Un reciente investigación agrega evidencias sólidas a la hipótesis de que la roca mortal que aniquiló a los dinosaurios, procedía de una familia de objetos que se formaron originalmente mucho más allá de la órbita del planeta Júpiter.
Los científicos han descubierto nuevas pruebas de que la roca que se estrelló contra la Tierra hace 66 millones de años, poniendo fin abruptamente a la era de los dinosaurios, era un poco rara.
La naturaleza de este objeto apocalíptico, conocido como impactador de Chicxulub, ha suscitado intensos debates, incluida una larga disputa sobre si se trataba de un cometa o de un asteroide. Sin embargo, en los últimos años se han ido acumulando pruebas de que el impactador, de unos diez kilómetros de ancho, pertenecía a una familia de asteroides que se formaron más allá de la órbita de Júpiter y que rara vez impactan contra la Tierra.
Investigación que cambia las cosas
Ahora, un equipo dirigido por Mario Fischer-Gödde, investigador de la University of Cologne (Alemania), ha reforzado esta hipótesis con la ayuda del raro elemento rutenio. El rutenio abunda en los asteroides, pero es muy escaso en la corteza terrestre, lo que lo convierte en un buen indicador de impactos de rocas espaciales en el pasado. El equipo buscó isótopos de rutenio en los restos geológicos del impacto de Chicxulub.
Los resultados revelaron una firma uniforme en la capa global de escombros dejada por el impacto, que se conoce como el límite Cretácico-Paleógeno (K-Pg). Según un estudio publicado el jueves en Science, esa firma coincide perfectamente con la de un grupo de rocas espaciales conocidas como asteroides carbonáceos por su alto contenido en carbono.
El Dr. Fischer-Gödde dijo en un comunicado:
“Es el clavo en el ataúd. Esta firma isotópica de rutenio que medimos no puede ser otra cosa que un asteroide carbonáceo”.
El rutenio fue la clave
Estudios anteriores han desenterrado firmas químicas en el límite K-Pg que también implicaban a un asteroide carbonáceo en la muerte de los dinosaurios no avianos y de aproximadamente dos tercios de todas las demás especies de la Tierra. Pero el Dr. Fischer-Gödde y sus colegas llevan años centrándose en el rutenio.
El rutenio está tan escasamente presente en la Tierra que basta con pequeñas cantidades para asociarlo al impacto de un asteroide de tipo carbonáceo.
El Dr. Fischer-Gödde dijo:
“Ésta es la belleza del elemento rutenio”.
Para obtener una línea de base, el Dr. Fischer-Gödde y sus colegas midieron el rutenio en las muestras de otros cinco impactos de asteroides ocurridos en los últimos 541 millones de años. Todos estos impactos coincidían con la composición de los asteroides silíceos, una clase que se formó más cerca del Sol que los asteroides carbonáceos y que se concentra en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. La mayoría de los meteoritos que acaban en la superficie terrestre pertenecen a esta familia silícea.
El Dr. Fischer-Gödde agregó:
“Hasta ahora, Chicxulub, entre los impactadores de 500 millones de años de antigüedad, parece ser un caso único y raro de un asteroide de tipo carbonáceo que impacta contra la Tierra”.
Los asteroides silíceos que impactan contra la Tierra suelen proceder del cinturón de asteroides. Pero aún no está claro cómo un asteroide carbonáceo masivo acabó en rumbo de colisión con nuestro planeta. Un posible origen es una población de asteroides carbonáceos que existe actualmente en el borde exterior del cinturón de asteroides. Aunque estas rocas se formaron inicialmente más allá de Júpiter, los científicos creen que las inestabilidades gravitatorias del sistema solar primitivo las lanzaron hacia el interior hasta su posición actual.
¿Qué dijeron anteriores investigaciones?
Investigaciones anteriores dirigidas por William Bottke, científico planetario senior del Southwest Research Institute, han sugerido que el objeto mortal podría haber sido uno de estos asteroides carbonáceos del cinturón de asteroides.
El Dr. Bottke dijo que el nuevo estudio era “útil” porque confirmaba los antecedentes probables de varios impactos en la Tierra y añadía “información más detallada a lo que había en la literatura”.
David Kring, científico principal del Lunar and Planetary Institute de la Universities Space Research Association y experto en el impacto de Chicxulub, dijo que “el estudio es una aplicación excepcional de una nueva técnica analítica”.
El Dr. Kring dijo:
“Identificar el tipo de impactador es importante porque nos ayuda a evaluar la frecuencia de tales impactos en el pasado geológico y los peligros de tales impactos en el futuro del planeta”.
Quedan muchos misterios por resolver sobre el impacto de Chicxulub, así como sobre el papel más amplio que han desempeñado los impactos de asteroides en la aparición y evolución de la vida en la Tierra y, potencialmente, en otros planetas. Los asteroides carbonáceos han aniquilado incontables especies en el pasado de nuestro planeta, pero también pueden haber contribuido a dotar a la Tierra de agua y otros ingredientes esenciales para la vida en los albores del sistema solar.
Y aunque el impacto de Chicxulub condenó a los dinosaurios, al mismo tiempo permitió la aparición de los mamíferos, incluidos los humanos. Así que puede que le debamos a ese asteroide una medida de gratitud.
El Dr. Fischer-Gödde dijo:
“Sin este impacto, ¿qué aspecto tendría hoy la Tierra? Probablemente deberíamos valorar, un poco más, que estemos por aquí y que esto sea quizá una afortunada coincidencia de que todo llegara a su sitio como es hoy”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Science.
[FT: NYT]
¿Te gustó este contenido? Te invito a compartirlo con tus amigos. Síguenos en nuestra Página de Facebook, para recibir a diario nuestras noticias. También puedes unirte a nuestro Grupo Oficial y a nuestra comunidad en Telegram.
Crédito imagen de portada: depositphotos.com
0 comentarios