Las instrucciones del Monopoly cuentan la leyenda de cómo Charles Darrow inventó el juego y se lo vendió a Parker Brothers en 1934, pero en realidad Darrow no fue el inventor original del juego.
La verdadera inventora fue Lizzie Magie, que creó «The landlord’s game», cuya semjanza al monopoly era absoluta. Sin embargo, el señor Darrow, al más puro estilo Bill Gates, patentó el método de juego y le dió un envoltorio renovado. Así nació el monopoly, entre engaños y necesidad. El señor Darrow atravesaba una crisis de solvencia en aquel entonces.
El juego favorito de los banqueros
Más de un siglo después, el juego inventado por Lizzie sigue siendo un éxito. Tanto que se podría decir que es el juego favorito de los bancos centrales. Y es que el Monopoly es una buena forma de explicar la política que están siguiendo los bancos centrales y que tanta influencia está teniendo en esta crisis actual, por no mencionar su evidente participación en la crisis financiera «manufacturada» de 2008.
No obstante, el juego del Monopoly no hace nada más que explicarnos de forma didáctica y divertida la matrix de control, el sistema de creación del dinero. Es en este sistema, conocido como la reserva fraccionaria, en el que nos encontramos desde hace siglos.
Orfebres, bancos y dinero deuda
Hemos de remontarnos al 1609, para buscar el origen de la reserva fraccionaria, ya que, se remonta al nacimiento de los primeros bancos que emitieron papel moneda. Estos, emitían sus propias monedas para ser utilizadas como moneda de cambio.
La historia es más larga y compleja, aunque básicamente, los orfebres descubrieron una forma de usura muy inteligente, en el que ya no tenían porque «perder» su oro, su plata o cualquier otro tipo de riqueza, sino que a partir de entonces comenzarían a utilizar el papel moneda, con la escusa de proteger el oro. Como vemos, intercambiar seguridad por libertad, es la tónica de la matrix, si hay alguna lección que la historia no ha enseñado, es que nunca aprendemos de la historia.
Seguridad por libertad, un precio muy alto a pagar
Ahora, tras 400 años, parece que la máquina de fabricar dinero, desea ese dinero de vuelta, y los banqueros internacionales, dueños de los bancos privados que controlan los bancos estatales, actúan sin escrúpulos ante el mundo en general. Pareciera que el Monopoloy es un juego inofensivo, que se ha colado en nuestras casas por puro azar del libre mercado. Dejarme que sonría.
El Monopoly y el sistema bancario
En la instrucción número 11 del juego, explica claramente la realidad de nuestro sistema, de nuestra matrix, y es la siguiente y cito:
“¿Que pasa si el banco se queda sin dinero? Algunos jugadores piensan que el banco va a la bancarrota si se queda sin dinero. El banco nunca quiebra, nunca va a la bancarrota. Para continuar jugando, usa trozos de papel para mantener a cada jugador con sus transacciones bancarias, hasta que el banco tiene suficiente papel para operar otra vez. El banquero además, puede acuñar nueva moneda de trozos de papel ordinario (que no sean del juego)”.
Para terminar, apuntar a que cuando este sistema se ideó en el siglo XVII por parte de familias como los Rothschild, el ocultamiento de la forma de operar de este fraude era absoluto, hoy en día, jugamos con nuestra familia y amigos a juegos que nos advierten claramente de esta forma de estafa. ¿Moraleja? Quizás debamos revisarnos como sociedad y civilización, y darnos cuenta que hemos estado sufriendo una involución en cuánto a libertades. ¿Nos habrá cegado la tecnología?
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Por: Juanjo Rodríguez
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