Un antiguo evangelio apócrifo que se cree fue escrito por el apóstol Bernabé hace referencia a algunos manuscritos de la iglesia primitiva. Lo que contienen el Evangelio de Bernabé desafía muchos conocimientos que se han dado por establecidos en referencia a la historia de Jesús.
Oculta en los rincones más profundos de los registros eclesiásticos se encuentra un Evangelio de más de dos mil años de antigüedad. Este antiguo libro contiene evangelios que no se encuentran en el Nuevo Testamento habitual, y sus diversos contenidos cuestionan la historia única que suelen aceptar los grupos cristianos mayoritarios.
Estos textos ofrecen una visión más detallada y posiblemente más precisa de la vida de Jesucristo, cuestionando los relatos comúnmente aceptados por la corriente principal del cristianismo.
Evangelio de Bernabé, desafiando al cristianismo
Antes del año 325 d. C., los dirigentes eclesiásticos de Alejandría reconocieron el Evangelio de Bernabé como texto oficial. Durante esta época, Ireneo (130-200 d. C.) se opuso firmemente a la incorporación por parte de Pablo de la filosofía griega y de aspectos del paganismo romano a las creencias cristianas.
Para apoyar sus argumentos, se refería a menudo al Evangelio de Bernabé, destacando su amplio uso a lo largo de los primeros siglos del cristianismo y los siguientes.
En el Concilio de Nicea de 325 d. C. se aprobó una ley para quemar todos los manuscritos existentes de los Evangelios escritos en hebreo. Además, la posesión de estos textos se declaró ilegal, y la pena más severa era la muerte.
Texto prohibido
Tras su prohibición, el Evangelio de Bernabé se guardó a buen recaudo en las cámaras papales, obtenidas por el papa en el año 383 d. C. En el cuarto año del reinado del emperador Zenón (478 d. C.) se produjo un importante descubrimiento, al hallarse el cuerpo de Bernabé con un evangelio, que se cree escrito por él, colocado sobre sus restos (mencionado en Amberes, 1698, Acta Sanctorum Boland Junii Tom II, pp. 422, 450). Se cree que este evangelio influyó en la creación de la famosa Biblia Vulgata.
El manuscrito volvió a estar en posesión de Fra Marino durante el papado de Sixto V (1585-1590). Atraído por su conocimiento de las frecuentes referencias de Iranaeus a Bernabé, el interés de Marino le llevó a este descubrimiento en la Biblioteca Papal.
El manuscrito pasó por varias manos antes de llegar a una persona notable de Ámsterdam, respetada por J. E. Cramer, del Consejo de Prusia.
En 1713, fue regalado al príncipe Eugenio de Saboya y, finalmente, se incorporó a la Hofbibliothek de Viena en 1738.
Evangelio de Bernabé dice que Jesús no fue crucificado
En efecto, el Evangelio de Bernabé se presenta como un relato de la vida y mensaje de Jesús siguiendo la estructura fundamental de los evangelios sinópticos, pero modificada en varios de sus puntos esenciales de acuerdo con la visión islámica de Jesús. De esta forma, Jesús niega rotundamente ser hijo de Dios, sino únicamente profeta enviado al mundo; afirma la aplicación de la promesa divina de salvación en la descendencia de Ismael; el evangelio le es revelado en forma de libro brillante que desciende sobre su corazón; establece las abluciones y la circuncisión como una de las condiciones fundamentales del creyente; no padecerá tormento ni será crucificado, sino que lo será el traidor Judas en su lugar.
Jesucristo niega ser el Mesías
Finalmente, niega ser él mismo el Mesías anunciado en las Escrituras: Jesús se presenta como anunciador de este mesías que es Muhámmad, a quien Dios tiene predestinado para ese papel desde el principio de los tiempos. Para poder combinar el relato evangélico con ese anuncio del Mesías, Jesús tomará en el Evangelio de Bernabé las acciones y las palabras de Juan el Bautista.
Jesús queda redimensionado en el Evangelio de Bernabé como un importantísimo profeta, portador del mensaje divino.
Evangelio catalogado como falso por detractores
Evidentemente, el Evangelio de Bernabé tiene muchos detractores que lo califican como falso. El Evangelio de Bernabé es conocido de forma indirecta por la Iglesia cristiana desde el siglo VI como uno de los libros apócrifos que resultan sospechosos desde el punto de vista de la fe; sin embargo, su nombre quedaba a mero título de referencia, siendo desconocidos tanto el texto como los motivos que condujeron a que fuera incluido en la lista de apócrifos.
Cabe destacar que el Evangelio de Bernabé es catalogado como una de las narraciones apócrifas de la vida de Jesús de Nazaret. Según un texto de la Biblioteca Miguel de Cervantes, este evangelio se conoce desde el siglo VI como uno de los libros apócrifos que resultan sospechosos desde el punto de vista de la fe.
La web Catholic.net refuerza la tesis de falsedad de este evangelio, basada en las consideraciones del Patriarca Tawadros II “sobre el volumen supuestamente encontrado en Ankara”.
Una verificación de hechos realizada en 2014 por la web india de verificación de hechos Hoax Or Fact, titulada: La Biblia de 1500 años afirma que Jesucristo no fue crucificado, el Vaticano asombrado: hechos, concluye que se trata de una “mezcla de engaño y hechos”.
[FT: cervantesvirtual]
Tenemos algo para decirte: Visítanos en Facebook. Únete a la discusión en nuestra comunidad en Telegram. Y si te es posible, apoya nuestro trabajo invitándonos un café. También puedes unirte a la conversación, dejando un comentario. ¡Te lo agradecemos!
0 comentarios