La preciosa imagen del objeto, situado a 8.000 años luz, conmemora los 26 años en órbita del telescopio espacial.
Esta es una de esas fotografías del telescopio espacial Hubble de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) que son tan hermosas que parecen un cuadro. La nueva imagen capta con una claridad sorprendente lo que parece una gigantesca burbuja de jabón cósmica situada a 8.000 años luz en la constelación de Casiopea y que mide por sí sola la friolera de diez años luz de diámetro. El objeto, precisamente conocido como Nebulosa de la Burbuja, es en realidad una nube de gas y polvo iluminada por la estrella brillante que se encuentra en su interior. La instantánea conmemora los 26 años de la sonda en el espacio.
El 24 de abril de 1990 el Hubble fue puesto en órbita a bordo del transbordador espacial Discovery como el primer telescopio espacial de su tipo. Cada año, para conmemorar ese día trascendental en la historia espacial, el Hubble dedica parte de su tiempo de observación a la captura de una vista espectacular de un objeto astronómico elegido especialmente.
El elegido de este año es la Nebulosa de la Burbuja, también conocida como NGC 7635, según informa la ESA en un comunicado. Este objeto fue descubierto por primera vez por William Herschel en 1787 y esta no es la primera ocasión que ha llamado la atención de Hubble. Sin embargo, debido a su tamaño tan grande, las anteriores imágenes del Hubble solo han mostrado pequeñas secciones de la nebulosa, proporcionando un efecto mucho menos espectacular. Ahora, un mosaico de cuatro imágenes de una de sus cámaras nos permite ver la totalidad del objeto en una imagen por primera vez.
¿Por qué es redonda?
Esta visión completa de la Nebulosa de la Burbuja permite apreciar la coraza casi perfectamente simétrica que le da su nombre. Esta envoltura es el resultado de un potente flujo de gas -conocido como viento estelar- de la estrella brillante visible justo a la izquierda del centro en esta imagen. La estrella, SAO 20575, tiene entre diez y veinte veces la masa del Sol y la presión creada por sus fuerzas de viento estelar fuerza al material interestelar que lo rodea a salir al exterior en esa forma similar a una burbuja.
La nube molecular gigante que rodea a la estrella trata de detener la expansión de la burbuja. Sin embargo, a pesar de que la esfera ya mide alrededor de diez años luz de diámetro, sigue creciendo, debido a la presión constante del viento estelar, que actualmente sopla a más de 100.000 kilómetros por hora.
Aparte de la simetría de la propia burbuja, una de las características más sorprendentes es que la estrella no se encuentra en el centro. Los astrónomos todavía están discutiendo el motivo y cómo, no obstante, se crea una burbuja perfectamente redonda.
Y es que las imágenes del Hubble no son solo belleza, encierran muchísima ciencia dentro.
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