Nada más emocionante que encontrar una ciudad perdida en medio de la jungla, y toparse con que en ella habitan animales que se creían extintos. Pues eso es precisamente lo que ocurrió en el año 2012 en Honduras, hallazgo que aun suscita grandes expectativas entre los investigadores. Echemos un vistazo más de cerca a la Ciudad perdida del Dios Mono.

Leyendas sobre una Ciudad perdida

Uno de los lugares más enigmáticos de toda Honduras es la legendaria Ciudad perdida del Dios Mono, también llamada la Ciudad Blanca. Por décadas, las leyendas e historias locales sobre una ciudad escondida en medio de la selva han cautivado la imaginación de quienes las escuchan.

La fama de este lugar se debe en parte a los cuentos que todo tipo de exploradores han esparcido sobre una ciudad perdida en la densa maleza. Muchos afirmaban haberse topado con gigantescas murallas de color blanco, que encerraban un lugar inhóspito y misterioso. En la década de los 20, el explorador Charles Lindbergh aseguró haber visto el sitio cuando sobrevolaba la región.

Por su parte, los indígenas locales hablan de un lugar oculto en la selva adonde iban a esconderse de los españoles colonos. Las leyendas nativas hacen referencia a una “casa blanca” que era usada como refugio por sus antepasados.

Después de varios intentos se halla por fin a la Ciudad perdida del Dios Mono

Debido a la gran cantidad de relatos similares sobre una ciudad perdida en la jungla hondureña, el interés por encontrar el lugar no paraba de crecer. Durante el siglo pasado, aventureros e investigadores de renombre encabezaron varias expediciones para dar con la famosa Ciudad perdida del dios Mono.

Representación de la “Ciudad Perdida del Dios Mono”. Crédito: ilam.org

En el año 1940, el explorador Theodore Morde y su equipo localizaron el lugar exacto de la Ciudad perdida en la región de La Mosquita. En ella se erigía una enorme estatua de un Dios Mono local, razón por la cual el lugar fue bautizado como Ciudad del dios Mono. El pequeño detalle fue que Morde nunca reveló la ubicación exacta de la ciudad, para evitar saqueos y daños humanos.

Reaparece la Ciudad perdida

Para el año 2012, la Ciudad Perdida fue hallada de nuevo, pero esta vez por un equipo de científicos e investigadores privados, según informa National Geographic. Este nuevo grupo de exploradores afirma que la Ciudad Blanca en realidad se trata de una serie de asentamientos de una civilización perdida.

El estudio la comunidad que le dio forma a este recinto en medio de la jungla está todavía en curso. Con todo, uno de los hallazgos más evidentes para todo el equipo fue la variada cantidad de animales presentes en la región. Para muchos, uno de los mayores descubrimientos de la era moderna.

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Animales extintos reaparecen junto con la Ciudad perdida

Ocultos en la Ciudad Blanca, una gran variedad de especies animales y vegetales han conseguido prosperar lejos de la mirada del hombre. Según un informe publicado en el año 2019, los animales parecían no haber visto nunca a un ser humano. En vez de huir como es lo habitual, las especies animales observaban a los miembros del equipo investigador con curiosidad.

En un hábitat tan remoto y apartado como este, ha sido posible encontrar especies animales y vegetales que se creían extintas. También se han hallado ejemplares de plantas y criaturas que actualmente están en peligro de extinción. Tanto el Gobierno de Honduras como el equipo de Conservation International comenzaron un estudio de la vida silvestre y especies de toda el área.

Rana verde de ojos rojos (agalychnis callidryas). Crédito: Conservation International

Fauna y flora exótica dentro de la Ciudad Blanca

Entre la gran cantidad de especies hallada en la Ciudad Blanca, destaca hasta ahora la presencia de 22 especies de anfibios y 35 especies de reptiles. Entre ellos se encuentran algunos especímenes que no se avistaban desde la década de 1965 en toda Honduras y la región de Centroamérica.

Una nueva especie de pez, la Poecilia, engalana la vida acuática, la cual está libre de plantas invasoras perjudiciales como la tilapia. Además, unas 30 especies de murciélagos y 10 de roedores hacen vida en este hábitat tan particular, entre muchas otras especies más.

Poecilia latipinna. Crédito: Anthony DiPierro / Wikimedia Commons

La ubicación exacta de la Ciudad perdida del dios Mono permanece oculta del conocimiento público. ¿La razón? Mantener a salvo esta extensión de tierra virgen de la actividad humana y sus irreparables estragos.

Escrito por Luisa Lugo, redactora de CodigoOculto.com

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