En base a los datos obtenidos por la sonda Cassini se ha logrado demostrar que la heliosfera o «burbuja» creada por el viento solar no tiene forma de cometa, como los investigadores creían.
Nuevos datos obtenidos por la misión Cassini de la NASA, junto con mediciones realizadas por la nave espacial Voyager y el satélite Interstellar Boundary Explorer, revelan que el sol y sus planetas están rodeados por un gigantesco y redondeado campo magnético solar, escribe la NASA.
El material solar magnético o el viento solar crea una burbuja llamada heliósfera. Las ideas prevalentes sobre la heliósfera la presentan con forma de cometa, con una cabeza redondeada y una cola extendida. Sin embargo, los nuevos datos, que abarcan un periodo de 11 años de la actividad solar, muestran que, en realidad, la forma de la heliósfera sería más bien redondeada en ambos extremos y simétrica, es decir, que ella misma sería esférica. El estudio sobre este descubrimiento fue publicado en la revista Nature Astronomy.
«En lugar de una prolongada cola parecida a un cometa, la forma de burbuja de la heliosfera se debe al fuerte campo magnético interestelar —que es mucho más fuerte de lo que se creía en el pasado— lo que se combina con el hecho de que la relación entre la presión de partícula y la presión magnética dentro de la heliosfera es alta», explicó el principal autor del estudio Kostas Dialynas.
Los astrónomos creen que recolección de los datos desde los extremos de la heliosfera permitirá entender mejor los límites interestelares que ayudan a proteger la Tierra de los rayos cósmicos.
El estudio ha sido publicado en la revista Nature Astronomy.
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