No es un secreto, que en todo el mundo abundan las historias ficticias y llenas de fantasía que atrapan a más de una persona. Sin embargo, algunos relatos son catalogados como “antiguos mitos o leyendas”, cuando probablemente sí sucedieron en la vida real. ¿Cuándo empieza la ficción y donde termina la realidad?

Una historia misteriosa se desencadena

Mientras transcurría la década del 1930, en una ciudad italiana había una mujer llamada Anna Monaro, quien estaba bastante enferma. Según los reportes, padecía de una afección respiratoria (asma), llevaba una vida normal, y estaba casada con un pescador.

Cada día que pasaba su salud se volvía más delicada, pero a pesar de todo, ella acostumbraba a dar paseos por la localidad donde vivía. Casi siempre esperaba a su esposo en el puerto para acompañarlo de regreso a casa.

Ocurren sucesos desconcertantes

Era una noche completamente normal, cuando Anna, vestida completamente de negro, se dirige a la orilla de la playa en busca de su esposo. Una mujer que se hospedaba cerca del puerto llamada Maria Guerardi observó a Anna acercándose al muelle, parecía ser una escena normal.

No obstante, al mirar detenidamente pudo ver que algo no iba bien, Anna tenía en su pecho una extraña luz, que evidentemente no era una lámpara. ¿De qué se trataba? ¿Qué estaba pasándole a aquella mujer enferma? Los estudios empezaron, pero las respuestas al respecto han sido escasas desde aquel entonces.

(Public domain / Mark_Mook_Fotografie)

¿Mito o realidad?

Cabe destacar que María no fue la única espectadora de aquel fenómeno, varias personas también vieron lo mismo. Movidos por la inquietud, algunos se acercaron a Anna para preguntarle qué estaba sucediendo y a que se debía la luz que emanaba de su pecho.

Sin embargo, Anna estaba muy cansada y enferma, solo deseaba ir a casa y recuperarse. No dio ninguna explicación al respecto porque ni siquiera ella sabía que estaba sucediendo en su cuerpo.

Anna es internada en un centro de salud

En vista de que su estado de salud fue desmejorando, la dama se vio obligada a permanecer ingresada en un hospital. Poco después, fue enviada a un centro prestigioso para que los médicos más importantes de aquel tiempo en Italia, pudieran atenderla.

Los profesionales estaban muy interesados de formar parte de las investigaciones que se le practicarían a Anna, la mujer que emitía luz de su pecho. Pero lamentablemente los estudios no pudieron explicar de dónde provenía esa iluminación y a que se debía.

Pequeños destellos de luz

La luz que salía del pecho de Anna era débil, parecía ser de color blanco mezclada con azul, y se extendía hasta su cuello. Lo más extraño de todo es que el resplandor se hacía más fuerte cuando estaba muy cansada o tenía fiebre muy alta.

(Public domain / Graehawk)

Empiezan los falsos rumores

Como era de esperarse, las personas empezaron a sacar sus propias conclusiones y a esparcir falsos rumores. Mencionan que posiblemente Anna estaba “poseída” o quizás era una santa, todo esto fue producto de la falta de información.

¿Existe alguna explicación lógica del caso de Anna?

Todavía en la actualidad hay informes y periódicos que tienen datos sobre la investigación del caso de Anna. De hecho, el físico Enrico Fermín redactó un documento de 52 páginas con información de la enfermedad que padecía aquella dama.

Algunos científicos llegaron a la conclusión de que esto era consecuencia de la debilidad de Anna, que le ocasionaba un aumento de sulfuros en la sangre. También se pensó que era producto de una especie de radiación ultravioleta en el flujo sanguíneo.

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Un acontecimiento nunca antes visto

(Public domain / Jills)

Hasta ahora nunca se ha llegado a saber sobre un caso similar al de Anna Monaro. Sin embargo, con el tiempo la historia empezó a tomar un carácter más religioso. Esto se debió a que la mujer llegó a decir en varias ocasiones que experimentaba sueños proféticos.

Y en algunos de ellos se veía a sí misma como a una santa rodeada de una atractiva aura luminosa. Pero su caso se desvaneció, luego de que su salud mejoró y ya no sufría de asma, este extraño fenómeno desapareció.

Poco a poco Anna dejó de emitir destellos de luz de su pecho…

Sin duda alguna esta es una historia muy extraña y desconcertante. A pesar de que el tiempo ha pasado sigue sin haber una explicación científica.

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