Podrían haber hallado un enorme fragmento de un plantea desconocido y antiguo en lo más profundo de la Luna, refieren investigadores.
Hace aproximadamente 4.500 millones de años, un objeto del tamaño de Marte chocó contra la Tierra, generando una violento evento.
Este objeto, posiblemente un planeta, se fusionó con la Tierra y le dio los ingredientes para la vida. Además, fracturó un gran pedazo que fue lanzado al espacio convirtiéndose en la Luna.
Se le llama la «Teoría del gran impacto» y comprende la colisión de un objeto del tamaño de Marte llamado Theia o Tea. Ahora, científicos creen que por primera vez han encontrado rastros de Theia en la Luna.
Esta teoría ha sido bastante popular durante muchos años para explicar el origen de nuestro satélite, la Luna. Ahora, dicho pensamiento se refuerza con el hallazgo informado.
Los investigadores de la University of New Mexico escribieron en su artículo:
Este modelo fue capaz de dar cuenta de las observaciones recientes de muestras devueltas por las misiones Apolo, que incluían el bajo contenido de hierro de la Luna en relación con la Tierra, el agotamiento de los volátiles y el enriquecimiento de elementos refractarios, al tiempo que evitaban la mayoría de los errores en las teorías de origen”.
Luna oculta un gran pedazo de Theia
De acuerdo a los modelos, aproximadamente de un 70 a 90 por ciento de la Luna debería estar conformada por Theia. Sin embargo, los isótopos en las muestras obtenidas por Apolo fueron similares a las muestras de isótopos de oxígeno terrestres y diferentes a otros isótopos en objetos del sistema solar.
Se planteó inicialmente que la Tierra y Theia tenían composiciones similares. También se dijo que todo el material se mezcló por completo durante la colisión; sin embargo las simulaciones demostraron que no es muy probable.
También hay que tener en cuenta que las semejanzas entre los isótopos de Theia y la Tierra son en realidad bastante bajas. Esto indica que, si la Luna se compone de Theia, sus isótopos de oxígeno tendrían que ser diferentes a los de la Tierra.
Debido a este similitud surgió la idea de que Theia se fusionó con la Tierra; sin embargo han habido muchas otras formas de tratar de explicar el origen.
Ahora, el científico planetario Erick Cano junto a su equipo han realizado un minucioso reanálisis de las muestras lunares, encontrando que la composición isotópica de oxígeno variaba según el tipo de roca que era analizada.
El equipo escribió en su artículo:
Mostramos que el método de promediar datos de isótopos lunares sin tener en cuenta las diferencias litológicas no proporciona una imagen precisa de las diferencias entre la Tierra y la Luna”.
Los investigadores encontraron que mientras más profundos eran los orígenes de la roca, los isótopos de oxígeno eran más pesados en comparación con los de la Tierra.
Es bastante posible que el fragmento de Theia haya permanecido intacto en el interior de la Luna y sus isótopos de oxígeno se encuentren mucho más cerca de su estado original.
De acuerdo al estudio, esta es una evidencia clara de que Theia se formó muy lejos del sistema solar y que se trasladó hasta colisionar con la Tierra y dar paso a la formación de la Luna.
Aunque la Luna no ha sido pisada por humanos desde 1972, es posible que futuras misiones tripuladas ayuden a determinar muchos más detalles del origen de nuestro satélite y del trozo de Theia en su interior.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Nature Geoscience.
Fuente: Science Alert
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