Joshua Dean, antiguo auditor de calidad de Spirit AeroSystems, proveedor de Boeing, y uno de los primeros denunciantes de que la dirección de Spirit había ignorado defectos de fabricación en el 737 MAX, falleció el martes por la mañana tras luchar contra una infección repentina y de rápida propagación. Dean llevaba un estilo de vida saludable y no se quejaba de ninguna enfermedad.

Conocido como Josh, Dean vivía en Wichita, Kansas, donde Spirit tiene su sede. Tenía 45 años, había gozado de buena salud y destacaba por llevar un estilo de vida saludable Murió luego de dos semanas en estado crítico, según declaró su tía Carol Parsons.

Joe Buccino, portavoz de Spirit, dijo en un comunicado:

“Nuestros pensamientos están con la familia de Josh Dean. Esta pérdida repentina es una noticia impactante aquí y para sus seres queridos”.

Dean había prestado declaración en una demanda de accionistas de Spirit y también presentó una denuncia ante la Federal Aviation Administration (FAA) alegando “mala conducta grave y flagrante por parte de la alta dirección de calidad de la línea de producción del 737” en Spirit.

Spirit despidió a Dean en abril de 2023, y él había presentado una denuncia ante el Departamento de Trabajo alegando que su despido fue una represalia por plantear preocupaciones relacionadas con la seguridad aérea.

Josh Dean trabajaba para Spirit AeroSystems en Wichita, Kansas. Crédito de imagen: Reuters

Una extraña infección

Parsons dijo que Dean enfermó y fue al hospital porque tenía problemas para respirar hace poco más de dos semanas. Fue intubado y desarrolló una neumonía y después una grave infección bacteriana, Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM.

Su estado empeoró rápidamente y fue trasladado en helicóptero desde Wichita a un hospital de Oklahoma City, según Parsons. Allí le conectaron a una máquina ECMO, que hace circular y oxigena la sangre del paciente fuera del cuerpo y se encarga de la función cardíaca y pulmonar cuando los órganos del paciente no funcionan por sí solos.

Su madre publicó un mensaje el viernes en Facebook relatando todos esos detalles y diciendo que Dean estaba “luchando por su vida”.

Estaba fuertemente sedado y sometido a diálisis. Una tomografía computarizada indicó que había sufrido un derrame cerebral, decía el post de su madre.

Al final, los médicos estaban considerando amputarle ambas manos y ambos pies. “Fue brutal por lo que pasó“, dijo Parsons. “Desgarrador“.

Joshua Dean, de 44 años, conocido como Josh, en una foto sin fecha. Falleció el martes tras ser ingresado en el hospital aquejado de dificultad respiratoria. Crédito de imagen: Facebook / Carol Parsons

Dos denunciantes de Boeing terminaron falleciendo

Dean estaba representado por un bufete de abogados de Carolina del Sur que también representó al otro denunciante de Boeing John “Mitch” Barnett.

Curiosamente, Barnett también fue hallado muerto en un aparente suicidio en marzo. Barnett, que estaba prestando declaración por presuntas represalias de Boeing por sus quejas sobre fallos de calidad, fue hallado muerto de un disparo en Charleston, Carolina del Sur, donde Boeing tiene su planta de fabricación de 787 unidades.

La oficina del forense del condado de Charleston informó de que la muerte de Barnett parecía ser “por una herida de bala autoinfligida”. Casi dos meses después, la investigación policial sobre su muerte sigue abierta.

Brian Knowles, uno de los abogados de Dean, dijo que no quería especular sobre la proximidad en el tiempo y las circunstancias de las dos muertes.

Knowles dijo:

“Los denunciantes son necesarios. Sacan a la luz las irregularidades y la corrupción en interés de la sociedad. Hace falta mucho valor para dar la cara. Son circunstancias difíciles. Nuestros pensamientos están ahora con la familia de John y la de Josh”.

En marzo, otro denunciante de Boeing, John Barnett (en la foto) se quitó la vida en medio de una acción legal contra Boeing. Crédito de imagen: WPDE

Denunció un gran defecto de fabricación en aviones Boeing

Dean, ingeniero mecánico, empezó a trabajar en Spirit en 2019. Fue despedido al año siguiente tras los recortes de empleo relacionados con la pandemia y regresó a Spirit en mayo de 2021 como auditor de calidad.

En octubre de 2022, Dean dijo que encontró un grave defecto de fabricación: mecánicos perforando agujeros incorrectamente en el mamparo de presión de popa del MAX. Cuando señaló este problema a la dirección, dijo que no se hizo nada.

Centrado en esos defectos, dijo que durante esa misma auditoría pasó por alto otro defecto de fabricación en los accesorios que unen la aleta de cola vertical al fuselaje. Cuando se descubrió en abril y provocó una pausa en las entregas en la planta de Boeing en Renton, Dean fue despedido.

Luego, en agosto, Spirit anunció el descubrimiento de agujeros perforados incorrectamente en el mamparo de presión de popa del MAX, un defecto que estaba presente en los MAX construidos ya en 2019. Esto provocó otra paralización de las entregas en Renton.

Con ese descubrimiento, Dean presentó una queja de seguridad ante la FAA. Dijo que Spirit lo había utilizado como chivo expiatorio y había mentido a la FAA sobre los defectos del mamparo de presión de popa.

Dean escribió en su denuncia:

“Después de mi despido, Spirit AeroSystems no hizo nada para informar a la FAA y al público” (sobre su conocimiento de los defectos del mamparo de presión de popa).

En noviembre, la FAA envió a Dean una carta en la que le comunicaba que había completado una investigación sobre los problemas de seguridad que él había señalado. La carta oculta el resultado, aunque parece confirmar que sus alegaciones tenían fundamento.

A principios de enero, una puerta de salida de emergencia no utilizada estalló en un flamante Boeing 737 Max poco después de despegar del aeropuerto internacional de Portland, lo que desencadenó una investigación del Departamento de Justicia aún en curso. Crédito de imagen: Reuters

Más del otro fallecido en extrañas circunstancias

A mediados de marzo, John Barnett, un exingeniero de Boeing, fue hallado sin vida en un caso de aparente suicidio. En 2019 denunció que los empleados de la planta de Carolina del Sur, sobrecargados de trabajo, montaban con frecuencia piezas de calidad inferior en los aviones e informaban de sistemas de oxígeno defectuosos que podían provocar que una de cada cuatro máscaras de oxígeno no funcionara correctamente.

Barnett fue hallado sin vida con una herida de bala en la cabeza en el interior de su vehículo estacionado en el “parking” de un hotel en la ciudad estadounidense de Charleston, tal como informó New York Post.

Según un empleado que trabaja en el hotel donde ocurrieron los hechos, Barnett comió y tomó algo, luego miró su teléfono y parecía estar bien la víspera del 9 de marzo, cuando tenía que declarar por tercera vez a puerta cerrada en el juicio contra la empresa fabricante de aviones.

Dos denunciantes de defectos en aviones de Boeing fallecidos en circunstancias demasiado extrañas es algo que no puede pasar desapercibido. ¿Hubo una conspiración y posterior silenciamiento tras estos dos casos? No sería la primer vez que ocurra.

Fuente: seattletimes / nypost

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