontrarse en Internet:
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Creo que para ser navegante en el tiempo necesitaremos algo más que una máquina. Un saber más profundo y esencial de la materia.Se sabe que hubo santos que levitaban y no necesitaron ninguna maquina