Enviar vehículos o rovers a otros planetas hace posible la exploración a distancia, pero también tiene su lado negativo: podría interferir con la vida que exista en ese mundo. Ahora un astrobiólogo cree que podríamos haber hallado vida en Marte, pero que la eliminamos accidentalmente.

En todas nuestras exploraciones de Marte hasta la fecha, no se ha encontrado ninguna prueba que cumpla los rigurosos estándares para afirmar que hemos encontrado vida de forma concluyente.

Sin embargo, hace décadas, en la década de 1970, cuando los módulos de aterrizaje Viking se convirtieron en la primera misión estadounidense en aterrizar y explorar con seguridad el planeta rojo, puede que estuviéramos cerca.

¿Eliminamos la vida en Marte?

Un investigador plantea la posibilidad de que existiera vida en una muestra de suelo marciano. Y entonces, en nuestro afán por olerla, la apagamos. Sin más.

Según el astrobiólogo Dirk Schulze-Makuch, de la Technical University Berlin (Alemania), un experimento para detectar indicios de vida microbiana en Marte podría haber sido mortal. En su columna publicada en Big Think, especula que nuestros propios métodos podrían haber sido destructivos en sí mismos.

Por lo tanto, debemos tener muy en cuenta la ecología de Marte a la hora de diseñar futuros experimentos. Y, aconseja Schulze-Makuch, la humanidad debería enviar otra misión, dedicada principalmente a la búsqueda de vida, con estas consideraciones en mente.

Cuando aterrizaron en Marte en 1976, los dos módulos Viking tenían una lista de objetivos. Uno de ellos era llevar a cabo un conjunto de experimentos diseñados para analizar la suciedad marciana en busca de bioseñales, es decir, rastros de moléculas que indican la presencia de vida.

Hasta la fecha, éstos han sido los únicos experimentos biológicos específicos realizados en Marte.

Imagen de Marte tomada por Viking 1 en 1976, que muestra cráteres, montañas y la delgada atmósfera del planeta. Crédito de imagen: NASA

Uno de esos experimentos, el gas chromatograph-mass spectrometer (GCMS), encontró compuestos orgánicos clorados. En su momento, ese resultado se interpretó como una contaminación procedente de productos de limpieza humanos y, por tanto, una detección nula de indicios de biología.

Ahora sabemos que los orgánicos clorados son nativos de Marte, aunque sigue sin saberse si son producidos por procesos biológicos o no biológicos.

En los últimos años se ha especulado sobre la destructividad de los experimentos biológicos del Viking. El GCMS necesitaba calentar las muestras para separar los distintos materiales que contenían. Esto, según revelaron análisis posteriores, podría haber incinerado los mismos materiales orgánicos que esperaba encontrar.

¿Pruebas de vida en Marte fueron destruidas?

Ahora, Schulze-Makuch sugiere que otros experimentos podrían haber destruido pruebas de la misma manera; en concreto, los experimentos de liberación etiquetada y liberación pirolítica, que consistían en infundir muestras marcianas con líquido y luego analizar los resultados en busca de pruebas de metabolismo y fotosíntesis, respectivamente.

Representación artística de Marte tal como pudo haber sido con los océanos, hace miles de millones de años. Crédito de imagen: ESO / M. Kornmesser

Los resultados sugerían una señal positiva, lo que parecía contradecir los resultados nulos del cuarto experimento, el intercambio de gases. Esto era, y sigue siendo, confuso, escribe Schulze-Makuch.

En retrospectiva, es probable que los experimentos de liberación estuvieran mal concebidos. En su momento, supusimos que la vida en Marte sería como la vida en la Tierra y prosperaría en presencia de agua: cuanta más, mejor. Pero, como hemos aprendido más recientemente, la vida puede optimizarse para prosperar en condiciones muy secas. Y Marte es muy seco.

Si se cambian esas condiciones, es muy posible que la vida deje de prosperar.

Schulze-Makuch explica:

“Ahora preguntémonos qué pasaría si echáramos agua sobre estos microbios adaptados a la sequedad. ¿Podría eso abrumarlos? En términos técnicos, diríamos que los estamos hiperhidratando, pero en términos sencillos, sería más como ahogarlos.

Sería como si una nave extraterrestre te encontrara vagando medio muerto por el desierto y tus supuestos salvadores decidieran: ‘Los humanos necesitan agua. Pongamos al humano en medio del océano para salvarlo’. Eso tampoco funcionaría”.

Puesta de Sol azul en el planeta rojo. Crédito de imagen: NASA / JPL / Texas A&M / Cornell

Curiosamente, señala, las señales de vida identificadas en el experimento de liberación pirolítica fueron mucho más fuertes en el experimento de control en seco, en el que no se añadió agua a la muestra. Así que parece natural preguntarse, como han hecho otros: ¿detectaron estos experimentos señales de vida que descartamos?

Esas señales, para ser claros, siguen siendo contradictorias y están lejos de ser concluyentes. Sin embargo, pueden justificar una investigación más profunda.

Schulze-Makuch propuso en 2007 que Marte podría albergar vida adaptada a la sequedad que incorpora peróxido de hidrógeno. Los resultados de Viking, afirman él y su coautor Joop Houtkooper, no son incompatibles con esta hipótesis.

Schulze-Makuch concluye:

“Como he argumentado antes, necesitamos una nueva misión a Marte dedicada principalmente a la detección de vida para probar esta hipótesis y otras. Estoy impaciente por que tal misión se ponga en marcha”.

Así que es posible que la posible vida recolectada por los vehículos enviados en Marte en lugar de proteger y estudiar aquella exobiología la haya aniquilado debido a nuestra ignorancia sobre la hipotética vida marciana.

¿Te gustó este contenido? Te invito a compartirlo con tus amigos. También puedes seguirnos en nuestra Fan Page, para estar al tanto de todas las noticias que publicamos a diario. También puedes unirte a nuestro Grupo Oficial y a nuestra comunidad en Telegram.

Crédito imagen de portada: depositphotos.com