La erupción de un volcán submarino ha causado el nacimiento de una isla nueva japonesa a aproximadamente 1.198 km de Tokio. Ha sido llamada Niijima (“nueva” en japonés), aunque algunos científicos piensan que la isla recién formada no durará mucho.
La Guardia Costera de Japón informó la semana pasada de actividad volcánica explosiva en la región, incluida una columna de vapor y gas que se eleva desde el océano a altitudes superiores a los 15 kilómetros.
Observaciones posteriores mostraron la aparición de una nueva isla en forma de herradura. El siguiente video muestra la lava endureciéndose en su lugar.
La nueva masa de tierra es en realidad la cima de un enorme volcán sumergido llamado Fukutoku-Okanoba que asoma su cabeza cónica sobre el agua a unas pocos kilómetros del sur de Iwo Jima.
Se cree que el volcán submarino entró en erupción en numerosas ocasiones en el pasado, la más reciente en 2010. Una erupción de 1986 también formó una nueva isla en el sitio.
Un segundo vuelo de la Guardia Costera sobre el sitio reveló un cambio en la forma de la nueva isla:
Una actualización de la Guardia Costera el martes también informó la presencia de piedras flotantes parecidas a piedra pómez en el área.
Más tarde, las imágenes de satélite pudieron captar lotes arremolinados de piedra pómez en el agua.
Se espera que la erupción continúe y se emitieron advertencias de humo y cenizas para el área. Los científicos y funcionarios vigilarán el volcán con anticipación a que toda la caldera central se eleve por encima de la superficie del agua.
Historia de Fukutoku-Okanoba
El Fukutoku-Okanoba tuvo actividad previa en el Océano Pacífico que no permaneció permanentemente sobre el agua, informó Volcano Discovery. Se observaron pequeñas islas en las erupciones de 1904, 1914 y 1986, pero todas fueron erosionadas por el mar con el tiempo.
El volcán submarino Fukutoku-Okanoba entró en erupción a principios de febrero, liberando cenizas y penachos de vapor y decolorando el agua del océano cercano. Cortesía: NASA
Dependiendo de la duración de la erupción, Niijima se convertirá en una isla permanente, y también si las rocas que la acumulan evitarán que se erosione.
Las islas tienen un tipo de roca específico que permite ser parte permanente del paisaje del Pacífico, como cenizas o material volcánico que será inmune a la intemperie de los mares.
Si la lava fluye durante mucho tiempo y la isla se acumula de manera más duradera, la masa de tierra aumentará desde el fondo del mar hacia arriba.
Todo depende de la forma final que tomará la isla antes de que se detenga la actividad volcánica y si la consistencia de la tierra se está formando capaz de hacerla más estable.
La actividad continua de Fukutoku-Okanoba, que se suma a la masa de tierra de la isla recién formada, podría eventualmente convertir a Niijima en parte del territorio japonés.
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