Bajo nuestros pies, en las profundidades de nuestro planeta, existe un ecosistema repleto de vida. En los últimos años, un equipo internacional de científicos ha revelado cómo miles de millones de organismos viven a kilómetros bajo la superficie de la Tierra.
Al presentar su trabajo en la reunión anual de la American Geophysical Union, los investigadores calcularon el tamaño de este misterioso tesoro de vida por primera vez, y era mucho más grande de lo que esperaban.
Galápagos subterráneas
Informaron que aproximadamente el 70 por ciento del número total de microbios en el planeta viven bajo tierra. En total, estos microbios representan entre 15.000 y 23.000 millones de toneladas de carbono, cientos de veces más que la masa de carbono de todos los seres humanos de la superficie.
Los científicos apenas han arañado la superficie cuando se trata de describir estos microorganismos. Sin embargo, las primeras impresiones sugieren que la diversidad genética de la vida bajo la superficie podría ser comparable, o incluso superior, a la de la vida sobre la superficie. Por eso se ha apodado al ecosistema las “Galápagos subterráneas”.
Sin embargo, no espere tortugas gigantes ahí abajo. Las bacterias y sus primos evolutivos, las arqueas, parecen dominar bajo la superficie, aunque los investigadores también observaron un buen número de eucariotas. Por ejemplo, los investigadores describieron un nematodo no identificado a más de 1.4 kilómetros de profundidad en una mina de oro sudafricana.
Karen Lloyd, autora del estudio y profesora asociada de microbiología en la University of Tennessee, dijo en un comunicado en 2018:
“Hace diez años, habíamos muestreado solo unos pocos sitios, el tipo de lugares en los que esperaríamos encontrar vida.
Ahora, gracias al muestreo ultraprofundo, sabemos que podemos encontrarlos prácticamente en todas partes, aunque el muestreo obviamente solo ha alcanzado una parte infinitesimalmente pequeña de la biosfera profunda”.
Biósfera profunda subsuperficial
Para llegar a estas conclusiones, el equipo reunió docenas de estudios que analizaban muestras extraídas de perforaciones realizadas entre 2.5 y 5 kilómetros en la corteza terrestre, tanto en el lecho marino como en los continentes interiores. Además, para su sorpresa, descubrieron que la biósfera profunda subsuperficial tiene casi el doble de volumen que todos los océanos.
Sometida a un calor intenso, presiones aplastantes, ausencia de luz y apenas nutrientes, difícilmente se puede esperar encontrar aquí un banco de vida diverso. Sin embargo, los investigadores afirman que este ecosistema podría responder a muchas preguntas sobre los límites de la vida en la Tierra y más allá.
Rick Colwell, ecólogo microbiano de la Oregon State University, dijo en un comunicado:
“Nuestros estudios sobre los microbios de la biosfera profunda han aportado muchos conocimientos nuevos, pero también nos han hecho comprender y apreciar mucho mejor lo mucho que nos queda por aprender sobre la vida subterránea.
Por ejemplo, los científicos aún no conocen todas las formas en que la vida del subsuelo profundo afecta a la vida de la superficie y viceversa. Y, por ahora, sólo podemos maravillarnos ante la naturaleza de los metabolismos que permiten a la vida sobrevivir en las condiciones extremadamente empobrecidas y prohibitivas para la vida en las profundidades de la Tierra.”
Fuente: sciencedaily
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